Las lluvias amenazan unos barrancos todavía a medio arreglar
La reparación de taludes prosigue en el Poyo y Horteta, cuya conexión al nuevo cauce sigue en fase de proyecto
Se acerca el otoño y con él llegarán las lluvias. Los valencianos vuelven a mirar con aprensión a esos barrancos que durante décadas no fueron ... más que una zona verde que atravesaba sus pueblos, entornos donde salir a correr o a pasear al perro. Sin embargo, tras octubre de 2024 las ramblas se han convertido en otra cosa, en una cicatriz amenazanate, en los zarpazos de un monstruo marcados en el barro. Llegarán las lluvias y los barrancos no están adecentados para resistir con garantías episodios de inundaciones, que no tienen por qué ocurrir pero que si ocurren encontrarán a las localidades alrededor del Poyo y de Horteta casi tan indefensas como aquella oscura tarde de octubre.
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Según informa la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), los trabajos en el Poyo y Horteta no han terminado. Se prevé que lo hagan a finales de este año o comienzos del siguiente y en ellas el organismo de cuencaha invertido 20 millones de euros. Las obras se centran en reponer y reconstruir los taludes y los márgenes del barranco en Picanya, Paiporta, Catarroja y Massanassa. Según explican desde la CHJ, el refuerzo de los laterales del Poyo está por finalizar en un tramo entre los términos municipales de Picanya y Paiporta. En el caso de Horteta, que ahora sabemos que aportó buena parte del agua que arrasó l'Horta Sud el 29 de octubre, la intervención permite mejorar la estabilidad de las márgenes del barranco situados aguas abajo del Pont Nou, donde se ha optado por levantar un muro de escollera para mejorar la protección de la zona.
También avanzan, aunque a paso lento, las obras en el nuevo cauce del Turia, después de los distintos desacuerdos entre el organismo de cuenca y el Ayuntamiento de Valencia. La CHJlleva sus propios plazos mientras que el Consistorio del Cap i Casal aprieta para empezar ya las obras con miedo a que lleguen las lluvias y se encuentren el plan sur, que salvó la ciudad en octubre, todavía con cañas y restos arrastrados por la dana (se ven claramente en el puente del tren pasado Vara de Quart en dirección puerto). Las obras llegaron el 29 de julio al término municipal de Valencia después de que el primer tramo, entre el azud del Repartiment y el intermedio de Xirivella, terminaran a mediados de julio. La actuación en el tramo de Valencia se retrasó a finales de ese mes «por constatarse un flujo considerable de aguas sobrantes de las concesiones de riego, además de los vertidos al cauce procedentes de la EDAR de Quart-Benáger, que hasta el pasado 4 de julio no contaba con el suficiente tratamiento para la reutilización de su afluente, como consecuencia de los desperfectos ocasionados por la dana en sus instalaciones. Esto hacía que en el azud Intermedio se acumulara el agua y fuera imposible acceder al cauce».
«Una vez solucionados los problemas en la depuradora y, por tanto, los vertidos al nuevo cauce, se procedió a construir una rampa para salvar el desnivel que produce el cuenco de amortiguación en esta zona y abrir los accesos necesarios para continuar con los trabajos, que hoy han llegado hasta el término municipal de Valencia y que continuarán durante las próximas semanas hasta llegar a la desembocadura. Los trabajos consisten en la retirada de residuos y elementos obstructivos acumulados, gran parte de ellos retenidos en las pilas de los puentes», indican desde la CHJ.
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Lo que no se ha llevado a cabo aún, y tardará años, es la conexión de los barrancos afluentes del Poyo con el nuevo cauce del Turia. El proyecto presentado por la CHJse ha encontrado con importantes reservas del Ayuntamiento de Valencia pero el organismo de cuenca ya sabe que tendrá que hacer obras en el plan sur para ampliar su capacidad si pretende inyectarle unos 800 metros cúbicos por segundo procedentes de Horteta a un cauce que el pasado 29 de octubre estuvo cerca de no aguantar la crecida que venía desde Chiva.
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Avances en el bajo Turia
Sí ha habido importantes avances en el bajo Turia. De hecho, este mes se han dado por terminados los trabajos en Albalat de la Ribera, Polinyà del Xúquer, Riola, Fortaleny, Sueca y Cullera. Las actuaciones, incluidas en la obra de emergencia para la reparación de daños en cauces, se han centrado en la reconstrucción de las motas de protección, reposición de los caminos de servicio, retirada de elementos obstructivos y la restauración y refuerzo de las márgenes del cauce. Se han realizado alrededor de una treintena de actuaciones que, principalmente, se han centrado en la protección de los núcleos urbanos.
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Estos trabajos tenían el objetivo de restaurar y recuperar la funcionalidad de los cauces, así como restituir el terreno perdido en favor del río. Para lograrlo, desde el organismo se apostó por estabilizar las márgenes a través de muros de escollera. «Se ha optado por esta solución porque la experiencia nos dice que es la que mejor funciona ante este tipo de episodios», explican desde la Dirección Técnica del Organismo. Los muros de escollera están formados por rocas muy pesadas, entre 1,5 y 2 toneladas, que consiguen mejorar y aumentar la estabilidad de unas márgenes que anteriormente no disponían de una defensa tan resistente. Este sistema es el que se ha utilizado en Albalat de la Ribera, donde se ha intervenido a la entrada y salida del municipio. «La escollera debe resistir crecidas similares a la que sufrimos en octubre y por eso hemos elevado su altura hasta la máxima cota posible», comentan. Entre los términos municipales de Polinyà del Xúquer y Riola, se ha reconstruido una mota antiinundaciones que quedó destruida el día de la dana.
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