Nueve horas aislada en un aula para hacer la oposición de Ginecología en Valencia
Un funcionario acompaña durante la espera a la adventista que pidió examinarse tras ponerse el sol y no al mediodía, como el resto de aspirantes
El aulario sur de la Universitat de València volvió a acoger una oposición. En esta ocasión sanitaria. Pese a las similitudes con cualquier proceso selectivo - ... tensión previa, familias a la espera y alivio a la salida- no fue uno más. Escondía una llamativa peculiaridad.
Centenares de aspirantes a un puesto funcionarial de Traumatología, Medicina Interna, Pediatría y Obstetricia y Ginecología templaban los nervios poco antes de las doce, cuando estaban convocados para acceder a las aulas. Pero una, médica aspirante a alguna de las 96 plazas de la última especialidad citada, tenía instrucciones diferentes: entrar al edificio, identificarse y quedarse aislada durante nueve horas, hasta la puesta del sol, cuando pudo contestar las 80 preguntas tipo test que horas antes respondieron los otros opositores. Así concilió su derecho de participación con sus creencias religiosas, como había dictaminado la justicia.
A finales de mayo la Conselleria de Sanidad decidió modificar la fecha de la prueba, a la que se habían inscrito 383 aspirantes, para cumplir con una resolución judicial derivada del recurso de esta opositora, de culto adventista, que alegó la imposibilidad de participar al haberse programado en sábado. Hay que tener en cuenta que los miembros de esta iglesia no pueden efectuar actividad económica ni laboral el citado día al considerarlo una jornada de culto y oración, salvo que estas se realicen tras la puesta de sol.
La profesional pidió inicialmente esperar a este momento o que se modificara el día previsto, que fue la opción por la que se decantó el departamento autonómico, que decidió pasar la oposición al día siguiente. La recurrente llegó a renunciar a esta segunda posibilidad, ofreciéndose a permanecer incomunicada hasta que le llegara el turno para garantizar la concurrencia en igualdad de condiciones de todos los opositores, evitando cualquier suspicacia.
La medida de Sanidad no gustó a muchos aspirantes, al entender que obligaba a modificar los planes previstos -como la realización de guardias- y perjudicaba especialmente a los opositores de fuera de Valencia que ya habían reservado la noche de hotel previa para llegar con margen a la sede. Al final, otro recurso presentado por el Sindicato Médico en la Comunitat (CESM-CV) forzó a la conselleria a volver a la primera opción: un examen con dos turnos que se celebró ayer. El primero, a las 12 horas y multitudinario, al que concurrieron 310 aspirantes, y el segundo, tras la puesta de sol, para la adventista.
Desde la conselleria explicaron que permaneció aislada en el aulario y que el proceso se desarrolló sin incidentes. Y fuentes universitarias precisaron por su parte que accedió a la sede a la misma hora que el resto y que permaneció en una clase del edificio hasta que llegó el momento, a partir de las 21.31 horas. Estuvo acompañada por un funcionario de la conselleria, según las mismas fuentes, y el personal de seguridad de la institución, encargado del buen desarrollo del proceso, también estaba pendiente por si precisaban algo. En principio el aulario permaneció abierto hasta la medianoche, una vez terminó la prueba y el tribunal correspondiente pudo abandonarlo.
Derechos de todos
«Era la solución más lógica, porque se respetan los derechos de todos y nadie resulta perjudicado», dijo Andrea, una joven que abandonaba el campus con varias compañeras para irse de comida. Irene, por su parte, también se felicitó de la decisión. «Si la hubieran dejado en domingo (la oposición) tendría que haber buscado a alguien para que cuidara de mi hijo porque mi marido tenía guardia», reflexionó.
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