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Valencia
Jueves, 22 de mayo 2025, 14:54
Los obispos de la Comisión para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la Conferencia Episcopal Española (CEE) han resaltado, «una vez más», el «valor» y ... la «dignidad» de toda persona humana, tras las declaraciones del obispo emérito de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, en las que relacionaba «la discapacidad física, intelectual o psíquica» con una «herencia del pecado» y por las que ha pedido disculpas.
Asimismo, la CEE, a través de su Área para las personas con discapacidad, asegura querer ser «reflejo del rostro materno de la Iglesia que reconoce, protege, acompaña y promueve» a las personas con discapacidad.
«Desde aquí alentamos y agradecemos todo servicio a las personas con discapacidad y agradecemos, como no, a las personas con discapacidad su vida, espíritu de lucha, su entrega, su capacidad de amar y ser amadas», señalan tras las palabras del obispo emérito que han suscitado una denuncia a la Fiscalía por parte del Ministerio de Derechos Sociales.
Los prelados acompañan sus palabras con un texto en el que recuerdan el reciente documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Dignitas infinita, de 2024, que señala que la Iglesia «reafirma y confirma absolutamente la dignidad ontológica de cada hombre y de cada mujer». «Apreciamos que la sociedad actual haya ido tomando conciencia de manera progresiva de la centralidad de la dignidad humana y que muestre una sensibilidad especial hacia los más débiles. Expresa el compromiso efectivo del cuidado hacia los más frágiles y los que experimentan una discapacidad que los hace especialmente vulnerables, pues reconocemos que, en nuestra realidad existencial, todos somos discapacitados y tenemos necesidad de los demás», añaden.
En este sentido, subrayan que el mensaje del papa Francisco cobra en este sentido una fuerza especial: ¡nadie se salva solo! La reflexión cristiana ha querido dar respuesta a esta situación de indigencia y debilidad congénita en la que se encuentra el ser humano.
Los obispos reflexionan sobre la cuestión ¿por qué existe el mal y el sufrimiento en el mundo? Y recalcan que la respuesta teológica es el «pecado original», «por el que la naturaleza humana quedó debilitada, sometida a la ignorancia, al sufrimiento, dominada por la muerte e inclinada al mal (CCE 418)». Esta es, según explican, la asociación de la enfermedad con el pecado, especialmente en el Antiguo Testamento, así como que Jesús curara toda dolencia al tiempo que perdonaba los pecados.
«Solo desde esta perspectiva puede vincularse la enfermedad al pecado, en tanto que este afecta existencialmente a todo ser humano y abre nuestra vida al amor de Jesucristo, en quien somos sanados y salvados. Todos, a pesar de la fragilidad de nuestra existencia, gozamos de una dignidad infinita e inalienable, de la que la Iglesia ha sido firme defensora a lo largo de la historia, antes incluso de que fuera reconocida por la Declaración Universal de los Derechos Humanos», añaden.
Por ello, reiteran la llamada de Francisco a reconocer en cada persona con discapacidad, «incluso con discapacidades complejas y graves», una contribución singular al bien común a través de su biografía personal, sabiendo que la dignidad de cada persona no depende de la funcionalidad de sus cinco sentidos, en referencia a su encíclica 'Fratelli tutti'.
«Es nuestra tarea dar voz a quienes son discriminados por su discapacidad», subrayan para recordar que esa atención se plasma a través de centros educativos, parroquias y otros organismos eclesiales.
Por otro lado, el Consejo de Servicios Sociales y Sanidad del municipio de Cocentaina, pueblo natal del obispo emérito de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, ha acordado por unanimidad «rechazar y reprobar» la «actitud» y las palabras que pronunció el pasado 11 de mayo en una homilía en Alba de Tormes, en las que el prelado relacionó «la discapacidad física, intelectual o psíquica» con una «herencia del pecado».
Así consta en un comunicado emitido por el Ayuntamiento de esta localidad a través de su página web, en el que resalta que este discurso de Reig Pla ha provocado «una oleada de indignación en buena parte» de España y recuerda que el Ministerio de Derechos Sociales ha denunciado ante la Fiscalía estas afirmaciones y ha presentado una queja ante el Defensor del Pueblo y la Conferencia Episcopal Española (CEE).
De esta forma, el Consejo de Servicios Sociales y Sanidad de este pueblo alicantino ha adoptado dicho acuerdo este martes por unanimidad y, por tanto, ha contado con los votos a favor «de todos los presentes en la reunión», incluidos los colectivos Associació de Veïns de Cocentaina, Acovifa, Aspromín, Solc, Projecte Somriures, Amico, Afama, Associació TEA-Asperger Font Roja Mariola, Col·lectiu 8 de Març, Somriu Ibi y los grupos municipales de Compromís, PSOE y Vox.
El concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento, Javi Sansalvador, ha afirmado que el consistorio «seguirá luchando de manera firme para defender los derechos fundamentales de las personas con discapacidad». «Debemos garantizarlos y levantar la voz cuando alguien trata de vulnerarlos», ha enfatizado.
Y ha continuado: «Es lamentable tener que ver, en pleno siglo XXI; estas actitudes de odio. Por suerte, estas palabras no representan a la mayoría de la ciudadanía contestana. Vivimos en una sociedad avanzada que no duda en unirse y condenar públicamente estas actitudes en contra de los colectivos más vulnerables».
El obispo Reig Pla aseguró que no era su «intención» ofender a las personas con discapacidad con las palabras que pronunció el pasado 11 de mayo en esa homilía, de acuerdo con un comunicado emitido por la diócesis de Alcalá de Henares.
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