Así se investiga un incendio forestal
Agentes del SEPRONA detallan cuál es el proceso que siguen para esclarecer las causas de un fuego forestal
FERNANDO PAJARES
Valencia
Viernes, 29 de julio 2022, 01:41
Una de las 13 patrullas con las que cuenta el SEPRONA en la provincia de Valencia evitó un incendio forestal el pasado 5 ... de julio. Los agentes, que vieron impactar un rayo en la zona de Cerro Negro, próxima a la aldea de Baldovar de Alpuente, acudieron inmediatamente al lugar a sofocar el fuego con ayuda de un extintor y unas ramas verdes a modo de batefuegos e impidieron su propagación hasta que llegaron los bomberos. Un equipo de LAS PROVINCIAS se ha desplazado al lugar de los hechos para comprobar de primera mano cómo son las investigaciones que llevan a los agentes a determinar las causas de un incendio, así como a encontrar a los responsables si es que el fuego ha sido provocado.
Cuando los bomberos consiguen controlar el incendio, la Guardia Civil abre una investigación para esclarecer las causas del mismo. Para poder lograrlo, los agentes primero deben averiguar dónde se originaron las llamas. «Nuestra misión principal cuando llegamos al incendio consiste en investigar el lugar de inicio y el motivo por el que ha comenzado el fuego», informa Alfonso Cabrera, cabo primero del SEPRONA, y explica: «Lo que hacemos es reconstruir el avance del fuego pero en sentido contrario. Los bomberos nos informan de dónde estaba el fuego cuando ellos llegaron y, a partir de ahí, nosotros trabajamos hacia atrás, hasta localizar el punto en el que se originó el incendio».
Para lograr su objetivo, los agentes leen las marcas que el fuego deja en los árboles, piedras y matorrales. Una vez hallada la zona 0, se procede a realizar la búsqueda de pruebas e indicios, la cual puede ser llevada a cabo por los propios agentes del SEPRONA en incendios de menor entidad, o bien por el equipo de investigadores del EPRONA en los casos más graves.
Una vez los agentes acotan un perímetro en el que consideran que comenzó el fuego peinan la zona delimitada en busca de indicios y pruebas que determinen las causas del inicio. En el caso del incendio de Cerro Negro, el equipo de investigación halló el árbol donde impactó el rayo fijándose en la resina que tenían los árboles. En este tipo de incendios, cuando del árbol emana gran cantidad de resina significa que el árbol está dañado y que muy probablemente ese es el punto donde impactó el rayo y empezó a propagarse el fuego.
En los casos de incendios provocados, los investigadores recogen cualquier indicio de prueba y la examinan como si de cualquier otro tipo de delito se tratase. De hecho, la escena es prácticamente idéntica a las de los robos u homicidios. Los agentes precintan la zona para que nadie pase y entorpezca las labores de investigación y siguen un cuidadoso proceso para lograr averiguar la causa y la autoría. Numeran las pruebas, realizan fotos de las mismas y marcan las coordenadas en las que se han hallado. «Las causas pueden ser múltiples, desde un cigarro o una vela, hasta una radial o un combustible», explica Cabrera. «Hace poco tuvimos un incendio originado por un tren que circulaba a gran velocidad por una curva, debido a la fricción de las ruedas con las vías saltaron chispas que cayeron junto a unos matorrales secos que se prendieron rápidamente y derivaron en un incendio forestal», puntualiza.
Cuando se tienen certezas de que el incendio es provocado la Guardia Civil hace uso de todos los medios posibles para hallar al responsable. Los agentes buscan huellas y pisadas, rodaduras de coches, incluso posicionamientos de telefonía móvil e imágenes aéreas y satelitales, y elaboran una tesis en torno a quién es el responsable y, si dicha tesis se confirma, se procede a ir a por el autor de los hechos.
¿Cuáles son las causas de los incendios?
Carlos Domínguez, capitán del SEPRONA Valencia, ha detallado a este medio los diferentes tipos de causas de los incendios. La distinción fundamental es la de naturales o provocados. Los primeros están originados por tres razones: rayos, volcanes y meteoritos; en cambio, los segundos merecen ser explicados más detalladamente.
Dentro de los incendios provocados cabe distinguir si es o no intencionado. Los no intencionados, a su vez, se dividen en 2 subcategorías. En primer lugar, están las causas negligentes que son aquellas que se tienen lugar como consecuencia de realizar una actividad susceptible de iniciar un incendio, como por ejemplo, operar con una radial cerca de una zona de vegetación. En segundo lugar, están las causas fortuitas, que son fruto de la realización de una actividad no considerada de riesgo.
Por otra parte, están los intencionados. En este caso cabe diferenciar a dos figuras. El pirómano es una persona que padece un trastorno mental y que quema el monte porque hacerlo le produce placer. En cambio, el incendiario es aquella persona que provoca el fuego para conseguir un beneficio, como podría ser la recalificación de un terreno.
«Tanto a aquellos que originan un fuego intencionadamente, como a aquellos que lo hacen por una conducta negligente, se les persigue por vía penal», confirma el capitán Domínguez, y añade: «La sociedad debe saber que aquellos que cometen delitos forestales no salen impunes».
Los datos provinciales
En lo que va de año, tres de cada diez incendios son por causas naturales. Entre negligentes y fortuitos constituyen el 50 %. El 20% restante se atribuye a incendios intencionados.
El 100% de los incendios naturales en los últimos diez años ha estado originado por el impacto de rayos sobre masa forestal.
Se calcula que el 65% de los las causas de los incendios han quedado esclarecidas. En el caso de los incendios provocados, la Guardia Civil ha logrado dar ya con el 60% de los responsables en lo que va de año.
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