Las lluvias garantizan el agua hasta 2026 y benefician al campo

En definitiva, las lluvias han sido muy positivas para el campo. El aumento de las reservas de los pantanos ha sido generalizado aunque los mayores incrementos se han registrado en los embalses situados en la mitad norte de la Comunitat. De hecho, algunos están soltando agua porque ya han llegado a su máxima capacidad como lo que está ocurriendo en Forata, Ulldecona o Arenós, entre otros.

La evolución de Arenós, según explica Pascual Broch, presidente de la Federación de Comunidades de Regantes de la Comunitat (Fecoreva), ha sido especialmente espectacular porque en estos momento se encuentra al 90%. Pero el Regajo, con una capacidad total de 6 hectómetros cúbicos, almacena 4,65 hectómetros y se encuentra al 78% cuando el pasado lunes estaba al 68% ,

El incremento también ha sido notable en Forata que está desaguando a un ritmo de ocho metro cúbicos por segundo, un hecho que ha levantado la alerta entre los municipios ribereños del río Magro. En general, todos los pantanos se han movido al alza en sus reservas. Los tres días de lluvias con una intensidad moderada han permitido recargar las presas. El incremento ha sido generalizado. Se puede ver en embalses como los de Tous, Buseo, Regajo Arenós, Ulldecona o María Cristina, entre otros. Así el de Sichar ha pasado de tener unas reservas del 46% el pasado lunes 3 de marzo hasta que el viernes 7 de marzo este nivel ha llegado al 55,9%. Nueve puntos más en menos de una semana. El de Ulldecona estaba al 79,8% y en estos días de lluvias ha dado un salto hasta el 83,6%.

La situación es totalmente diferente a la del anterior año hidrológico donde no llovió prácticamente nada en otoño, invierno y primavera y se llegó al verano con sequía lo que obligó a imponer restricciones al riego. Además, la Generalitat tuvo que hacerse cargo de enviar camiones cuba a algunas localidades del interior de Valencia y Castellón para evitar que muriera el ganado de cabras o vacas.

La situación este verano será mucho mejor. En eso coinciden todos los regantes. El presidente de los regantes del Turia, José Soria, se mostró convencido de que las restricciones se levantarán en la próxima comisión de desembalse pero ya oficiosamente se han suprimido. Estas limitaciones recortaban en un 20% los cupos de agua en el caso de los riegos modernizados y un 15% en los tradicionales. De esta forma, el sistema Turia entra en una situación de normalidad pese a que antes de las lluvias de los últimos días se encontraban en prealerta.

Además, según ha explicado Soria, hay reservas para toda esta campaña aún en el caso de que no llueva más en primavera. Y, por supuesto, está garantizado el consumo humano. «Se augura un buen año hidrológico», ha expresado el presidente de los regantes del Turia.

En el mismo sentido se ha pronunciado Pascual Broch que ha explicado que el agua está asegura para las campañas de riego de este año y del próximo si se utiliza racionalmente con riego por goteo y sin hacer grandes dispendios. «Hay que tener en cuenta que se ha ahorrado por partida doble. Por una parte, ha entrado agua en los pantanos mientras que por otro lado no ha hecho falta regar», ha explicado Broch.

Las lluvias también han sido positivas para el campo. «Por un lado se han llenado embalses y se ha ahorrado agua de riego», explican fuentes de AVA. En la misma línea, las lluvias han permitido regar los cultivos que se habían inundado en la dana del 29 de octubre y donde las inundaciones habían arrasado con las infraestructuras hídricas.

El temporal de lluvias ha tenido en líneas generales una incidencia positiva en el sector agrario, según una primera evaluación de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).

En la mayoría del territorio el agua está siendo bien recibida, especialmente en zonas del interior como el Alto Palancia, el Alto Mijares, Els Ports, los Serranos, Utiel-Requena, el Valle de Ayora-Cofrentes y la Hoya de Buñol, entre otras. En estas comarcas, donde la sequía del año pasado y de las últimas semanas ha venido castigando con dureza a los cultivos y pastos, las lluvias están contribuyendo a humedecer la tierra y recargar embalses.

Concretamente, el agua está siendo muy beneficiosa en el desarrollo de los cereales de invierno, que se encuentran en época de germinación, así como en otros cultivos que están empezando su ciclo vegetativo de cara a la próxima campaña. Asimismo, en regadío, las precipitaciones permiten un ahorro de los costes de producción, especialmente en riego de explotaciones que, en muchos casos, ya se estaban regando. Todo ello, pese a los casos puntuales donde las lluvias han provocado arrastres de tierra y dificultades de acceso a los campos. En estos casos, la asociación muestra su inquietud ante los encharcamientos en ciertas zonas, ya que, si el temporal se prolonga se incrementará el riesgo de aparición de hongos por exceso de humedad.

De manera excepcional hasta el momento, la lluvia está generando preocupación en el cultivo del almendro, en aquellas variedades de floración tardía como la Vayro, Lauranne o Constantí, en las que la almendra todavía no está formada. La persistencia durante un tiempo excesivo de la lluvia podría afectar negativamente a la fecundación de las flores. Esto se sumaría a la dificultad de la polinización, ya que la presencia de viento y la elevada humedad impiden el vuelo de abejas y otros insectos polinizadores.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, ha incidido, con motivo de este nuevo temporal de lluvias, en «la necesidad urgente de impulsar las infraestructuras de almacenamiento, retención y conducción de agua en la Comunitat Valenciana, ya que aunque las precipitaciones han sido abundantes, la falta de estas dotaciones ha llevado a que gran parte del agua se desperdicie, sin aprovechar su potencial para el abastecimiento ante futuros episodios de sequía».

Otro de los factores a los que han contribuido las lluvias es que ha parado la recolección de los cítricos lo que puede contribuir a animar la demanda y a conseguir mejores precios.