El Mediterráneo se tropicaliza
Las altas temperaturas marinas atraen especies de mares más cálidos
La ola de calor de estos días pasados ha elevado las temperaturas en la Comunitat hasta valores próximos a los 40 grados. Este fenómeno ... atmosférico ha contribuido también a incrementar los registros en el Mediterráneo que está alcanzando valores nunca vistos en estas fechas. Los termómetros en la boya de Puertos del Estado han alcanzado los 28 grados en varias ocasiones estos días lo que evidencia el calentamiento de las aguas superficiales del mar frente a nuestras costas.
El calentamiento del Mediterráneo conlleva una serie de consecuencias a las que no escapa el ser humano. Los peces se sumergen en busca de aguas más frías y alimento lo que obliga a los pescadores a utilizar redes de mayor longitud e implica también un descenso de las capturas. Además, la elevada temperatura del mar no invita a darse un chapuzón para refrescarse.
Pero es la biodiversidad la gran afectada por el calentamiento del Mediterráneo. Su hábitat natural se modifica y puede llevar a su desaparición. Es el caso de la posidonia marina. Es una planta que necesita hacer la fotosíntesis por lo que permanece a no mucha profundidad. Si la temperatura aumenta puede morir, un hecho que no sólo la afecta a ella sino a las especies que se refugian en ella para criar o para alimentarse. Así lo explica David Nácher, divulgador de l'Oceanogràfic que advierte de este proceso de tropicalización.
Nácher explica que este calentamiento del mar favorece la entrada de especies de latitudes más tropicales. Como ejemplo pone el caso del pez escorpión o león, que además es venenoso y procede del Mar Rojo. Esta especie empieza a ser peligroso en el Mediterráneo Oriental y con el aumento de las temperaturas en la zona Occidental empieza a verse por estas latitudes. Su aparición implica entrar en competencia por los recursos con otras especies autóctonas que siempre suelen salir mal paradas porque no están acostumbradas a estas altas temperaturas.
El divulgador de l'Oceanogràfic indica que otro de los cambios aparejados al calentamiento del mar es la modificación del anidamiento de la tortuga boba. Habitualmente pone los huevos en el Mediterráneo Oriental pero con el incremento de las temperaturas se está desplazando hacia estas latitudes. «Cada vez vemos más anidamientos y lo mismo pasa en otros puntos de la costa española y todo indica que este año va a seguir igual», detalla Nácher. Pero estos ejemplares sufren también otras consecuencias por el calentamiento de forma que cuanto mayor es la temperatura más hembras nacen. De esta forma, si se mantienen altas cada vez habrá menos machos y la especie peligrará.
Otras especies procedentes de aguas más cálidas que están apareciendo en el Mediterráneo Occidental son la Vieja, un pez muy apreciado gastronómicamente y propio de las Islas Canarias, y el pez Grey, un tipo de pez payaso.
Por otro lado, David Nácher señala que las altas temperaturas del Mediterráneo también favorecen la evapotranspiración. Facilita que el aire caliente ascienda y cuando esta se topa con las corrientes más frías pueden propiciar la formación de una dana con los efectos que están presentes en la mente de todos.
Además, el experto de l'Oceanogràfic subraya que con las olas de calor lo primero que se calienta es la superficie del mar y se calienta tanto que forma una termoclina (una capa donde la temperatura cambia con la profundidad). Se forman de esta forma dos zonas que algunos peces no pueden atravesar por la diferencia climática. Además, impide que el plancton pueda llegar a la superficie por lo que los peces que habitan en ella tienen que bajar más para alimentarse. Todo esto altera el metabolismo. Por ejemplo, obliga a los peces que quieren alimentarse a apneas más profundas y gastan más energía para menos recursos.
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