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Achiques, coches atrapados y vías convertidas en torrentes en l'Horta

V. H. / M. C. / A. D.

VALENCIA

Sábado, 17 de noviembre 2018, 00:56

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Accesos cortados, caída de cornisas, fallos del suministro eléctrico y calles y aparcamientos convertidos en auténticos ríos colapsaron ayer la comarca de l'Horta. En sólo una hora, los bomberos tuvieron que hacer frente a siete avisos por achiques y varios rescates de vehículos atrapados en Alboraya y Rafelbunyol. La lluvia intermitente no daba tregua y decenas de carreteras, caminos secundarios, calles y accesos a poblaciones como Alboraya, Puçol, Torrent, Paterna o Burjassot se cerraban al tráfico y obligaban a miles de conductores a buscar rutas alternativas o tener que parar en arcenes y cunetas en medio de aguaceros.

Durante la mañana, el desprendimiento de un voladizo en una vivienda de Alaquàs y la ruptura de una cornisa en un piso de Albal obligaron a desalojar a sus propietarios y actuar de urgencia.

Las intensas precipitaciones del mediodía aumentaron el corte de calles y accesos y obligaron a cerrar espacios públicos como los parques municipales de Rocafort o el entorno de la estación de tren de Burjassot, donde el nivel del agua embalsada en el aparcamiento superó el medio metro. «Nos llegaba el agua por encima de la rodilla y el nivel seguía subiendo. Las trapas abiertas ni siquiera tragaban», relataba una usuaria.

También se cortaron al tráfico durante la jornada Camí Fondo de Puçol, Camí Llíria, Camí Fondo de Rafelbunyol y Camí La Mar junto al cuartel de la Guardia Civil. Hasta las 18 horas, se habían registrado más de 130 litros en El Puig, donde el agua inundó parte del polideportivo y la biblioteca. En Puçol se recogieron más de 100 litros en poco menos de una hora. En Paterna se cortó el camino del apeadero de Santa Rita y la CV-31, a su paso por Lloma Llarga. Las calles de las zonas más bajas de La Canyada volvían a convertirse en auténticos ríos donde circular se convertía en misión imposible.

En Alboraya, la Policía Local alertaba del corte de todos sus accesos y recomendaba no utilizar el coche. Si bien, la tromba de agua inundó bajos y garajes en la zona de La Patacona. También quedaban anegados caminos habituales a la zona de huerta y numerosos cultivos.

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