El declive de los conventos valencianos

En la última década, media decena de monasterios valencianos han tenido que cerrar sus puertas por la falta de internos que consagran sus vidas a los votos y la oración. De hecho, el número de religiosos que siguen el camino de Dios en las diversas instituciones religiosas de Valencia también ha sufrido una ligera bajada tras pasar de los 2.336 en 2021 a los 2.167 en 2024, según la Conferencia Española de Religiosos (Confer).

La Comunitat contaba con 42 conventos abiertos en 2023 por los 48 que tenía hace una década. En el reparto provincial, según la Conferencia Episcopal Española (CEE), 24 se encuentran en la archidiócesis de Valencia, 11 en la diócesis de Orihuela-Alicante y siete en la de Segorbe-Castellón. Según las memorias anuales de los tres obispados, en la actualidad hay 433 monjes y monjas de clausura en los monasterios valencianos: 265 en Valencia, 67 en Castellón y 101 en Alicante.

A pesar de que existen claustros para albergar tanto a monjes como a monjas por separado, las personas religiosas que realizan la internación en uno de estas entidades valencianas se reparten con una aplastante mayoría en conventos femeninos ya que solamente hay dos congregaciones masculinas en Alicante y Valencia mientras que la provincia castellonense no cuenta con ninguno sólo para hombres.

Sin embargo, el goteo, constante a la par que incesante, de clausuras ha hecho perder a la Comunitat un total de cinco monasterios en los últimos diez años y pasar de los 48 abiertos en 2014 a los 42 actuales. La provincia más castigada por los cierres ha sido la de Castellón al haber pasado de 11 a 7 con la desaparición del convento de las Carmelitas Descalzas afincadas en la capital de la Plana Alta como última clausura.

El obispado de Orihuela-Alicante perdió el convento de la Purísima Concepción de Benissa en 2017 con la marcha de los últimos cuatro frailes franciscanos que lo habitaban. Por su parte, la archidiócesis de Valencia recibió una buena nueva en forma de 'milagro' tras el cierre del monasterio de Santa Gema de Torrent habitado por la orden de las Pasionarias en 2021.

El 12 de octubre del año pasado el convento de Bocairent 'resucitó' en forma de reapertura con la presencia de nueve hermanas carmelitas procedentes de Ávila que fueron recibidas por todo lo alto ya que las puertas del monasterio de la localidad llevaban cerradas dos décadas, concretamente desde la disolución de la comunidad de monjas agustinas que llevaban habitando dicho espacio desde hacía cuatro siglos. La lucha numantina de sus anteriores inquilinas para que el enclave no se convirtiera en un hotel ha dado sus frutos en forma de regreso de la fe a sus muros.

La jornada del día de la Hispanidad de 2023 dio el pistoletazo de salida de una nueva etapa para este monasterio con sor Joaquina, sor Mª Àngeles, sor Soledad, sor Yolanda, sor Teresita, sor Aurora, sor Josefa, sor Fátima y sor Raquel habitando las cuatro paredes del convento bocairentino. Tal como ellas mismas manifestaron, venía un tiempo de clausura estricta en el que se iban a dedicar a la oración y al trabajo manual como el bordado y la confección de recuerdos, tareas que les servirán para poder ser autosuficientes económicamente aunque ya existen claustros musealizados con una clara intención turística para diversificar sus vías de ingresos.

Los valencianos no son una excepción en lo que refiere al progresivo desplazamiento de la espiritualidad en comparación con lo que ocurre en el resto de España. Sin ir más lejos, un 43% de los españoles se consideran no religiosos, según queda reflejado en el estudio 'Global Religion 2023: Creencias religiosas alrededor del mundo' elaborado por Ipsos. Del 57% de sí creyentes restante, un 54% se consideran cristianos de los cuales un 44% son seguidores del credo católico. Así pues, para la elaboración de este informe de ámbito de estudio global, Ipsos entrevistó a una muestra total de 19.731 adultos en más de 26 países entre el 20 de enero y el 3 de febrero de 2023.

Una comparación de los datos del anterior informe con las cifras de la 'II Encuesta sobre opiniones y actitudes de los españoles ante la dimensión cotidiana de la religiosidad y su gestión pública' llevada a cabo por el Observatorio del pluralismo religioso en España no hacen más que reforzar la idea de que la fe ha ido perdiendo protagonismo poco a poco en la vida española. En 2012, momento en el que se elaboró el estudio, un 68,2% de los ciudadanos se definían como creyentes. Hoy en día, el número de no creyentes ha subido un 11,2% en poco más de una década.

La traslación de las anteriores tendencias dejan un claro resultado: España ha perdido más de un centenar de monasterios en la última década. El registro oficial de la Conferencia Episcopal Española ha menguado de los 819 conventos operativos en 2014 a los 712 a principios de 2024. Dicha pérdida tiene su equivalencia porcentual en un 13% que es la misma cantidad que la del descenso en el número de monjes y monjas de clausura españoles que en los últimos diez años ha pasado de los 9.153 religiosos a bajar de los 8.000, concretamente hasta los 7.906.