Uno de cada cuatro ancianos vive sólo

En este mismo periodo se ha disparado un 16% el número de mayores de 65 años residentes en la Comunitat. Esto ha hecho que si en 2018 el porcentaje de ancianos que no tienen compañía era del 25%, el porcentaje ha caído ligeramente en los últimos doce meses hasta el 22%. De cualquier forma prácticamente uno de cada cuatro mayores se encuentran en esta situación.

Pero no se trata de un problema que únicamente afecta a los mas mayores. Cada vez más valencianos viven solos. Según la encuesta del INE, el 26,2 por ciento de los hogares en la Comunitat afronta el aislamiento por la pandemia en soledad. Es decir 525.700 valencianos, de los que el 53% son mujeres.

En el 30,6 % de los hogares de la Comunitat, según los datos del estudio, viven dos personas, en el 21,1% se encuentra tres, en el 17,1% viven cuatro, y hay un 5% de hogares con cinco o más personas.

Además, la Comunitat Valenciana tiene una media de 2,47 personas residentes por hogar, una cifra que se encuentra ligeramente por debajo de la media nacional, que es del 2,5%, y fue, junto a Cantabria, la segunda donde más aumentó el número de hogares, un 0'6%, solo por detrás de Andalucía, un 0,7%.

Esta situación no es sólo propia de la Comunitat. La tendencia es generalizada en todo el Estado. En España 4,79 millones de personas vivían solas en 2019, un 1,3 % más que el año anterior, y de ellas dos millones son mayores de 65 años.

Aún así las comunidades donde más personas viven solas son Principado de Asturias (donde el 30,5% son hogares con un solo residente), Castilla y León (29,6%) y La Rioja (28,6%). En el extremo contrario se sitúan en las ciudades autónomas de Melilla (18,6%) y Ceuta (20,5%) y la Región de Murcia (21,1%).

La encuesta también analiza el comportamiento de los jóvenes. Sólo el 1,3% de los chicos y el 1,4% de las chicas menores de 25 años viven solos.

Esos números crecen para el grupo de edad de 25 a 34 años: el 10,7% de los jóvenes y el 7,8% de las jóvenes. Más abultadas son, en cambio, las cifras de los jóvenes que aún conviven con sus progenitores, que es del 52,8% entre 25 y 29 años. Se trata de una cifra superior en 4,3 puntos a la registrada hace seis años.