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El nuevo arzobispo venera a la Virgen de los Desamparados.

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El nuevo arzobispo venera a la Virgen de los Desamparados. Irene Marsilla

Benavent exhorta a vivir la unidad y la caridad en la diócesis

El nuevo arzobispo de Valencia recuerda que la Iglesia no es un partido político y apunta que «la humanidad tiene derecho a esperar de ella una palabra de amor

Juan Sanchis

Valencia

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Sábado, 10 de diciembre 2022, 13:02

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Ya es oficial. Valencia tiene nuevo arzobispo. Enrique Benavent ha tomado este sábado posesión de su nuevo cargo en una ceremonia presidida por el nuncio del Papa en España, Bernardito Auza. La ceremonia dio comienzo sobre las 10.30 de la mañana cuando la comitiva formada por más de 40 cardenales, arzobispos y obispos y decenas de sacerdotes salió del Palacio Episcopal hacia la Basílica de la Virgen.

Pero la jornada de Enrique Benavent había comenzado antes. A las 9.15 horas salió del convento de Jesús y María para dirigirse al salón del trono del palacio para saludar a cardenales, arzobispos y obispos asistentes a su toma de posesión.

Entre las autoridades eclesiales presentes se encontraban el nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, los cardenales Juan José Omella, Carlos Osoro y Antonio María Rouco y su antecesor en el cargo, Antonio Cañizares. También estuvieron presentes los arzobispos de Toledo, Tarragona, Zaragoza, Sevilla y la Seu d'Urgell.

En la Basílica, el arzobispo firmó en el libro de honor. Benavent escribió que se pone en manos de la Virgen: «No lo hago confiado en mis fuerzas sino en tu amor de Madre. Me pongo en tus manos con la certeza que tú me guiarás para que pueda conducir a la archidiócesis hacia el Reino de Dios». Posteriormente subió al Camarín para besar la mano de la Patrona.

Tras cantar el Himno de la Coronación, la comitiva se dirigió por la calle del Micalet hacia la Catedral donde entró por la puerta de los hierros para dar comienzo la ceremonia de entronización. Dentro le esperaba un templo repleto de fieles y autoridades. Entre otras se encontraban el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el presidente de las Cortes Valencianas, Enric Morera, la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, y los tres presidentes de las diputaciones provinciales (José Pascual Martí, Toni Gaspar y Carlos Mazón, de norte a sur). Representando al Ayuntamiento de Valencia se encontraba la vicealcaldesa Sandra Gómez.

También acudió el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, la delegada del Gobierno en la Comunitat, Pilar Bernabé, y el presidente de la Cámara de Comercio, José Vicente Morata. Entre las autoridades judiciales se encontraban la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat, Pilar de la Oliva, y la presidenta de la Audiencia de valencia, Esther Rojo.

La ceremonia dio comienzo presidida por el nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, hasta que se leyeron las cartas de nombramiento de Benavent como nuevo arzobispo. A continuación pasó a ocupar la sede arzobispal.

Por su lado, el cardenal Cañizares tomó la palabra para dirigirse a su sucesor señalando que llega a una diócesis que conoce bien y con una clara vocación misionera, que «se siente comprometida a evangelizar y por ello mismo se encuentra en una misión diocesana mariana en toda la diócesis, en parroquias y comunidades».

Cañizares también destacó el «amor preferencial por los pobres» en la diócesis y que se manifiesta en la ingente labor de Cáritas y otras instituciones y fundaciones eclesiales recientemente creadas.

Por su parte, el nuncio en España trasladó un mensaje del Papa que otorgó su bendición apostólica a los asistentes a la ceremonia «con ocasión tan importante por la Iglesia que peregrina en esta archidiócesis». Resaltó también que los antecedentes de Benavent «le recomiendan como pastor celoso y entregado». También tuvo palabras para el cardenal Cañizares y destacó que en nombre del Santo Padre «cumplo también el deber de felicitar muy vivamente al eminentísimo y reverendísimo Antonio Cañizares Llovera por la delicada misión apostólica al frente de esta archidiócesis llevada a cabo desde el año 2014». De él destacó «su sentido eclesial y el profundo espíritu de fe con el que deja estímulo en cuantos se han cruzado en su cuidado y dirección».

