Uno de los investigados en la estafa de 30 millones a bancos de Valencia se encuentra preso en Colombia
El juzgado está a la espera de la extradición del supuesto colaborador del cabecilla, un ciudadano holandés
La estafa de 30 millones de euros a entidades bancarias con oficinas en Valencia cuenta, por el momento, con tres investigados. Las diligencias apuntan ... a que los miembros de la pareja que tiene la doble nacionalidad colombiana y austriaca serían los cabecillas de la trama. El tercero de los imputados, un ciudadano holandés, actuaría de colaborador.
Este último se encuentra ya localizado. El sospechoso está preso en una cárcel de Colombia. Las penitenciarias del país suramericano son radicalmente diferentes a las españolas. Las tasas de hacinamiento y las condiciones multiplican el ya penoso trance que supone estar privado de libertad.
El hombre permanece a la espera de que se resuelva el trámite administrativo habitual en este tipo de traslados. Se trata de un proceso en el que participa el Ministerio de Justicia y Exteriores. Al llegar a España, deberá comparecer en el juzgado de Instrucción 17, que comanda las diligencias. Su declaración puede resultar clave para aclarar aspectos de la red o el destino del dinero desviado.
La investigación no se encuentra en una fase embrionaria -el caso arrancó en el verano de 2021- pero sí que se trata de un asunto algo complicado. De hecho, se han tenido que oficiar comisiones rogatorias a los supuestos clientes de la empresa de tecnología, todos ellos líderes en sus sectores. Los presuntos estafadores trataban de esta forma de obtener una imagen de prestigio y solvencia. Llama la atención que no trabajaran con firmas españolas.
Las autoridades judiciales han conseguido bloquear algunos bienes, entre ellos un propiedad inmobiliaria de lujo
La causa se encuentra abierta por delitos de estafa, falsedad documental, pero también alzamiento de bienes, según la información que maneja LAS PROVINCIAS. La actuación judicial, por ejemplo, ha permitido ya bloquear alguna propiedad inmobiliaria de lujo.
El método de la estafa no es sencillo. El cabecilla logró diferentes líneas de financiación con las respectivas entidades, todas con oficinas en Valencia. Para ello, se presentaba como el dueño de una empresa relacionada con servicios de 'big data' (estudio pormenorizado de numerosas variables y las conclusiones que ofrece), Inteligencia Artificial y, en definitiva, trabajos relacionados con la sociedad de la información.
De esta forma, la mercantil logró numerosas líneas de financiación. Un dinero que quedaba a su disposición durante un tiempo y que luego debían devolver con intereses. Todo funcionó hasta que saltó la alarma de una de las entidades afectadas ante la posibilidad de un blanqueo. La cuenta desde donde transferían el dinero era opaca. Se desconocía quién estaba detrás de esas transferencias. Un extremo que todavía hoy sigue sin despejarse.
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