El alcantarillado, el punto negro en los pueblos y otros cuatro meses sin ascensores
Las consecuencias de la dana siguen marcando el día a día en los pueblos donde el balance de viviendas afectadas ascienda a 79.000
A. Talavera
Alzira
Domingo, 31 de agosto 2025, 15:40
Hace diez meses el alcantarillado de las poblaciones afectadas por la dana se llenaba del lodo arrastrado por la riada. Pocos días después de la tragedia del 29 de octubre la lluvia volvía a descargar en la zona cero y los municipios comprobaban con temor el grave problema que suponía tener toda la red de saneamiento colapsada.
Ahora, casi un año después de aquella pesadilla, los ayuntamientos siguen reclamando una solución para el alcantarillado. Yes que ésta es la principal preocupación de las localidades damnificadas, menos visible que la reconstrucción de edificios o parques, pero mucho más urgente por el riesgo que supone de cara a la llegada de los temporales de otoño.
Más de una quincena de localidades necesita grandes obras para sustituir colectores colapsados y para ellas depende de los fondos prometidos por el Ministerio para la Transición Ecológica a las entidades de gestión del agua. 500 millones pendientes de repartir y que todavía no tienen fecha, pero que «están a punto de llegar», según afirmó el secretario de Estado, Arcadi España, el pasado viernes en una visita a l'Alcúdia.
Mientras llegan estas partidas, poblaciones como Paiporta o Catarroja tienen afectación en el 100% de su red de alcantarillado y otras como Massanassa en el 50%. «Pudimos arreglar algunos colectores de forma urgente pero la red está a la mitad de su funcionamiento normal», explica el alcalde de Massanassa, Paco Comes.
También existe temor a la llegada de las lluvias torrenciales en Utiel, otra de las localidades que más sufrió la dana. «El alcantarillado está muy dañado, está peor que antes de la dana», comenta su alcalde, Ricardo Gabaldón. Los colectores ya no soportaron los históricos registros del pasado mes de octubre por lo que futuras lluvias podrían volver a causar inundaciones en algunos puntos al no poder asumirlas. Los ayuntamientos se afanan en limpiar imbornales para facilitar el paso del agua a la espera de levantar las calles para renovar gran parte de las tuberías.
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Otro de los puntos críticos en los municipios es la falta de reparación de cientos de ascensores. Se calcula que más de 7.500 sufrieron daños tras las inundaciones y en junio todavía quedaban un millar por reparar. Una situación insostenible para los vecinos afectados, sobre todo, las personas más mayores o con movilidad reducida. Actualmente no hay una cifra oficial de elevadores estropeados pero se calcula que sigue siendo muy elevada ya que los técnicos especialistas están saturados y los trabajos se alargarán hasta finales de año.
El arreglo de ascensores «no es algo que se haga de una manera industrial, cada ascensor tiene unas características distintas. Lo que hemos hecho es intentar priorizar aquellas fincas en las que residen personas más vulnerables. Llevamos más de 65 o 70 reparados de los prioritarios que nos facilitaron los ayuntamientos», comentó la comisionada para la reconstrucción, Zulima Pérez, en su primera intervención pública al frente del cargo.
Cabe recordar que para intentar dar solución a personas con movilidad reducida ante el retraso en las reparaciones, el Gobierno pidió a los ayuntamientos que informaran de los edificios donde urgía reponer el elevador por residir vecinos que no podían salir de casa. Un listado que superó ampliamente el centenar.
No sólo los bloques de viviendas sufren este problema de falta de accesibilidad, también instalaciones públicas. En Massanassa ni la Escuela de Adultos ni la biblioteca tienen el ascensor en funcionamiento. «Se realiza la entrega de libros en la planta baja», comenta el alcalde.
Viviendas afectadas
Diez meses después de la gran catástrofe que vivió la provincia de Valencia sigue sobrecogiendo el balance de daños. El más doloroso, sin duda, el de las 228 víctimas mortales. Pero ahora sabemos que unas 79.000 viviendas y comunidades de propietarios se vieron afectados.
Según los datos del Consorcio de Compensación de Seguros un 95% de las solicitudes de abono de indemnizaciones han sido tramitadas y pagadas. Catarroja encabeza el listado de viviendas afectadas con más de 7.300, seguida de Paiporta con unas 7.000 y Algemesí con más de 6.300.
Dentro de este balance se incluyen los garajes ya que se encuentran en plantas bajas y subterráneos. Miles de ellos se llenaron de lodo y durante meses se necesitaron trabajos especiales para vaciarlos.
Ya en agosto, la mayoría se encuentran limpios y en uso pero algunos siguen sin poder utilizarse por los daños estructurales causados por la riada. Por ello, las poblaciones han tenido que habilitar espacios de aparcamiento en la calle ante el gran volumen de vehículos que no podían ser resguardados en sus aparcamientos habituales.
En cuanto a los comercios y almacenes, unos 11.000 sufrieron daños, una vez más, Catarroja, Algemesí y Paiporta fueron los más afectados por el golpe de la riada a su economía local.
Además de las propiedades privadas, algunos municipios se quedaron sin ninguna de sus instalaciones municipales en condiciones al inundarse todas las plantas bajas. Edificios que tienen que reconstruirse con las ayudas estatales que el Gobierno destinó a cada uno de los ayuntamientos afectados.
En este sentido, los servicios técnicos municipales se encuentran desbordados por la gran cantidad de trámites que tienen que realizar para presentar las memorias justificativas de los proyectos de reconstrucción. En Utiel tienen ya tres aprobadas pero aún por presentar unas 15 mientras que en Guadassuar o Massanassa están a la espera de respuesta.