La asfixia de las farmacias rurales: Los embargos y los préstamos planean por los impagos del Consell
«Algunas farmacias podríamos ir a la quiebra», aseguran
B. González
Xàtiva
Viernes, 27 de junio 2025, 00:38
Nadie pone en duda que una farmacia presta un servicio básico. Un servicio que es aún más esencial en las zonas rurales. No es sólo ... un establecimiento sanitario, es un pilar comunitario. En muchos pueblos donde más del 50% de la población, e incluso hasta el 80%, son personas mayores, las farmacias representan una red de apoyo indispensable.
No sólo dispensan medicamentos, también ofrecen una labor social. En lugares donde todo el mundo se conoce, el farmacéutico rural conoce a la perfección el tratamiento de cada uno de sus vecinos, más que pacientes y están, incluso atentos de que se medican correctamente.
Pero, ¿qué ocurriría si esas farmacias no pueden facilitar los medicamentos? Pues esa es la incertidumbre en la que viven las farmacias ante el impago confirmado por parte de la Generalitat de los medicamentos dispensados en el mes de mayo y posiblemente el mes de junio, dadas las fechas. Un impago que desde el Consell atribuyen a la no aprobación del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) extraordinario por el Gobierno de España.
«¿Con qué cara les decimos a los pacientes que no le podemos dispensar los medicamentos por la insolvencia o mala gestión de la administración? Se me parte el alma porque es nuestra responsabilidad facilitarles esa medicación», manifiesta Silvia Francés, titular de la farmacia de Vallés, un municipio de la Costera de unos 150 habitantes.
Silvia explica que viven con la incertidumbre.«Estamos hablando de impago de las recetas dispensadas en el mes de mayo y nadie nos asegura que el dinero que hemos adelantado lo vamos a cobrar en julio. Es un sinvivir».
«Lo que nos deben de mayo, una mensualidad, supone el beneficio que obtenemos en dos años»
Silvia Francés
Farmacéutica de Vallés
Las farmacias tienen que adelantar el dinero para poder seguir dispensando la medicación a sus vecinos. En el caso de pueblos como Vallés, personas mayores que supone el cien por cien del importe porque la venta libre es muy escasa en estos municipios.
De hecho, Silvia da un dato revelador: «Lo que nos deben de mayo, una mensualidad, supone el beneficio que obtenemos en dos años». Eso supone un descalabro económico y una asfixia para estas pequeñas farmacias. «Tenemos que tirar de nuestros escasos ahorros o endeudarnos con unos intereses que no sabemos si nos los van a pagar. Aseguran que sí, pero no hay nada firmado».
Y es que el temor viene de experiencias pretéritas. Ya vivieron una importante crisis hace doce años. «Estuvimos sin cobrar seis meses. En mi caso me pilló con dos mellizos de año y medio y un bebé de seis meses. La angustia que viví te la puedes imaginar», asegura esta farmacéutica que pertenece a la Asociación de Farmacéuticos Rurales de la Comunitat Valencia de Viabilidad Económica Comprometida… El nombre lo dice todo.

En Cerdà, también en la Costera, aunque con algunos vecinos más, 367 habitantes, la situación se repite. María Ferris, titular de la farmacia local, ve inviable poder hacer frente a más meses. «Lo que más dispensamos son recetas para pensionistas y eso significa que tenemos que anticipar el cien por cien», reitera y teme que pueda pasar como en la anterior crisis, en la que fueron embargadas muchas farmacias que no pudieron hacer frente a los créditos solicitados para poder anticipar el pago de las medicinas.
«Recuerdo que compañeras mías que tenían un piso y el piso cubría la factura de los medicamentos, tuvieron que ponerlo como aval en el banco y otros perdieron sus farmacias», señala.
«Estamos francamente preocupados porque tememos que no nos pagarán en julio»
Antonio José Pérez
Farmacéutico de Torrella
Precisamente, la botica que ahora regenta fue una de las embargadas. María Ferris se hizo cargo en 2014 y espera poder jubilarse aquí, pero para ello considera necesario que la administración resuelva cuanto antes el problema y que garantice que no habrá más retrasos. «Es que, realmente, serán tres los meses que tendremos que anticipar».
«La situación es muy comprometida. No sólo es que no recibes lo que has adelantado, es que tienes que hacer frente a tus propios gastos y tu sueldo no lo cobras», recalca Antonio José Pérez, el farmacéutico de Torrella, el pueblo de al lado, con 150 habitantes.
«Estamos francamente preocupados porque sospechamos que no se nos pagará en julio como se ha prometido y eso nos obliga a sacar pólizas y nos crea una serie de gastos adicionales», subraya.
Y es que precisamente la anterior crisis le pilló recién abierta la farmacia. «Fue terrible. Estuvimos prácticamente en quiebra. Tenía hasta tres hipotecas y luego no querían saber nada de los gastos. Igual que fui yo, fueron 2.000 farmacias en toda la provincia», recuerda.
Los profesionales del sector temen que la historia se repita. Las consecuencias no sólo las sufrirían ellos, también los pacientes, principalmente personas mayores con dolencias crónicas que dependen de esos medicamentos que tendrían que ir a buscar a aquellas otras farmacias que hayan podido sobrevivir.
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