Si hay dos pasiones que unen a las masas hoy en día son el fútbol y las series. Lógicamente los seguidores del primero andan huérfanos desde que las grandes competiciones tuvieron que suspenderse por la amenaza del coronavirus, así que han venido las segundas a echar una mano y calmar su mono. Es cierto que existen pocos títulos en torno a este deporte, cosa extraña teniendo en cuenta el gran interés que suscita, las intrigas y rivalidades que provoca, y las enormes cantidades de dinero que mueve. Quizá por la escasa tradición en el tema llama la atención 'Un juego de caballeros', que se puede ver en Netflix y que se aproxima a los albores del fútbol en Inglaterra, donde se inició este juego en el siglo XIX. Lo hace a través de la figura real de Fergus Suter, albañil al que se considera primer futbolista profesional reconocido. De su mano conoceremos cómo el fútbol no entendía de clases e interesó desde el principio a aficionados obreros y a burgueses, que se disputaban en los campos mucho más que los propios goles. Detrás de la propuesta se halla Julian Fellowes y su impronta se nota. El autor de 'Downton Abbey' no puede evitar que todo lo que toque tenga ese aroma a melodrama británico, en el que no puede faltar un almibarado romance y una exposición de las diferencias de clases. Es marca de la casa. Y en esta ocasión no ha sido para menos. 'Un juego de caballeros' toma al fútbol como hilo conductor para narrar, además, los inicios de los movimientos sindicales y las revueltas industriales y para tocar temas sociales como la adopción. Y esta combinación lo convierte en un buen drama de época, a pesar de que luego nos quedamos con más ganas de que ahonde más en los entresijos del balompié.