La falta de protocolo de emergencias en la presa de Buseo impidió alertar a la población
El embalse, a punto de desbordarse el 29-O, lleva 15 años inmerso en la implantación del sistema, según un informe para la jueza
El envío de documentación a la jueza encargada de la instrucción que investiga los hechos del pasado 29 de octubre vuelve a despejar nuevas incógnitas. ... Un nuevo informe presentado a la magistrada evidencia que no se activaron los protocolos de aviso a la población cercana a la presa de Buseo porque no está operativo su Plan de Emergencia. Aunque cuesta creerlo, este tipo de documento no se encontraba terminado tras 15 años inmerso en procesos burocráticos.
La Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones establece que todas las presas de tipo A o B según su riesgo deben contar con un Plan de Emergencia. El embalse de Buseo (catalogado como tipo A) remitió dicho plan a la Dirección General del Agua del Estado 2010. Según el informe, este documento se sometió a análisis hasta que en enero de 2013 se enviaron subsanaciones necesarias para su aprobación.
Fue ese mismo año cuando la titularidad de la presa pasó a manos de la Generalitat tras la disolución de la Fundación Medio ambiental de la Comunidad Valenciana Buseo (encargada del embalse hasta la fecha). Sin embargo, su gestión no se asignó a ningún órgano gestor de la administración y no fue hasta 2016 cuando se asignó la presa a la Dirección General del Agua de la Generalitat un duro episodio de lluvias ocurrido en la provincia ese mismo año. Según el informe, no es hasta 2020 cuando se redacta un plan que subsana los cambios que reclamaba el Gobierno allá por 2013.
Como en un partido de tenis, el Plan de Emergencia de Buseo pasó de una administración a otra para realizar correcciones hasta tres veces hasta que finalmente la presa contó con un documento aprobado el 18 de julio de 2023. Con este contexto, la conselleria de Agricultura (gestora del embalse) alega en el informe que el plan cuenta con un periodo de implantación de cuatro años desde su aprobación (julio de 2027). Por este motivo, el 29 de octubre no se activaron los protocolos de aviso a la población recogidos en el Plan porque éstos no están implantados ni operativos en la actualidad. 15 años de pura burocracia para que el día de la mayor tragedia del siglo no se pudiera avisar a los pueblos aguas abajo de la presa por falta de protocolos.
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Al rescate de la presa de Buseo
El 29 de octubre las lluvias provocaron que el agua embalsada desbordase la estructura hasta 2,5 metros por encima de su coronación. El día de la tragedia, el personal que vigilaba el embalse se quedó ciegas para medir el agua contenida, pues el medidor del SAIH (de la CHJ) quedó arrasado. Las condiciones meteorológicas hacían imposible la toma de datos en la escala manual (la otra forma de medida en la presa), ya que era imposible acceder al encontrarse ubicada en la margen derecha y estar el agua circulando sobre el camino de coronación (la caseta del personal está en el margen izquierdo). Del mismo modo, al tratarse de una estructura de 100 años de antigüedad, tan sólo alivia agua por un labio fijo situado a su margen derecha. Los desagües de fondo (aterrados desde hace años) y los pensados para el riego no podrían haber hecho nada ante los 1400 m3/s de agua que se registraron aquella noche.
A ciegas y sin protocolos de aviso, el agua desbordó en Buseo y acabó de paso por poblaciones arrasadas como Sot de Chera, mientras los ojos y los avisos de las autoridades hasta la mañana del 30 de octubre se centraron exclusivamente en Forata.
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