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Estado de los arrozales en Massanassa el pasado enero. Iván Arlandis

La factura que la dana dejó en la Albufera

El impacto económico del desbordamiento del Poyo supera los 115 millones de euros: una cifra conservadora pendiente de una evaluación final

Jorge Alacid

Valencia

Domingo, 18 de mayo 2025, 01:01

Salvador Alapont preside la cooperativa de arroz de Massanassa, cuya sede se localiza a orillas de la Albufera, vecina del barranco del Poyo. Unas ... instalaciones que quedaron arrasadas la tarde del 29 de octubre, aunque cuando lo cuenta aún respira aliviado, porque no hubo que lamentar víctimas mortales entre los trabajadores y cooperativistas y, también, porque su propia familia se pudo poner a salvo. No ocurrió lo mismo con las toneladas de arroz almacenado en sus silos, que durante largas semanas estuvieron expuestas al aire, en proceso de putrefacción, pasto de las gaviotas y otras aves. ¿Cuánto dinero perdió la cooperativa? Alapont no lo sabe. Aún está pendiente de una evaluación definitiva de daños, aunque la cifra será elevada. Cuando se determine, como ocurre en otros casos semejantes sobre todo del sector agrario y transformador, esa partida se añadirá a los más de 115 millones de euros que ahora mismo representa la factura que la dana dejo en la Albufera.

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Esa cuantía sale de la auditoría practicada por distintas administraciones, aunque la parte central debe endosarse a la Generalitat. La Conselleria de Medio Ambiente ha ido monitorizando los desperfectos que la salvaje inundación de hace casi siete meses provocó en el valioso parque natural y sus resultados son desoladores, porque invitan a pensar en la abrumadora tarea de reconstrucción pendiente: según sus cálculos, las afecciones deben desglosarse teniendo en cuenta una derrama principal de 20 millones de euros, destinados a la limpieza y restauración de las infraestructuras más dañadas. A partir de ahí, el listado suma otras asignaciones presupuestarias. Es el caso de las que el Consell tuvo que dedicar 12,5 millones en actuaciones indirectas, que también provienen de la necesidad de restaurar la buena salud del parque; por ejemplo, un ambicioso plan de eliminación de los vertidos que llegaban al Poyo y tributaban, por lo tanto, en la Albufera.

Un esfuerzo económico al que debe añadirse otros dos millones, lo que cuesta un sistema de sensorización (el llamado gemelo digital) que también se ha contratado para mejorar la salud del lago y su entorno. Inversiones a las que, además, se anotan otras de difícil cuantificación, procedentes igualmente desde la Administración autonómica, aunque con cargo al área de Agricultura, competente en el arreglo de caminos rurales, a cuyo cargo se endosa la principal contribución a aliviar la terrible situación en que quedó el sector primario. En total, 72 millones de euros entre actuaciones de mejora de los cultivos y ayudas a los arroceros.

Este soporte financiero que percibirá el sector agrario forma parte de un paquete de subvenciones al que contribuye también el Ministerio de Agricultura, consistente en 3.000 euros por hectárea a los dueños de cultivos arrasados por la dana. Son parcelas diseminadas sobre todo, como en el caso de la mencionada cooperativa de Massanassa, en la zona norte de la Albufera. Municipios como Alfafar o Catarroja y tantos otros que vieron las cosechas perdidas o gravemente afectadas cuando hicieron balance de daños al día siguiente de la riada. No ocurrió lo mismo en las localidades situadas más al sur, en el entorno de Sueca, cuyos agricultores pudieron esquivar las consecuencias de la crecida del Poyo: el desbordamiento se cebó por el contrario en aquellos pueblos situados en la zona cero que también han tenido que movilizar los fondos necesarios para la reconstrucción.

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La suma de todos ellos arroja una cifra total pendiente todavía de precisarse. Es decir, que al presupuesto movilizado desde Medio Ambiente (34,5 millones) y Agricultura (72 millones) se tienen que agregar las inversiones del ministerio y las gestionadas en el ámbito local para que la Albufera recobre la buena salud perdida, lo cual arrojaría una cantidad superior a los 110 millones de euros sólo con registrar los que aporta el Ayuntamiento de Valencia, otra administración implicada directamente en la gestión del parque natural: 8,7 millones para actuaciones dirigidas directamente a la recuperación del lago. En total, más de 115 millones.

La cuantía final, sin embargo, se desconoce. Tal vez nunca se llegue a concretar en detalle, porque debe entenderse que las inversiones en los términos municipales de los pueblos ribereños del parque no discriminan del todo qué derramas van directas a la Albufera y cuáles se destinan a recuperar infraestructuras aledañas o relacionadas con su gestión. Ayuda, sin embargo, saber que algunos estudios, como el dirigido para la Universitat de València por el catedrático de Geografía Jorge Hermosilla, sí han determinado con un grado superior de concreción cómo los cultivos –en general de l'Horta Sud– se vieron devastados por la peor catástrofe natural de la Historia de España. Su estudio concluye que las consecuencias en los sistemas de regadío y distribución parcelaria sufrieron daños por valor de 5,45 millones: cabe pensar que entre ellas se encuentran las fincas de arroz de la Albufera, entre otros cultivos.

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¿Resumen? Que tardaremos en saber la factura total que la dana provocó en la Albufera en daños económicos pero sí conocemos ya que se trata de una cantidad gigantesca. Una herida sin precedentes que exige una movilización a la altura de semejante reto.

72

Millones de euros ha destinado la Conselleria de Agricultura de la Generalitat a paliar los efectos de la dana, entre ayudas a los arroceros y ayudas para restablecer los cultivos.

20

Millones destinó la Conselleria de Medio Ambiente para la limpieza del parque y la restauración de infraestructuras dañadas. También movilizó otros 12,5 para eliminar vertidos y 2 millones para un sistema de sensorización.

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3.000

Euros por hectárea es la cantidad asignada por el Ministerio de Agricultura para aliviar a los arroceros cuyos cultivos arrasó la riada. Una partida que el Consell ve insuficiente.

8,7

Millones dedicó el Ayuntamiento de Valencia a actuaciones dirigidas directamente a recuperar el lago y su entorno.

5,4

Millones es la cifra que calcula un estudio de la UV que detalla los daños en el sector agrario de toda l'Horta Sud.

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