El embudo del Poyo generó un tsunami: de 1.300 a 100 metros cúbicos por segundo
En apenas tres kilómetros, el cauce pasa de ser una autopista a convertirse en una tubería, un hecho que provocó el arrastre de toneladas de tierra de cultivo a la Albufera
La dana del 29 de octubre hizo aflorar un ramillete de problemas, errores y falta de planificación que, meses después de la tragedia que se ... llevó la vida de 228 personas, ni se han solucionado ni se van a solucionar a corto plazo. El nombre de la rambla de Poyo se quedará para siempre en la memoria colectiva de los valencianos, que pasarán el relato entre generaciones, para recordar no sólo a las víctimas sino a la improvisación y a la estructuras mal concebidas para tratar de proteger a la población.
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Uno de los grandes problemas de la última riada está en los terrenos colindantes a la A-3 en sentido Valencia, en el área de terrenos y campos de cultivo que hay entre la rambla de Poyo y el barranco de Gallego. Este, sin duda, es el gran embudo de toda la cuenca del barranco y el punto en el que la fuerza del agua arrastró toneladas de tierra que se convirtieron en barro hasta llegar a la Albufera, que está al borde del aterramiento.
En el informe pericial presentado ante la jueza Nuria Ruiz Tobarra por parte de AVA-Asaja, el colegiado Teodoro Velázquez determina como uno de los grandes problemas está en ese tramo, que tuvo una importancia relevante en el desarrollo de la tragedia.
El informe concreta que uno de los grandes problemas en el Poyo comienza aguas abajo del cruce entre la A-3 y la A-7. Junto al polígono de Riba-roja, a la altura de donde está el aforo de la Confederación Hidrográfica del Júcar, el cauce tiene una capacidad para acoger 1.300 metros cúbicos por segundo. Un espacio ancho, preparado para engullir el agua producto de fuertes lluvias. La tarde del 29 de octubre, por ese paso se registraron más de 2.000 metros cúbicos por segundo, hasta que el aforo fue arrastrado y dejó de mandar datos.
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Pero el caos se genera cuando ese posible caudal de máximos de 1.300 metros cúbicos por segundo tiene que entrar un par de kilómetros después por un cauce que tiene una capacidad máxima de entre 100 y 120 metros cúbicos por segundo justo por detrás del polígono industrial del Oliveral, a espaldas del conocido restaurante de carretera Chuletas Pepe, donde hay un codo imposible en el cauce, por donde no cabe el agua.
Esta situación provocó que el caudal que venía desde aguas arriba, arrastrando árboles, residuos y vehículos de las plataformas logísticas del Circuito de Cheste, abriera los campos de cultivo formando un gran cañón y arrastrando toneladas de tierra aguas abajo sin control. Los terrenos de cultivo se partieron por la mitad y miles de árboles, especialmente naranjos, fueron arrastrados. Además, hay que añadir que en ese punto, donde el cauce de la rambla de Poyo pasa de 1.300 metros cúbicos por segundo a tan sólo 100, se encuentra con la confluencia del barranco del Gallego, un cauce que recoge parte del agua caída en la zona de Godelleta y Turís y que, según los informes realizados, bajaba con un caudal superior a los 2.000 metros cúbicos por segundo y que al unirse al Poyo generó un tsunami de destrucción.
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Meses después, nada ha cambiado, porque el gran cauce que abrió la naturaleza se ha vuelto a aterrar en la confluencia entre las dos ramblas. Una obra nueva y un cambio del cauce necesitaría una labor de expropiaciones y una declaración de impacto ambiental, por lo que las labores de reconstrucción pasan por dejar el paisaje como estaba, es decir, mantener un embudo que fue muy perjudicial aguas abajo de la rambla del Poyo.
El informe del perito incide también en otro gran problema que existe aguas abajo del cauce del Poyo: «la limitación de caudal a 800 metros cúbicos por segundo desde Paiporta a la Albufera cuando le pueden llegar a 1.500 metros cúbicos por segundo con la avenida prevista en un periodo de 500 años».
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A todo esto, en el área del bajo Turia, se une el problema del Pozalet, un barranco que cruza por el polígono de Riba-roja al que pueden llegar 240 metros cúbicos por segundo. Un barranco que a partir de la línea de ferrocarril de la C3 deja de tener un cauce definido. Además, las aguas del Pozalet desembocan en la Saleta, que casi desaparece a su paso por Aldaya, lo que genera graves problemas.
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