La suspensión de los Sanfermines deja en el aire la celebración de las Fallas en julio

Los Sanfermines tenían su calendario fijado del 6 al 14 de julio, prácticamente a tiro de piedra de las fiestas josefinas. El anuncio lo hizo la concejala de Turismo debido a que el alcalde pamplonica, Enrique Maya, está convaleciente precisamente tras contagiarse de Covid-19.

Las dudas fueron despejadas por el alcalde Joan Ribó después de celebrar la comisión de seguimiento de la crisis en el Consistorio. Dejó para mediados de junio la decisión de suspender o seguir adelante con las Fallas un mes después, al apelar al acuerdo tomado en marzo con todos los colectivos falleros.

La propuesta del Ayuntamiento es celebrar las Fallas del 15 al 19 de julio, para terminar así los actos suspendidos desde el 10 de marzo por orden de la Generalitat y tras consultar con el Gobierno. Un mes antes de la cremà, el 19 de junio, la voluntad del concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana, es convocar una asamblea de presidentes de falla en caso de que así lo permita el Ministerio de Sanidad. Ese será el foro donde se traten asuntos como la Ofrenda, los pasacalles, las verbenas o las mascletaes. Será un programa inédito y que nunca volverá a suceder, por lo que se da por seguro que algunas actividades cambiarán sobre lo habitual en marzo.

La decisión del Ayuntamiento de Pamplona no ha hecho mella en la previsión del consistorio valenciano. Ribó defendió que sea en junio cuando se tome la decisión. En pabellones de Feria Valencia y en bases de la Marina se guardan las fallas que no llegaron a plantarse, la mayoría. Sólo unas pocas de la sección Especial, y lo que ya estaba plantado, ardieron en una cremà sin avisar para evitar público.

«Que yo sepa los Sanfermines no tenían el criterio pactado de decidirlo un mes antes», señaló Ribó, para indicar que «nosotros tenemos ese acuerdo con el mundo fallero y lo mantenemos, será mucho más fácil entonces. Esperaremos con tiempo suficiente y veremos si es posible», subrayó el primer edil.

El Ayuntamiento inició ayer el desmontaje de la verja de la mascletà, al poder acogerse al criterio del Gobierno de autorizar actividades no esenciales. Desde el 10 de marzo estaba colocada en la parte central de la plaza. Del mismo modo se han llevado a una nave municipal en la calle Juan Verdeguer 381 palets que suponen 400 toneladas de arena, recogidos en 235 comisiones falleras y que sirven para proteger el asfalto durante la cremà.

Por su parte, los colectivos falleros, tras conocer el anuncio de la suspensión de los Sanfermines, insistieron en que no se van a adelantar a los acontecimientos y aseguraron que no tomarán una decisión en firme hasta el 15 de junio, fecha en la que tienen que reunirse con el Ayuntamiento para estudiar el tema.

El presidente de la Interagrupación de fallas de Valencia, Guillermo Serrano, lo tiene claro: «No voy a entrar a valorar la decisión de los Sanfermines de si es precipitada o no porque no sabemos cuáles son los datos que manejan ellos».

Acto seguido Serrano recordó que «el mundo fallero y el Ayuntamiento nos fijamos la fecha del 15 de junio para analizar la situación en tiempo real con los datos de Sanidad». Además añadió que «para el 15 de junio queda todavía mucho tiempo y habrá que ver cómo evoluciona la pandemia». Por eso señaló que «no vamos a adelantar decisiones y perder o renunciar a la posibilidad de celebrarlas en julio si la situación mejorara». A pesar de ello, también indicó que tampoco se puede olvidar que las Fallas son una fiesta de calle y con gente, pero insistió en que «es pronto para tomar decisiones, aunque sabemos que fácil no va a ser».

El representante de la Interagrupación añadió que si llegado el momento hay que mover de nuevo fechas, «y se dejaran para septiembre o para octubre, habría que tener en cuenta aspectos como las preselecciones. Habría que hacerlas en el hueco que se pudiera para las posteriores elecciones de cortes».

Desde el gremio de artistas falleros, el maestro mayor José Ramón Espuig explica que «coincido con los falleros. Vamos a esperar a ver qué ocurre estos meses y si se pueden hacer las Fallas en julio así será». A nivel personal, indicó que «yo creo que será más que imposible, pero hay que esperar. No podemos adelantarnos a los acontecimientos. Eso sí las Fallas son fiestas de calle y no tiene sentido que no viniera gente a verlas porque tampoco habría repercusión económica en la ciudad».

Cabe destacar que la incertidumbre sobre las Fallas se extiende a otras fiestas. Como publicó LAS PROVINCIAS, la concejalía de Dominio Público está rechazando peticiones de procesiones, eventos populares y verbenas en la calle que debían celebrarse desde ahora hasta finales de junio. Es más, una prevista en septiembre la prohíbe también con el único matiz de que se revisará si se deroga el decreto del estado de alarma.

El gremio de artistas falleros, por ejemplo, ya hace semanas que decidió suspender la fiesta gremial del 1 de mayo en la que entregan premios a las falleras mayores de Valencia y a artistas veteranos. Y las Hogueras de Alicante ya se han trasladado del 2 al 6 de septiembre, una medida que fue muy aplaudida por los artistas porque con el confinamiento era complicado poder cumplir con los plazos de construcción y, a la vez, las comisiones tenían muy complicado conseguir dinero porque no podían vender lotería.

Del mismo modo, están en el aire la celebración de la Noche de San Juan, así como el resto de actividades de la Feria de Julio, incluida la parte taurina. El coso de la calle Xàtiva ya sufrió la suspensión del cartel de Fallas y no se sabe nada acerca de los cuatro festejos previstos a finales de julio, aunque la impresión es que no se celebrarán.

La suspensión de la Noche de San Juan afectaría de manera indirecta a las comisiones falleras, que tienen permiso del Consistorio para celebrar una verbena el fin de semana anterior o posterior al 24 de junio. Suele ser un evento que les ayuda a recaudar algo de dinero con los tardeos o verbenas, pero está en el aire.

Los que sí han suspendido las fiestas son los organizadores de Sant Bult. Como explica el presidente, Antonio Bellido, «hicimos la petición de solicitud para hacer la fiesta en el Ayuntamiento para que quedara constancia, pero a la vez sabíamos que no se iba a poder hacer. Esperaremos a 2021 para hacer las celebraciones ».

De hecho, ya han desconvocado la proclamación de la clavariesa mayor, Alicia Castillo, que estaba prevista para el 8 de mayo, y han comunicado a los asociados que suspenden las fiestas «que comenzaban el 2 de junio con la vigilia y las danzas del jueves 4. Tampoco se hace el traslado de Sant Bult del día 6 de junio ni la procesión del día siguiente». Según Bellido, «ponemos el contador a cero porque no queríamos hacer una fiesta de tercera división y lo retomaremos con la misma clavariesa mayor para 2021».

El Ayuntamiento tampoco ha autorizado la instalación del altar de las Fiestas de los Niños de la calle San Vicente. El presidente, Rafael Pinazo, explica que «veíamos que era difícil que se pudiera hacer la fiesta. Veremos si en septiembre o en octubre podemos hacer el reparto de tartas, peladillas, medallas y velas a los asociados».