Los agentes medioambientales de la CHJ no alargaron su horario el día de la dana pese a la alerta roja
Bernabé dice que los efectivos cumplieron con su jornada laboral «hasta el último minuto» y que el colapso del sensor del Poyo no llegó hasta dos horas después de las 17:00
La polémica por la vigilancia de los cauces de ríos y barrancos el día de la dana se ha avivado después de que la Confederación ... Hidrográfica del Júcar (CHJ) reconociera en un informe que una decena de sus agentes medioambientales no trabajaron a partir de las 17:00 de la tarde del pasado 29 de octubre, es decir, en las horas más trascendentales de la tragedia. La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, ha defendido esta mañana que estos efectivos, que tienen el seguimiento de los barrancos en caso de colapsar los sensores entre sus funciones, no alargaron su jornada laboral en plena la alerta roja porque cuando finalizaba su horario de trabajo el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) controlaba de manera correcta el estado de los caudales.
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Bernabé ha explicado que los agentes de la CHJ tienen distintas funciones como el control de las presas, infraestructuras de las que, según ella, estos «no se movieron» el pasado 29-O, mientras otros efectivos tiene encomendado «suplir la información que no pueda dar el SAIH».
Hecha esta aclaración, la delegada del Gobierno ha asegurado que el SAIH funcionó a tiempo completo hasta que colapsó a las 18:55 de la tarde, refiriéndose al único medidor de control que vigila la cuenca del barranco del Poyo y que se encuentra situado en Riba-roja junto a la A-3. En este sentido, ha defendido el desempeño de estos profesionales el día de la dana pese a no estar desplegados y operativos en las horas más decisivas de la tragedia: «Cumplieron con su horario laboral hasta el último minuto».
«Nadie los mandó a su casa, como sí mandaron a su casa a los trabajadores y a los agentes medioambientales. Los enviaron a su casa dentro del horario laboral», achaca Bernabé a la dirección de la emergencia, es decir, a la Generalitat ejemplificándolo con la retirada de los bomberos forestales que vigilaban el Poyo y la orden de que los agentes de la Conselleria de Medio Ambiente no realizaran trabajo de campo como consecuencia del temporal.
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Preguntada por LAS PROVINCIAS sobre si existe algún protocolo por el que estos agentes medioambientales de la CHJ puedan ampliar su horario laboral en caso de emergencia, como la ocurrida el 29-O, la delegada del Gobierno ha insistido en que estos efectivos se hubiesen quedado «si no se pudiera transmitir la información en tiempo y forma». No obstante, según mantiene Bernabé, la información «se estaba enviando en tiempo y forma».
Cuestionada de nuevo por este diario sobre la única llamada del presidente de la CHJ, Miguel Polo, en la que hacía alusión a la situación del Poyo el día de autos, Bernabé ha contestado de idéntica manera y sin mencionar al máximo dirigente del organismo de la cuenca: «La Confederación Hidrográfica del Júcar, como se ha escrito y enviado en multitud de informes, dio todas las informaciones oportunas sobre todas las cuenca y lanzó los avisos en tiempo y forma. Desde las 10:00 de la mañana en los barrancos, primero en el Magro y después en el Poyo».
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Plantilla de trabajo
El servicio de Policía de Aguas y Cauces Públicos de la CHJ cuenta con una plantilla de 55 empleados, bien agentes medioambientales (AMA) bien guardas fluviales (GF), distribuidos por toda la demarcación del Júcar. En general, cada agente tiene asignado un sector de territorio, donde ejerce sus competencias en materia de policía de aguas, que vienen establecidas en el artículo 94 del texto refundido de la Ley de Aguas (RDL 1/2001). Además, existen cuatro zonas, que agrupan diferentes sectores, que cuentan con un jefe de zona y dos responsables de subzona.
De los diez efectivos cuya zona se vio afectada, sólo uno continuó remitiendo información de caudal, en concreto del río Magro, más allá de las 17:00 horas de la tarde, momento en el que acababa la jornada laboral para estos trabajadores si no lo había hecho a las 15:30, tal y como estipula un cuadrante que figura en el informe de la CHJ. Sea como fuere, ningún responsable de mayor rango les obligó a permanecer operativos pese a estar decretada una alerta roja por emergencia.
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De hecho, este agente del sector de Utiel «estuvo informando que el nivel del río Magro seguía creciendo y la corriente estaba arrastrando coches» al presidente Miguel Polo a las 18:28, según se desprende del registro telefónico del propio mandatario. Dicha comunicación duró un minuto y cinco segundos.
Horarios laborales
Los agentes CHJU0499 y CHJU7626 (jefe de zona y responsable de subzona, respectivamente) trabajaron no sólo durante los días 28, 29, 30 y 31 de octubre, sino también del 1 al 3 de noviembre. Eso sí, el segundo se ausentó de su puesto de trabajo a partir del día 30 por el fallecimiento de un familiar, siendo baja justificada. Otro de los responsable, el encargado del sector 64, se encontraba de baja médica mientras el efectivo CHJU1709 sufrió la pérdida del vehículo «en el desempeño de sus funciones» en la zona de Utiel.
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«El resto de Guardas y Agentes realizaron sus funciones mayoritariamente en horario de mañana, según el detalle de la tabla anterior», defiende la CHJ sobre una tabla que demuestra que cuatro de estos trabajadores laboraron de 8:00 a 17:00, otros dos lo hicieron de 8:00 a 15:00, otro par lo hizo de 8:00 a 15:30 y otra pareja de 7:30 a 15:00 el día de la dana.
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