En su homilía, pronunciada alternativamente en valenciano y en castellano, el nuevo arzobispo recordó que ser obispo no es un «cargo de honor, es una misión».

Benavent quiso recordar que los cristianos «no son un poder fáctico que actúa a escondidas» aunque resaltó que «tenemos el deber de trabajar por una sociedad más justa y, por tanto, es legítimo que muchos se comprometan en la vida política» y subrayó que «la Iglesia no es un partido político».

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Enrique Benavent explicó que el obispo está llamado a ser un siervo bueno del Señor. En su homilía hizo referencia a predecesores suyos como santo Tomás de Villanueva, san Juan de Ribera o el beato cardenal Sancha.

El nuevo arzobispo de Valencia aprovechó para hacer un llamamiento a la unidad, a la comunión, a la fidelidad y a la caridad «porque una Iglesia en la que haya divisiones, porque vivimos en ella con criterios que no son evangélicos, o porque buscamos antes nuestros propios intereses que los de Cristo, no da testimonio del Señor».

Monseñor Benavent recibió esta «nueva misión» para «servir a la Iglesia» y subrayó que para él supone «un nuevo regalo del Señor, un honor», y agregó que ser obispo «no es un cargo de honor», sino precisamente «una misión». Para ello, pidió «no dejarse vencer por el desánimo y la desilusión» ante «las dificultades del momento presente».

Sus primeras palabras fueron de agradecimiento a todas las personas que participaron en la celebración, entre ellas el nuncio de su Santidad en España, Bernardito Auza, de quien destacó que su presencia «refuerza nuestra comunión con el Santo Padre», y su antecesor, Antonio Cañizares, a quien agradeció «la acogida fraterna» que le ha dispensado desde su nombramiento. «El testimonio de su dedicación durante los últimos ocho años nos ha edificado a todos y ha hecho un gran bien a la Iglesia, porque esta crece cuando los cristianos nos entregamos en cuerpo y alma a nuestra misión», recalcó Benavent.

Para el nuevo arzobispo «nuestra misión abarca la totalidad de nuestra vida y que, por ello, tenemos la exigencia no sólo de hacer las cosas bien externamente, sino de llegar a ser modelos del rebaño del Señor».

Benavent prosiguió señalando que en este mundo hay mucho sufrimiento pero a veces «estamos tan centrados en nosotros mismos que somos incapaces de verlo. La humanidad tiene derecho a esperar de la Iglesia una palabra de amor».

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En opinión del arzobispo, esto es «sembrar el Reino de Dios en el corazón del mundo y el Papa Francisco nos invita a no acercarnos a las personas con actitudes de condena, porque cuando alguien se siente condenado es muy difícil encontrar caminos que le lleven a Cristo. La misión es tan grande que supera nuestras fuerzas».

Al terminar la ceremonia, el arzobispo quiso agradecer la labor de todos los que hicieron posible el acto. Posteriormente se cantó el Himne de la Coronación y el arzobispo de Valencia se dirigió a los primeros bancos para saludar a las autoridades asistentes.

Por su lado, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, suscribió la homilía que el arzobispo electo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, pronunció durante su toma de posesión, y destacó la «vía humanista» de «intentar entender a los demás y superar las diferencias, manteniendo las convicciones de cada uno», y recordó que la representación de la Administración autonómica acudió al acto para «mostrar respeto» a una institución que «representa a muchos valencianos».

Por su parte, el presidente de la Diputación de Alicante y del PP, Carlos Mazón, aseguró que escuchó con «mucha alegría» la intervención de Benavent, de la que destacó la «caridad», un «valor cristiano muy importante pero también un valor social».

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