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Detalle del caudal que circula por el río Seco tras las últimas lluvias y desemboca en El Campello.
La Diputación ideó antes que el Consell los miniembalses para recoger las lluvias

La Diputación ideó antes que el Consell los miniembalses para recoger las lluvias

Un estudio del Ciclo Hídrico de la Corporación propuso en 2015 la construcción de 53 pequeñas presas con una inversión estimada de 27 millones para obtener 14 hectómetros cúbicos

Bernat Sirvent

Domingo, 15 de enero 2017, 00:59

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El proyecto que amasa la Dirección General del Agua de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente para crear una red de miniembalses para aprovechar las crecidas de ríos y ramblas tras lluvias intensas, fue ya planteado hace dos años por la Diputación de Alicante. En concreto, por su departamento experto del Ciclo Hídrico, que dirige el diputado Francisco Sáez.

Así lo recoge el informe 'Atlas Hidrogeológico de la provincia de Alicante' en el que han participado profesores universitarios y técnicos de la Diputación y del Instituto Geológico y Minero de España. El diputado Sáez avala el estudio, pero advierte al resto de Administraciones de que «lo que hace falta ahora es que haya recursos económicos».

El estudio incluye un capítulo titulado 'Uso conjunto y recarga artificial de acuíferos' en el que se plantea directamente «de forma pionera y rigurosa por la Diputación de Alicante» la posibilidad de aumentar la recarga natural de los acuíferos de la provincia mediante la construcción de presas de pequeño tamaño y vaso permeable.

Esta red de miniembalses «favorecerá la infiltración de los escasos y esporádicos recursos superficiales que, eventualmente, circulan por las ramblas y barrancos cuando acontecen grandes lluvias».

Es precisamente lo que ocurrió entre el 16 y el 19 de diciembre, con precipitaciones medias de 200 litros por metro cuadrado en la provincia y de hasta 500 en algunos municipios del norte, como Planes en la comarca de El Comtat o la Vall d'Alcalá en el caso de la Marina Alta. En una comparecencia pública para analizar el balance agrícola anual, el secretario general de La Unió en la Comunitat, Ramón Mampel, reivindicó en Alicante la urgente necesidad de construir miniembalses en toda la zona litoral para almacenar el necesario recurso hídrico. «Ahora tendríamos un tesoro», llegó a proclamar el agricultor Ramón Mampel.

Una semana después, como ya recogió este diario, el director general de Aguas de la Generalitat, Manuel Aldeguer, y el presidente de Riegos de Levante Margen Derecha y de la Federación de Comunidades de Regantes de la Comunitat Valenciana, el alicantino José Antonio Andújar, acordaron realizar un estudio para almacenar agua tras las crecidas del río Segura.

Un plan que, según explicó Aldeguer, se quiere extender a todo el litoral alicantino, en especial a la mitad norte. «Sería muy enriquecedor, sobre todo para el norte de la provincia, donde más se desaprovecha el agua tras las crecidas por las tormentas; yo lo veo viable y razonable», abundó Aldeguer. Se trataría de embalses, con capacidad para almacenar entre 1 y 3 millones de metros cúbicos. De ahí que, al requerir unos 100.000 metros cuadrados de superficie y veinte metros de profundidad, se estén realizando ya los primeros informes.

El informe de Ciclo Hídrico de la Diputación plantea la construcción de un total de 53 presas aprovechando los propios cauces de los ríos, como ocurrió en los años 90 en el río Coscón en Jijona y en el barranco de Fontilles en el término municipal de Orba, que proporcionarían una infiltración complementaria de 15,68 hectómetros cúbicos en los acuíferos, preferentemente en el norte y el noroeste de la provincia, zona donde tienen lugar las mayores precipitaciones y donde los estudios realizados por la Diputación han localizado las mejores cerradas, explica el documento.

El plan expuesto por los técnicos de la Diputación y el Instituto Geológico y Minero de España aborda tres fases de ejecución. En la primera se construirían 25 minipresas con un «mayor interés». La inversión sería de 12,10 millones de euros, la infiltración media alcanzaría los 7,94 hectómetros cúbicos al año, el número de acuíferos beneficiarios en la recarga artificial sumarían 20 y la sobreexplotación disminuiría en 0,7 hectómetros. La disponibilidad de recursos aumentaría en 7,24 hectómetros, el 3,8% de la alimentación natural que es de 209 hectómetros.

En la fase 2, se levantarían otras 18 presas con un coste de 10,2 millones de euros y una infiltración de 6,9 hectómetros al año. La sobreexplotación se reduciría en 0,24 hm3 y los recursos nuevos sumarían 6,63 hm3. En la fase tercera, se harían diez presas por 4,9 millones para infiltrar 0,9 hm3. La recarga afectaría a ocho acuíferos y la sobreexplotación caería en 0,3 hm3. Y los recursos aumentarían en otros 0,6 hm3.

El total de acuíferos sobreexplotados a los que afectaría el plan suman seis, cinco en la cuenca del Vinalopó (Umbría, Madara, Carrasquilla-Peña Chico y Chinorlet) y el sexto en la cuenca del río Verde (Madroñal).

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