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Los pescadores piden un aporte de agua y el dragado de la Albufera

Los pescadores piden un aporte de agua y el dragado de la Albufera

La Comunidad afirma que el aumento de la sedimentación perjudica a las capturas y la falta de caudal en el lago reduce la biodiversidad

PACO MORENO

VALENCIA.

Martes, 19 de noviembre 2019, 00:32

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Dos cosas pidió ayer la Comunidad de Pescadores de El Palmar, un aporte anual a la Albufera de 350 hectómetros cúbicos y el dragado del humedal. El presidente de la entidad, José Caballer, señaló que sólo si se realizan estas dos actuaciones aumentarán las posibilidades de sacar al lago de la UCI en la que se encuentra.

«No hay que profundizar más de su base y si quitas toda la sedimentación acumulada y contaminada de tantos años de vertidos, no pasará nada malo, sólo que tendremos agua más transparente, crecerá la vegetación autóctona y volverán las especies desaparecidas, tanto vegetal como animal», dijo.

En su opinión, todo lo de que «si hay metales y otros contaminantes que pueden perjudicar a la fauna es una manera de no querer hacer nada y perder el tiempo, además de intentar convencer y engañar a la gente de las consecuencias que puede haber si se draga. Nosotros estamos convencidos de que si se hiciera, sólo entonces podría recuperarse».

Los supermercados demandan cada vez más llisa del humedal, que puede pescarse todo el año

Para ello, la Administración pública debe presentar «proyectos serios y fiables a Europa. Seguro que hay dinero para ese cometido, siendo que la Albufera esta en Natura 2000, convenio Ramsar y es un lugar de interés comunitario LIC, así como un lago de máxima protección internacional. Con todos esos condicionantes, creemos que se puede proyectar su limpieza integral».

De proseguir la situación actual, alertó de que «nos puede pasar que perdamos la condición de Natura 2000 y entonces sí que podremos dar la Albufera por muerta». Aseguró que «lo que no se puede es hacer demagogia, de que si esto y lo otro, pues no, hay que ser eficientes y más pronto que tarde tener la voluntad y el coraje político de actuar sin perder más tiempo. Si hay expertos catedráticos y pruebas fiables de que se puede recuperar la Albufera, ¿por qué choca con lo político?

Comparó esta situación con los debates que se producen cada año sobre la quema de la paja de los arrozales. «Todos los años cuando viene la temporada sale el mismo problema cuando es mucho más fácil solucionarlo, a dejarlo a todos los años a ver qué se hace y qué solución le damos. Mientras tanto, la falta de soluciones trae consecuencias y lo paga la Albufera y la biodiversidad de las especies tanto vegetal como animal». Caballer señaló que el nivel del agua es ahora bajo, lo que unido al nivel de sedimentación en el perímetro hace que «la pesca se concentre toda en el centro del lago; los peces necesitan profundidad».

De ahí la necesidad, dijo, de facilitar un dragado al menos en algunas zonas. «Lo notamos en la pesca todos los días, cómo en algunas parte del lago es mucho más difícil trabajar», señaló, para recordar que el pasado octubre «comenzó la temporada de pesca, que acabará en junio menos algunas especies que pescamos todo el año». Hasta el 30 de abril estará abierto el calendario de capturas de anguilas, mientras que el cangrejo azul puede pescarse todo el año y la llisa hasta junio.

«Un supermercado nos compra la llisa porque tiene mucha demanda» citó como ejemplo de la capacidad que tiene la Albufera, para indicar los beneficios económicos que originan en los pueblos y pedanías que rodean el humedal. «Hay personas que lo tienen como ingresos complementarios porque sólo de la pesca es difícil vivir». Citó que igual ocurre con la gente joven, cuando debería ser «una oportunidad para todos los que quieran.

En cuanto a los experimentos realizados los últimos años por el Ayuntamiento, como fue el caso de la reconstrucción artificial de una de las motas que hay en el lago, la Manseguerota, se mostró pesimista al señalar que «no han servido de nada porque no han podido arraigar». La prueba consistió en fortalecer las raíces de estos enormes materiales y atar las partes más débiles con un manto vegetal que frenaba el efecto del oleaje, sin éxito. «La única solución es un mayor aporte de agua y el dragado. No digo en las acequias, que eso ya se hace, sino en el propio lago», finalizó Caballer.

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