Nuestra NASA está al caer

Esto que les voy a contar no es una exclusiva. Pero tampoco es una especulación. Si acaso es un presentimiento. Precisión que les hago para ... que luego no me vengan con que usted dijo que sí y es que no. Que ojalá sea que no. Yo sólo quiero participarles que no me extrañaría nada que Ximo Puig impulsara la creación de una Agencia Espacial Valenciana, no precisamente por lo lanzado que va. ¿En qué me baso para hacer tamaña afirmación? En una serie de razones que paso a detallarles a riesgo de pecar de prolijo. Me baso en que se cumplen seis meses de la fundación de New Space, la NASA catalana, y dos del lanzamiento del primer nanosatélite cataluñés desde el cosmódromo ruso de Baikonur. Y no hará falta que les señale en qué espejo se mira el pacto del Botánico. Me baso en que el mismo día de la semana pasada en que Iván Redondo trasladó a la comisión de Seguridad del Congreso la intención del Gobierno de instituir la Agencia Espacial Española, la Agencia Espacial Europea le dió a PLD Space un millón de euros para que estudie cómo recuperar la primera etapa de su cohete lanzador orbital Miura 5. Y al Consell le faltó tiempo para presumir de que esta firma ilicitana figurará entre las posibles beneficiarias de los fondos comunitarios de reconstrucción gracias a su apoyo. Un respaldo autonómico que ciertamente ha ido en aumento, toda vez que del préstamo participativo por importe de 100.000 € que le concedió el ejecutivo de Alberto Fabra, se pasó al de 200.000 de 2017 y al crédito subordinado por valor de dos millones que le adjudicó el de Puig en 2020. Y me atengo, en fin, a lo que representa que dos empresas valencianas, la primeriza Orbital y la antes mencionada PLD Space, formen parte de la UTE que va a lanzar 30 satélites de observación terrestre. En este contexto y sabiendo que la tendencia del Consell a reproducir la Administración central a escala experimentó una gran aceleración tras el regreso de Puig a palacio, no es descabellado aventurar la constitución de una agencia espacial valentina. Con base en el aeropuerto de Teruel, como PLD Space, o en el del abuelito. A convenir. Puig propició el nacimiento de sendas agencias de Innovación y de ¡Seguridad Ferroviaria!; pretende montar una AEAT casera, otra de Protección del Territorio y una tercera, por lo menos, de Modernización Burocrática o algo así, ¿y no va a lanzar una sideral? En un santiamén. La visita que sus desprendidos tesoreros, el consejero de Hacienda V. Soler y el director del IVF M. Illueca, giraron maravillados a la cohetería que PLD Space posee en Elche no hace más que agrandar mis sospechas.