Fin de curso, fin de ciclo
Se imponen valores no consensuados mediante la asignatura de 'Educación en Valores Cívicos', una reedición de la polémica Educación para la Ciudadanía
LUIS GAMÓN ROBRESPRESIDENTE DE FCAPA (FEDERACIÓN CATÓLICA DE ASOCIACIONES DE PADRES DE ALUMNOS DE VALENCIA)
Martes, 7 de junio 2022, 00:03
Termina el curso escolar y la Conselleria de Educación todavía no ha concretado cómo va a afectar la LOMLOE a la Comunidad Valenciana. Aprobada en ... diciembre de 2020, en plena pandemia, esta nueva ley de educación supone, en opinión de muchos, un gran retroceso por diferentes y variadas razones, entre otras:
Se potencia el criterio de zonificación, con lo que los padres no gozan de libertad para llevar a sus hijos al colegio que desean, algo enormemente grave, ya que la zona es una cuestión coyuntural que puede obedecer a diferentes razones de todo tipo: sociales, de oportunidad, económicas... Condicionar el colegio al lugar de residencia supone una intromisión en la vida de la gente y en su libertad. Se pueden fomentar y facilitar determinadas soluciones, pero no a base de limitar la libertad de las personas. Tenemos la globalización para todo menos para elegir el colegio de nuestros hijos, ahí imperan las zonas que nos impone la Administración.
El Ministerio de Educación ha eliminado los exámenes de recuperación para la ESO (de 12 a 16 años) que las comunidades autónomas antes hacían en septiembre y ahora realizan mayoritariamente a finales de junio.
No hay límite de suspensos para pasar de curso y graduarse en la ESO. La premisa es que la repetición sea algo excepcional. ¡Y los estudiantes de Bachillerato podrán presentarse a la selectividad con una asignatura suspendida!
El género está presente hasta en las matemáticas. Sin embargo, los números romanos y la regla de tres desaparecen en primaria y los logaritmos en secundaria. Con la nueva ley, los colegios e institutos, más que transmisores de conocimientos, se van a convertir en espacios donde se enseña a los alumnos a comportarse de acuerdo con un código de valores predeterminado, en línea con la ideología de los partidos del Gobierno de coalición.
En Lengua Castellana y Literatura los niños harán «un uso ético y democrático del lenguaje»; en Geografía se les enseñará a «cuestionar modos de vida insostenibles» y a «adoptar hábitos de vida saludables»; en Economía, en Dibujo o en Matemáticas tendrán que hacer «un consumo responsable»; en Física y Química deberán «participar activamente en la construcción de una sociedad mejor».
El currículo se vacía de contenido y se priman las competencias por encima de los contenidos y de la memorización. Conducir a los jóvenes a no ejercitar la memoria es una carga de profundidad de enorme calado. Como decía Cicerón, «si ignoras lo que ocurrió antes de que tú nacieras, siempre serás un niño». Eso es lo que parece que quieren, jóvenes infantilizados, dóciles para la manipulación.
Se imponen valores no consensuados mediante la asignatura de 'Educación en Valores Cívicos', una reedición de la polémica Educación para la Ciudadanía de José Luis Rodríguez Zapatero, donde los alumnos aprenderán sobre «memoria democrática», «ecofeminismo», «ética de los cuidados» y «derechos LGTBIQ+», las banderas políticas del Gobierno. Pura ideología. Además, estas cuestiones están presentes en todas y cada una de las asignaturas, donde además de conocimientos se enseñan actitudes y tienen mucha presencia las emociones (por ejemplo, el polémico sentido socio-afectivo de las Matemáticas), bajando el nivel.
Se da un trato discriminatorio a la asignatura de Religión, que no contará con asignatura espejo, por lo que los alumnos elegirán entre irse al patio a jugar o quedarse en clase de Religión.
Sería deseable que desde el Ministerio y la Conselleria de Educación se contara con las familias y con las asociaciones que las representan para mejorar la legislación educativa y paliar la debacle que van a sufrir las próximas generaciones en su formación. Solo nos interesa una educación de calidad, al margen de la política y de los partidos políticos.
No solo estamos a final de curso, también se percibe un cercano fin de ciclo, así que este parece un buen momento para repensar de verdad a dónde nos conduce esta reforma educativa, con su insaciable deseo de control ideológico y de adoctrinamiento que lo impregna todo. Es nuestra responsabilidad buscar el bien común y el mejor futuro para nuestros hijos, facilitando una convivencia real en su día a día a lo ancho y largo de la Comunidad Valenciana.
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