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La factura educativa de la dana se acerca ya a los 124 millones, que es el montante total que se necesitará para hacer frente a ... todos los daños causados por las riadas que asolaron la provincia de Valencia el 29 de octubre. Una parte se ha ejecutado ya -la relacionada con la reposición de material escolar y equipamiento, las reparaciones de urgencia o el transporte escolar de los alumnos reubicados-, otra está en proceso, como sucede con la instalación de los barracones que acogerán a las comunidades educativas de los centros con mayor afectación, y más de la mitad sigue pendiente y se tendrá que invertir a lo largo de los próximos años. Es el caso de las partidas que se prevén para reconstruir, o levantar de nuevo, los que quedaron destruidos.
Los datos se desprenden de la información recopilada por LAS PROVINCIAS a través de los sucesivos contratos (muchos de ellos de emergencia) impulsados por la Conselleria de Educación en los últimos meses. También se incluyen las líneas de ayudas creadas y las dotaciones extraordinarias de gastos de funcionamiento que se han autorizado, hasta sumar alrededor de una treintena de actuaciones en este sentido. Además, hay que tener en cuenta la estimación presupuestaria con la que trabaja la administración para las obras de construcción de centros.
Nuevas instalaciones
Las riadas provocaron daños severos en doce centros públicos. Y en ocho de estos fueron tan intensos que se tienen que reconstruir o incluso derruir y levantar de nuevo. Se trata del IES Alameda y el Conservatorio Profesional de Música de Utiel, que compartían instalaciones y ahora se separarán, del IES Berenguer Dalmau de Catarroja, de los colegios de Infantil y Primaria Carme Miquel de Algemesí, Blasco Ibáñez de Alginet, L'Horta de Paiporta y Orba de Alfafar, y de la Escuela Infantil Ausiàs March y el colegio de Primaria Lluís Vives de Massanassa, que están adscritos. El proyecto de presupuestos de la Generalitat para 2025 incluye las primeras estimaciones, con una partida de 26,6 millones para este año, aunque fuentes de la conselleria explican que la previsión final se eleva a unos 70, pues las obras se financiarán con cargo a varias anualidades.
Reparaciones y limpieza
La vuelta a la actividad presencial fue progresiva (los últimos alumnos lo hicieron a las puertas de Navidad), a medida que las instalaciones se pudieron abrir y se garantizó la seguridad de los accesos. Hay que tener en cuenta que fueron casi un centenar los centros de la Generalitat con alguna afectación, según los informes técnicos de la administración. Para poder acometer las reparaciones necesarias, incluidas las provisionales, se realizó un encargo a la empresa pública Tragsa, a la que se encomendaron trabajos en 96.
La casuística fue muy amplia: desde tareas de limpieza y desinfección hasta la restitución de vallados perimetrales o puertas, pasando por el vaciado de forjados sanitarios, la reposición de sistemas eléctricos, de telecomunicación o de calefacción o por reparaciones de tabiquería, falsos techos, carpintería, suelos y tareas de pintura. El importe de los trabajos, que todavía continúan en algunos centros, se elevó a 26,89 millones de euros.
Además, se creó una línea de ayudas directas para los 26 concertados afectados para sufragar las actuaciones en limpieza, reparación y adquisición de mobiliarios y equipamiento que tuvieron que adelantar para recuperar la normalidad: 4,05 millones. En el mejor de los casos se percibieron 190.000 euros.
Barracones
Las comunidades educativas de los ocho colegios e institutos destruidos tendrán que pasar los próximos cursos en barracones. Las instalaciones provisionales se encuentran en fase de montaje y en algunos casos son especialmente grandes, como las que acogerán a alumnos y profesores del IES Berenguer Dalmau de Catarroja o a los de Massanassa. En total son 3.575 alumnos, y el coste de estos trabajos alcanza los 9,66 millones. Además, hay 400 estudiantes del centro concertado Larrodé, de la primera localidad, que hacen lo propio, aunque la previsión es que las abandonen de cara al final del curso, una vez culminados los trabajos de reparación de la planta baja.
Equipamiento
El agua arrastró, o dejó inservible, ingentes cantidades de mobiliario y material escolar, hasta el punto de que Educación ha tenido que destinar 9,53 millones de euros para su reposición. Y eso que primero se recurrió al inventario ya existente. Se han comprado productos deportivos, todo tipo de muebles, instrumentos musicales, equipos de FP y de Educación Especial, suministros de comedor y cocina o portátiles (654). También se han impulsado ayudas extraordinarias para reponer libros de texto, en este caso tanto para públicos como para concertados, y dotaciones especiales para gastos de funcionamiento (para los primeros).
Transporte escolar
La solución adoptada para recuperar la actividad presencial fue el acogimiento en otras escuelas, tanto del alumnado de los centros destrozados como el de aquellos en los que los daños, sin llegar a ese nivel, fueron considerables. El esfuerzo presupuestario se ha elevado a 3,63 millones y se han diseñado rutas para 15 colegios e institutos distintos.
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