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Las hermanas, en el acto de bienvenida a su llegada a Bocairente, antes de la clausura. Irene Marsilla
«Las monjas están conmocionadas»

«Las monjas están conmocionadas»

Reacción a la muerte del Papa Francisco de la comunidad de Carmelitas Descalzas del monasterio de Bocairent que reabrió en 2023 y del que recibieron su autorización y bendición

B. González

Bocairent

Lunes, 21 de abril 2025, 13:03

La muerte del Papa Francisco ha sorprendido al mundo entero después de que este Domingo de Resurrección, desde el balcón principal de la basílica de San Pedro, impartiera la bendición 'Urbi et Orbi'. Una noticia que ha traspasado incluso los muros de la clausura de monasterios como el de las Carmelitas Descalzas de Bocairent. La comunidad recibió hace apenas año y medio la bendición del Santo Padre, tras su llegada a este municipio de la Vall d'Albaida para volver a llenar de vida este convento cerrado durante dos décadas.

«Sobre las 9 de la mañana me he enterado a través del móvil y enseguida me han llamado. Alguien se lo ha dicho y están conmocionadas», asegura el párroco de la Asunción de Nuestra Señora de la Asunción de la localidad, Vicent Femenía, quien apunta que a pesar de tener una clausura estricta se han enterado a través del coro o el torno. «Alguien se lo habrá comunicado y me han llamado para preguntar qué hacían», indica el párroco, quien apunta que están a la espera de las instrucciones del Arzobispado, pero de momento han tocado las campañas de aviso de 'muerte solemne' a las 12 del mediodía y se volverán a tocar a las 8 de la tarde.

Y es que para esta pequeña comunidad de hermanas, provenientes de Piedrahita (Ávila), el Papa Francisco ha sido figura clave para poder continuar con su vida de dedicación a la oración, la contemplación, basada en la sencillez y en el aislamiento del exterior. Fue quien autorizó la fundación de la comunidad y morar el monasterio, hasta entonces cerrado, de Bocairent.

Además, según explica Femenía, las hermanas recibieron la bendición del Santo Padre. «A través de la Limosnería Apostólica (Dicasterio para el Servicio de la Caridad), pedimos la bendición y nos la concedió. Como regalo a las hermanas, enmarcamos el pergamino, algo que les hizo mucha ilusión».

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