Mislata recibirá desde este martes nuevos pacientes que se unirán a los 15 trasladados del Moliner
En el Militar hay abiertas 40 de las 78 camas disponibles, mientras en el Padre Jofré se van a mantener las habitaciones duplicadas pese a las críticas
Los nuevos pabellones del hospital Militar de Mislata ampliarán a partir de este martes su servicio, ya que el centro va a empezar a recibir ... nuevos ingresos. Después de que el pasado 28 de agosto fueran trasladados hasta allí los últimos 15 enfermos del Doctor Moliner de Serra, será esta semana cuando el nuevo complejo vaya ocupando sus habitaciones. Este martes van a ser tres enfermos los que está previsto que lleguen a lo largo de la mañana y en los siguientes días continuarán ingresando más pacientes crónicos de manera progresiva.
Debido a que de momento hay pocas personas, el centro no ha abierto aún las 78 camas que se han reformado y habilitado. Sólo están funcionando dos plantas con 20 habitaciones cada una, para un total de 40. Este martes ya habrá 18 de ellas ocupadas y a final de semana la cifra puede alcanzar la treintena. Conforme sigan llegando nuevos enfermos para quedarse ingresados en el complejo, el centro abrirá el resto de habitaciones.
Todos los pacientes que van a estos nuevos pabellones del Militar son enfermos crónicos o de larga estancia, que proceden desde los itinerarios establecidos por Sanidad, es decir enfermos que han estado ingresados en los últimos días en los hospitales La Fe, General, Arnau de Vilanova y Requena, ya sea por problemas como ictus, accidentes o patologías que requieran un proceso de recuperación y rehabilitación lento. Los pacientes del hospital Clínico y el Doctor Peset van preferentemente al Padre Jofré.
Sin embargo, la conselleria desvió el itinerario para los que pertenecen al hospital de Sagunto, que irán a La Magdalena de Castellón, y los del departamento de Xàtiva-Ontinyent, que tienen ahora como destino La Pedrera de Dénia, para no saturar este centro de Mislata, con menos capacidad de la que tenía el Moliner en Porta Coeli.
Sanidad ha decidido centralizar la gestión de los pacientes de los hospitales de crónicos (HACLE) a través de la dirección general de Atención Hospitalaria, que lidera Asunción Perales, ya que hasta ahora se encargaban cada departamento de salud, con el objetivo de canalizar mejor los pacientes y evitar que un centro se sature.
Obras en el exterior
En el Militar han acabado la reforma y ampliación de estos nuevos pabellones, pero continúan con las obras en diversas zonas. Especialmente en el exterior, donde están pavimentando y arreglando espacios ajardinados, lo que provoca que los obreros cruzan constantemente por dentro del nuevo edificio de administración con las carretillas de obra, y además hay una gran grúa en funcionamiento, lo que provoca ruidos en el entorno que pueden afectar al descanso de los nuevos pacientes. Cabe recordar que en este complejo sanitario de Mislata ya se atendía desde hace años a pacientes en urgencias, resonancias, mamografías y cuidados paliativos del departamento de Manises, donde hay enfermos ingresados. Pero están en una zona distinta a la que se ha acaba de estrenar para crónicos.
Y mientras en Mislata poco a poco van llegando los enfermos pero sobran camas libres, en el hospital Padre Jofré de Valencia se van a mantener las habitaciones dobladas, pese a las múltiples críticas que ha provocado esta decisión entre familiares, pacientes y empleados, por la falta de espacio que hay. Aunque nunca se han llegado a usar a la vez los 30 cuartos que se duplicaron, sí la mayoría de ellos, lo que según los usuarios está creando masificación y peor atención en un centro que hasta junio funcionaba muy bien. También se queda en este centro el personal que fue trasladado desde el Moliner para atender a estos enfermos, que procedían de la lista de espera del hospital de Porta Coeli.
Precisamente en el Moliner, tras haberse vaciado de pacientes, trabajadores y mobiliario (camas y mesitas que se han llevado a Mislata y al Jofré), va a comenzar en los próximos días la reforma integral para corregir sus graves problemas estructurales que padecía desde hacía ya años. La reforma durará cinco años y a causa de los daños que tenía, Sanidad decidió en abril que no podía acometer la obra por fases sin sacar a los pacientes, como estaba previsto inicialmente, así que optó por el cierre total.
Una situación que provocó este proceso de traslado a Mislata y al Jofré, así como también que se incentivaran las altas de los ingresados en Porta Coeli para su atención hospitalaria domiciliaria, que asegurase un adecuado seguimiento asistencial sin necesidad de ocupar una cama, y así se ha podido llegar a la fecha del traslado del 28 de agosto con sólo 15 pacientes.
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