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Los bomberos trabajan en una de las dependencias más afectadas por el siniestro.

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Los bomberos trabajan en una de las dependencias más afectadas por el siniestro. damián torres

La Ciudad de la Justicia permanecerá cerrada al menos otras 24 horas más

La salubridad del aire en las dependencias oficiales no puede garantizarse y hoy se medirá su calidad

A. RALLO

VALENCIA.

Lunes, 11 de septiembre 2017

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La Ciudad de la Justicia es un edificio relativamente nuevo. Apenas cuenta con 15 años de funcionamiento desde que se inaugurara, a medio gas, allá por el año 2003. Fue uno de los proyectos estrella -y este sí realmente necesario- del Partido Popular. Unos 120 millones costó el edificio, que sirvió incluso de inspiración para otros proyectos europeos.

Este fin de semana, tras años de una deficiente labor de mantenimiento, se registró el incidente más grave de su historia. El fuego del pasado domingo obligó al desalojo de todos los empleados. Por suerte, sólo estaban operativos los juzgados de guardia. No más de una veintena de personas aparte del personal de seguridad. Pero las condiciones en las que quedó el edificio impidió que ayer se abrieran las instalaciones. El TSJ acordó que se suspendiera la actividad en todos los órganos judiciales que tienen su sede en las dependencias. Y lo hizo sine die. No existe plazo previsto para la reapertura. Algunas fuentes apuntaron que quizá mañana se abran las puertas. Pero, al cierre de esta edición, era una mera hipótesis. Al parecer, un informe del Instituto Valenciano de Seguridad y Salud Laboral aconseja que se siga ventilando el edificio por el fuerte olor. El material calcinado contenía plásticos que podrían haber desprendido productos tóxicos. Hoy una empresa volverá a medir la calidad del aire.

El incendio plantea varios interrogantes. En primer lugar, las medidas de seguridad. El sistema de alarma falló, según coinciden varias fuentes consultadas. De hecho, en la reunión entre cargos de Justicia y responsables de la judicatura, se hizo especial hincapié en esta circunstancia. Existe un temor más que justificado porque si la emergencia se diera un lunes, por ejemplo, se hubieran registrado graves problemas para evacuar a miles de personas si esos sistemas preventivos no funcionan de manera correcta. Fue un testigo quien comunicó la alerta a los Bomberos al ver salir humo por una de las ventanas. De hecho, esta irregularidad hizo que la Conselleria de Justicia anunciara ayer la apertura de una investigación interna a la empresa encargada del mantenimiento para tratar de aclarar todas las circunstancias del suceso.

La Policía Científica, por su parte, investiga ahora el origen y causa del siniestro. Los agentes examinaban ayer el lugar. Los bomberos se desplazaron de nuevo al enclave para enfriar algunas zonas calientes. El fuego partió de un aparato del juzgado de Primera Instancia número 3. Las primeras hipótesis apuntan a un cortocircuito, aunque será el informe de los agentes el que lo determine con certeza. En cualquier caso, las fuentes consultadas descartan cualquier intencionalidad en el suceso.

Además de la suspensión de plazos procesales, el TSJ informó de que quedaban canceladas las vistas y demás actos a celebrar en el edificio, a excepción de las del juzgado de Guardia y de Violencia sobre la Mujer, hasta que se normalice la situación y a la espera de los informes técnicos de los organismos pertinentes. El TSJ no disponía de una cifra oficial de cuántos procesos de este tipo resultaron afectados. Otras fuentes aseguraron que sólo los juicios aplazados se contaban por decenas sumando tanto las de Penal como Civil.

La actividad ayer de la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, fue frenética. Por la mañana, a primera hora mantuvo reuniones con sus subordinados y, a continuación, se dirigió a la Ciudad de la Justicia. Allí se citó con el juez decano, Pedro Viguer y la presidenta del TSJ, Pilar de la Oliva. La máxima responsable del alto tribunal respondió ayer a las denuncias de sindicatos sobre la falta de seguridad y simulacros en el edificio judicial. «Es un tema al que la conselleria pondrá remedio», afirmó. Tampoco eludió el fallo de los sistemas. «Es una cosa que debemos de aprender si es que han fallado los sistemas. Debemos aportar las medidas necesarias para que no vuelva a suceder».

De igual modo, Viguer coincidió con De la Oliva y, además, añadió que hace bastante tiempo que no se realizan simulacros. Las quejas sindicales sobre la falta de atención han sido constantes, tal y como ha informado periódicamente LAS PROVINCIAS. No hay que olvidar que la falta de mantenimiento se arrastra especialmente desde la última legislatura del PP, pero no parece que con PSPV y Compromís el asunto haya mejorado. Ascensores fuera de funcionamiento, baños inoperativos y barandillas rotas son una imagen ciertamente habitual. El problema de la climatización es histórico y, al parecer, no tiene una solución integral. El sistema se mantiene a base de parches. Dos antecedentes ilustran el grado de olvido que arrastran las instalaciones. Por ejemplo, el desprendimiento de una loseta de la fachada, que hirió a una mujer y a un vocal del Poder Judicial. Esto obligó a revisar y apuntalar buena parte del exterior del edificio con un material menos sensible a los cambios de temperatura. Más espectacular si cabe fue el desprendimiento de una pasarela que se utiliza para limpiar los cristales. Un susto en el que no hubo que lamentar víctimas.

Una vez se garanticen las condiciones de seguridad en la sede judicial, el siguiente paso es qué ocurre con los juzgados afectados. Se trata del 1, 2, 3, y 4 de Primera Instancia. Lo primero será un nuevo emplazamiento. La Ciudad de la Justicia cuenta con suficiente espacio para reubicarlos. En principio, se situarán al final del segundo piso, aunque también esta zona requerirá alguna actuación de acondicionamiento. Hoy se reúnen el resto de sus compañeros de Civil para aprobar un nuevo reparto de asuntos en los que estos órganos afectados por el fuego quedarán exentos de nuevos procedimientos. Esta carga de trabajo se dividirá entre el resto de compañeros. Sin embargo, ahora para los cuatro titulares comienza otro tipo de labor: la recuperación del material dañado. Al parecer, es menor la cantidad de expedientes destruidos que lo que se pensaba en un principio. Según explicó Viguer, se inicia un procedimiento de reconstrucción de autos, «que en los juzgados de Primera Instancia es más sencillo que en Instrucción porque siempre hay procuradores y tienen copia de todo. Pero es un trabajo importante», apostilló. El procedimiento cuenta con medidas de control para que ninguna parte incorpore o altere documentación que ya había aportado.

La apertura del edificio no garantiza, por otra parte, la normalidad en todos los órganos. Los juzgados del piso superior a los siniestrados están afectados por el hollín, mientras que los del primer piso se han visto perjudicados por el agua.

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