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La caída del cabello es uno de los problemas que más impacto causa a los hombres, especialmente en edades tempranas. Es por ello que los ... dermatólogos han puesto su punto de mira en curar la alopecia y ya cuentan con tratamientos eficaces para frenar esta patología. Se trata de una de las principales novedades que se presenta estos días en el Congreso Nacional de Dermatología, que se está celebrando en Valencia hasta este sábado, y donde se exponen también otros logros como poder reducir los melanomas para hacer que se puedan operar y que las personas con vitíligo consigan recuperar un color de piel uniforme.
El estudio del pelo está teniendo un gran auge en los últimos años en la dermatología debido a que cada vez más los afectados se preocupan por ponerle solución a su imagen para recuperar su anterior volumen capilar. El presidente de la Sección Valenciana de la Asociación Española de Dermatología y jefe de servicio en el hospital La Fe, Rafael Botella, explica que los nuevos tratamientos «bloquean la acción de los andrógenos para frenar el avance de la alopecia más típica en los hombres», asegura.
Un procedimiento que aumenta cada vez en eficacia. «En los últimos años tratamos a los pacientes con vasodilatadores, que como efecto secundario producen la salida del pelo y bloquean los receptores y el efecto de las hormonas masculinas, así que funcionan bien», apunta el facultativo. «Se mantiene el pelo que tienen, y el que se había vuelto muy pequeño y débil, delgado, recobra el calibre del principio, y el paciente tiene más densidad del cabello. Estos pacientes tienen un tratamiento combinado de fármacos vasodilatadores y antiandrogénicos», explica el dermatólogo.
Y donde más están haciendo hincapié con novedades en tratamientos en este Congreso es en un tipo de alopecia más grave, la areata autoinmune. «El propio sistema inmunológico ataca los folículos pilosos del organismo, creando placas de alopecia, zonas redondeadas que pueden progresar y llegar a la pérdida del cuero cabelludo, incluso las cejas y las pestañas», apunta Botella. «Antes no había tratamiento, y supone un problema psicológico importante para el paciente», añade. «Los fármacos bloquean esa respuesta inmune alterada, y permiten que el 60% de los pacientes logren la recuperación del cabello, lo que significa un cambio radical para ellos. Algunos consiguen una respuesta completa, y otros de forma parcial», explica.
Los dermatólogos saben que la pérdida del pelo produce un fuerte impacto en el día a día de una persona, especialmente en estos casos graves. «Les afecta en su vida social, para ellos es tremendo, les crea inseguridad, y en sus relaciones sociales», dice. Aunque la eficacia de los tratamientos no es igual para todos. «Cuanto más tiempo hace que perdieron el pelo, cuesta más recuperarlo. Si hace un año o dos, ese paciente responde mejor que otro que lo perdió hace 10 años», señala el especialista.
Además, en el Congreso también se presentan los estudios y proyectos que hay en marcha para frenar otra de las alopecias más graves, la cicatricial. «Producen inflamación que destruye el pelo y no vuelve a salir, son las más difíciles de tratar. Tenemos estudios en marcha para recuperar el pelo, aunque en estos casos está contraindicado el trasplante, porque si no detienes la inflamación, se vuelve a destruir el cabello».
En la alopecia no está en juego la salud ni la vida del paciente, pero sí su calidad de vida en sus relaciones sociales. Y lo mismo ocurre con el vitíligo, otra de las enfermedades sobre las que más tratamientos nuevos se están desarrollando. Es una patología cutánea en la cual hay una pérdida del color de algunas zonas de piel, con manchas de diferente color en el cuerpo. «Hay un fármaco nuevo, una crema que ya se ha probado y funciona bien, consigue la recuperación del color», destaca Botella. «Mentalmente es un salto muy importante. No tiene efecto en la salud del paciente, pero el estigma psicológico que sufren es muy importante, es un tremendo impacto perder el color de la piel o el pelo. Y si lo recuperan, los propios pacientes reconocen que vuelven a tener su vida social», añade el jefe de servicio de La Fe.
Pero donde sí está en juego la vida del paciente es en el cáncer de piel, los melanomas, frente a los que también se están desarrollando nuevos tratamientos. «En concreto se trata de la inmunoterapia, que se usa en muchos cánceres y también en dermatología, y se centra en estimular una respuesta inmune del organismo», asegura. «En el melanoma y el carcinoma se consigue una respuesta completa durante mucho tiempo o que el tumor disminuya de tamaño para que sea más fácilmente operable, ya que antes no lo era», destaca.
Por tanto esto supone un gran avance en la esperanza de vida de los afectados. «El impacto en la supervivencia en el melanoma, con los tratamientos nuevos para los casos graves con metástasis es importante. Con la inmunoterapia más potente en estos casos se consigue que un 50% de los enfermos tengan una supervivencia de más de 5 años. Los melanomas localizados se tratan con cirugía y en estadios tempranos la supervivencia es del 90%», indica el especialista.
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