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Las peticiones de asilo se estudirán «una a una»

Las peticiones de asilo se estudirán «una a una»

El Gobierno amplía a 45 días el permiso para los inmigrantes del 'Aquarius'

ISABEL DOMINGOINÉS HERRERO

VALENCIA.

Lunes, 18 de junio 2018, 01:07

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Silencio, sólo roto por el graznido de varias gaviotas que sobrevuelan el muelle de cruceros del puerto de Valencia. Son las 06.25 horas, comienza a amanecer y el 'Dattilo', el primero de los barcos de la flotilla del 'Aquarius' con 630 inmigrantes a bordo, enfila ya por la bocana portuaria.

Escoltado por embarcaciones de Salvamento Marítimo, Guardia Civil, Cruz Roja y el práctico de la Autoridad Portuaria, su avance es observado por miles de ojos, los del amplio dispositivo preparado en tierra para su desembarco. Los veinte minutos que transcurren entre su entrada a la bocana y el atraque en el muelle transcurren en un silencio respetuoso, expectante, que se rompe con el ir y venir del personal portuario y con el helicóptero de la Policía Nacional que sobrevuela el perímetro de seguridad.

Atrás quedan nueve días de odisea desde que los inmigrantes fueron rescatados por la SOS Mediterranée y Médicos Sin Fronteras frente a la costa italiana y seis desde que iniciaran el viaje hacia Valencia tras el ofrecimiento del Gobierno español por la negativa de Italia y Malta a su acogida. Jornadas en las que también ha ido variando la situación jurídica de los náufragos, ya que pasaron de la condición inicial de refugiados para todos al análisis de caso por caso.

En este sentido, ayer se produjo otra novedad, ya que el Gobierno central decidió ampliar el «permiso de entrada extraordinaria» a España hasta los 45 días en vez de los 30 iniciales, que el sábado detallaba el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, al tiempo que recordaba que los inmigrantes serán tratados conforme a la legalidad española.

En pleno proceso de desembarco, el inspector jefe de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras de Madrid, Bernardo Alonso, detalló que estas personas quedaron tuteladas por diferentes ONG y por parte del Ministerio de Trabajo y Migraciones. «Nadie sale de la zona de seguridad perimetrada sin que esté identificado», señaló el también responsable responsable del dispositivo de identificación y documentación de los náufragos.

Una vez transcurridos los 45 días, el inspector jefe explicó que se analizará si procede su condición de asilo o se inicia expediente de expulsión. «Se estudiará caso por caso su petición de asilo, no se puede hacer de manera general», indicó. Las peticiones de asilo se ofrecieron tanto para España como para Francia, como trasladaron los cooperantes de Médicos Sin Fronteras a los inmigrantes antes de su llegada a suelo español.

Diez horas de desembarco

El desembarco, realizado de forma escalonada, se prolongó por espacio de diez horas desde que el primer grupo de inmigrantes descendiera por la escalinata del 'Dattilo' (de la guardia costera italiana) y hasta que a las 17.40 horas se dio por concluido, una vez que todo el pasaje estaba en tierra.

En cada llegada, el mismo operativo. Así, los primeros en subir a las naves fueron el personal de Sanidad Exterior y de la Conselleria de Sanidad para un primer triaje, equipados con mono blanco, guantes y mascarilla. Tras intercambiar información con el coordinador sanitario de cada embarcación y realizar la revisión, se iniciaba el proceso de desembarco, que en el caso del 'Dattilo' se prolongó por espacio de cuatro horas, lo que provocó el retraso de la entrada del 'Aquarius' al puerto. En el buque de SOS Mediterranee, el examen sanitario a bordo fue más exhaustivo que en el resto, según lo previsto inicialmente, aunque no se encontró ninguna patología relevante.

Nueve personas fueron las primeras en pisar tierra valenciana. Vestidas de oscuro y con una mochila con sus pertenencias, eran dirigidas hacia el puesto de atención sanitaria y, posteriormente, al de filiación. A las 20.50 horas, 583 estaban ya identificadas.

La contención de los primeros pasajeros se convirtió en una explosión de júbilo en el caso del 'Aquarius', cuyos pasajeros ya entraron entre cánticos (como el 'When the Saints are marching in') a bordo y con los aplausos de todo el dispositivo. Minutos antes de las doce y media, comenzaron a bajar en pequeños grupos, entre saludos y aplausos, fruto de una emoción compartida por el personal sanitario, impresionado por la entereza de los inmigrantes y las muestras de resiliencia de los niños.

En paralelo al desembarco que cerró el 'Orione' a las 17.40 horas, continuaba el trasiego de personal sanitario, intérpretes y periodistas, que agradecían la breve tregua a la sombra que brindaba el trayecto en autobuses de la EMT. Los conducían voluntarios como Pedro, Juan Ignacio, Gabriel o Martín, que canceló su plan playero con María Ángeles y sus tres hijos de 17, ocho y cinco años para aportar su granito de arena. Todos renunciaron con gusto a su libranza, y a la paella del domingo, «por humanidad».

Finalmente se recurrió a autobuses privados para los traslados de los inmigrantes, una vez completado el proceso de atención sanitaria y filiación. Varios partieron del recinto portuario en dirección al complejo educativo de Cheste, habilitado para acoger a los inmigrantes, mientras que otros menores fueron llevados a Alicante.

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