Inés del alma mía
EN DIAGONAL ·
ROSA BELMONTE
Jueves, 12 de noviembre 2020, 07:41
No sé cómo saldrá la arriesgada estrategia de Inés Arrimadas. Lo de pegarse al PSOE, pero no demasiado. No sé si podrá restregar a los críticos victorias vistosas. Pero ahí están (no están) los impuestos al diésel, a la enseñanza privada y a la sanidad privada. Líneas naranjas, líneas moradas y, lo peor, líneas rojas, que Arrimadas ha enarbolado para la enmienda a la ley Celaá. Para que no se blinde la inmersión lingüística (forzar a Sánchez a romper con ERC). Y mientras, las críticas desde dentro de Ciudadanos. Al suelo, que vienen los nuestros. Y lo mismo los nuestros (los suyos), el sector crítico, es el fantasma Rivera, que de Ciudadanos pasó a Malú, luego a tuitero y ahora a abogado del PP. Rivera es como 'Wakefield', protagonista del relato de Hawthorne. Un hombre vanidoso y egoísta que dice a su mujer que va a hacer un viaje de dos días y no vuelve más. Se queda a vivir enfrente de su casa y desde allí observa a su mujer durante años.