Quién le dice a Holanda que controle lo que trae de fuera

El país que solemos llamar Holanda se denomina ahora oficialmente Países Bajos, aunque la costumbre y la facilidad de derivaciones lingüisticas nos hace preferir el término holandés. Es decir, que no se vea en la reiteración del nombre de Holanda más que una comodidad, porque lo cierto es que resulta complicado conocer cómo denominar a los naturales de los Países Bajos, cuando queda claro que los habitantes de Holanda son holandeses.

Pues bien, los Países Bajos, u Holanda, es una nación admirable por múltiples consideraciones. La principal que nos trae aquí, la comercial. Son vendedores natos, y defienden a ultranza sus intereses, sin fisuras. Sólo así ha sido posible que un país pequeño goce de tan elevado nivel de vida y sea gran protagonista en múltiples facetas a nivel europeo y mundial, mucho más allá de lo que en principio cabría suponer por sus limitaciones geográficas o de tamaño.

El más reciente episodio lo hemos visto en la larga cumbre de la Unión Europea para decidir cómo financiar los planes de recuperación económica tras la pandemia, lo que llevó a que los países que, como Holanda, han de 'poner' más dinero en la mesa, en beneficio de quienes han de recibirlo, como España, cuestionaran formas y modos, sobre todo a cambio de qué, en qué condiciones y qué exigencias cabe imponer a los 'pobres' del sur para que estas nuevas 'inversiones' del norte sean recuperables. Porque unas lo serán por sí, habrá que devolver el capital, más intereses y las gracias por el favor, pero además habrá una parte, grande o pequeña, que será 'a fondo perdido', y esto no lo querrán perder porque sí y para siempre, algo habrá a cambio, aparte de la promesa de no volver a pecar más financieramente.

La realidad nos lleva al puerto de Rotterdam, por donde entran producciones hortofrutícolas de todo el mundo y se distribuyen a toda Europa. Un puerto que hace que Holanda sea, por ejemplo, un gran exportador de naranjas, que no produce, pero trae de Sudáfrica y de todas partes. Competencia directa para el citricultor valenciano, a veces en dumping y con plagas de cuarentena. Pero a ver quién le dice hoy a Holanda que sea más solidaria en esto y que controle mejor lo que trae de fuera. Con lo que acaba de 'ceder' en lo otro. Agárrense, que vienen curvas.