Colas y caos para hacerse una PCR

En las instalaciones de Atención Primaria, especialmente por las mañanas, se suceden las colas con decenas de usuarios que, en su mayor parte, acuden para someterse a una prueba PCR –también a realizarse analíticas o un electro–, o tratan de conseguir una cita con el médico ante la imposibilidad de contactar telefónicamente, como advierte Fernando García, presidente de CSIF Sanidad en la provincia de Valencia.

El centro de salud Salvador Allende de Torrefiel es un claro ejemplo de la situación y ayer volvió a registrar largas colas y aglomeraciones en sus inmediaciones. «Esto es un peligro. Quien no tenga el Covid-19, lo coge ahí», señalaba un vecino del barrio. Algunos residentes dieron la voz de alarma a este diario y señalaron con preocupación la saturación que se había alcanzado a las puertas del consultorio. Una mujer que acudió con sus tres hijas denunció, además, el mal trato que algunas personas dispensaban al enfermero que se encargaba de llamar a cada paciente. «Encima había gente insultando y tratando mal al enfermero por la aglomeración que se había formado, cuando él no tiene culpa de nada«, relató. Otro de los centros donde se han denunciado este tipo de aglomeraciones para realizarse la prueba PCR es en el situado en la calle Chile. »Las pruebas las hacen prácticamente en la calle, detrás de un parabán«, narra otro vecino.

Asimismo, el repunte de contagios entre sanitarios hace todavía más difícil la lucha contra el Covid-19. De hecho, ya hay más de 3.500 profesionales de baja o en cuarentena, el triple de los 1.532 que había en Nochebuena, lo que se traduce en el 5,62% de toda la plantilla. En total, se han infectado más de 7.000 sanitarios, el 11,5% de todos los profesionales de la red pública. Desde Nochebuena se han contabilizado, en concreto, 1.638 nuevos contagios entre los especialistas, el 22,37% de todos los positivos registrados entre personal sanitario desde el inicio de la pandemia, según datos proporcionados por el Sindicato Médico CESM-CV. Por ejemplo, en el departamento de salud de Gandia, con 1.800 empleados, las bajas laborales relacionadas con el coronavirus afectan ya al 15% de la plantilla. Los servicios más afectados son aquellos en los que se atiende a los usuarios, donde la media llega a casi el 25%, como es el caso del centro de salud de Beniopa, en Gandia, con cinco de los 21 facultativos de baja.

Los hospitales, por su parte, siguen derivando pacientes a clínicas privadas –el IVO recibió ayer cerca de una treintena de enfermos procedentes de Alcoy, el Clínico y el Arnau de Vilanova, todos ellos quirúrgicos oncológicos, según fuentes de CCOO–; y habilitando nuevos espacios para instalar más camas ante la falta de espacio para alojar un número cada vez mayor de enfermos, en su mayoría afectados por coronavirus. Destaca, por ejemplo, el hospital Arnau, donde se han ocupado despachos de la tercera planta para instalar camas y están estudiando hacer lo propio con la planta novena, donde se encuentra Gerencia y Dirección, según fuentes de CSIF. Se trata de antiguas habitaciones con toma de oxígeno que habían sido reconvertidas en despachos y que ahora, de nuevo, volverán a albergar camas si es necesario. En Orihuela ya hay seis plantas enteras para enfermos Covid, el Clínico tiene 21 camas UCI más entre los quirófanos y Reanimación, el General de Valencia también están derivando pacientes quirúrgicos no demorables (oncológicos, cardiacos, etc.), en La Fe la hospitalización de pacientes Covid se ha extendido a las torres E y D, y el de Gandia cuenta con cuatro plantas Covid con habitaciones dobladas, concretaron desde CCOO.

La situación ha llegado hasta tal punto que la Conselleria de Sanidad ha comenzado ya a derivar pacientes a los hospitales de campaña. El fin de semana llegaron los primeros al de Alicante, ayer al de Valencia (a mediodía ya había cuatro), y en el de Castellón se ha habilitado una sala de preingreso para pacientes estables con diagnóstico Covid-19, detallaron desde CCOO. Sanidad ha adoptado la decisión para tratar de aliviar la presión que sufren el resto de centros.

La situación epidemiológica en la Ribera también está desbordando al Hospital de Alzira. El colapso en las Urgencias ha provocado que en las últimas horas hubiese hasta 46 pacientes pendientes de ingreso, muchos de ellos esperando en los pasillos, según denuncian los trabajadores. Desde el Hospital de la Ribera reconocen que existe una gran afluencia de personas en Urgencias y que «hay algunas pendientes de pasar a planta pero todas están en boxes».