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Una excavadora apila basura en Dos Aguas.
Tres de los grandes vertederos de basura de la Comunitat se saturarán en sólo dos años

Tres de los grandes vertederos de basura de la Comunitat se saturarán en sólo dos años

Medio Ambiente aspiraa recuperar dos millones de toneladas de residuos al año con su plan para reducir los desechosque llegan a las plantas

Juan Antonio Marrahí

Domingo, 8 de noviembre 2015, 22:50

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Que la Comunitat Valenciana tiene graves problemas con la basura es algo en lo que coinciden tanto el anterior gobierno del PP como el actual. Un informe interno de la Generalitat ya situaba en 2020 el colapso de los principales vertederos de la región. Y, según aseguraron ayer expertos en medio ambiente del anterior ejecutivo, tres de los nueve abocadores operativos en la Comunitat podrían llenarse en sólo dos años: el de Dos Aguas, el de Xixona y el de Villena.

Los expertos consultados muestran su mayor preocupación por el inmenso vertedero de Dos Aguas, que es donde va a parar la basura de Valencia y su área metropolitana que no queda retenida en las plantas de recuperación de Manises y Quart de Poblet. Poco más de año y medio de vida es el tiempo que los especialistas dan a Dos Aguas con el actual flujo de deshechos.

No a las incineradoras

  • política de residuos

  • La solución de Bonig ante el problema de la basura, rechazado de plano por Medio Ambiente. Las tachan de contaminantes.

  • El modelo del proyecto de Llanera no gusta. Prometen vertederos más pequeños con capacidad para 65.000 toneladas.

  • Los responsables de Medio Ambiente creen que elevando la recuperación de desechos del 59% al 70% llegará menos basura en vertederos.

  • Se confía en la ampliación paulatina de los actuales vertederos para dar salida a la gran cantidad de residuos.

Otros dos vertederos que podrían agonizar en 2018 si no se autorizan ampliaciones son los de Xixona y Villena. La reciente clausura de la planta de Crevillent hace que reciban más basura de la proyectada en los planes zonales. Es decir, su volumen de llegada de residuos se ha disparado. El propio secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro, llegó a definir como «agujero negro» la situación de la basura en la Vega Baja. «Los restos que hasta hace poco iban a parar a la planta de Crevillent llegan ahora de manera desordenada a Villena y Xixona», lamentó el actual responsable autonómico. De momento, no hay solución a la vista.

Algímia dAlfara

Una situación muy parecida vive el vertedero de Algímia dAlfara. Los populares calculan que llegará a su máximo en 2020. Sus instalaciones también están recibiendo más basura de la que sería deseable después de que Onda se opusiera a ampliar su vertedero, actualmente sellado. Es decir, a Algímia van a parar residuos de la zona de Camp de Morvedre y buena parte de Castellón.

El panorama de la provincia de Valencia es complejísimo. Algímia, recibiendo basura de la zona que le es propia y también del centro de Castellón. Dos Aguas, el gigante de la provincia, a punto de llegar al máximo. El proyecto del macrovertedero de Llanera se difumina ante una firme oposición del pueblo y una investigación judicial sobre la transparencia en su adjudicación. Y otra gran instalación en proyecto, la de Guadassuar, tiene en su contra a socialistas y ecologistas.

Ante este panorama, y asesorada por los técnicos de Medio Ambiente, la exconsellera Isabel Bonig apostó por la instalación de cuatro plantas de revalorización energética de basura mediante incineradoras. Pero el plan se ha esfumado con el cambio de signo político. «Las incineradoras no son la solución», sentenció Álvaro el martes a LAS PROVINCIAS. Los nuevos dirigentes de Medio Ambiente las consideran contaminantes y creen que no incentivan la recuperación de residuos.

A diferencia del anterior gobierno, la nueva Conselleria de Medio Ambiente no dispone de previsiones respecto a la capacidad de los vertederos. «No podemos aventurar una cifra con garantías», exponen a consultas de este diario. Bajo argumentos ecologistas, no quieren incineradoras. Pero tampoco grandes vertederos. «Su tiempo se ha terminado», remarcó Álvaro tras reunirse con la plataforma contra el proyecto de Llanera.

El reciclaje como salvación

Su plan ante el problema de la basura pasa por la construcción de pequeños vertederos de no más de 65.000 toneladas y una profunda convicción en que se logrará reducir la cantidad de desechos. Esa meta sí la han fijado ya y no es sencilla: lograr recuperar un 70% de la basura que generan los valencianos.

A lo largo del año pasado, los habitantes de la Comunitat generamos 2,85 millones de toneladas de residuos. De esa inmensa masa de basura, se logró salvar y reutilizar un 59%. El resto, es material que acabó en los vertederos. El propósito de Medio Ambiente implica alcanzar los 2 millones de toneladas recicladas al año, es decir 330.000 toneladas más que en la actualidad.

Ante el peligro del colapso de vertederos al que aluden los populares, en Medio Ambiente confían también en «la ampliación de nuevas celdas en la medida en que hagan falta» y en instalaciones que aún no están en marcha como la de Guadassuar. En este caso resulta paradójico, pues se trata de un gigantesco proyecto que admitirá en torno a 140.000 toneladas, cuenta con la oposición de los socialistas de la Ribera Alta y excede con creces de esas 65.000 toneladas marcadas como límite por los nuevos responsables de Medio Ambiente.

A Dos Aguas llegan cada año 570.000 toneladas de residuos y la mitad acaban enterrados. En Medio Ambiente no coinciden con los augurios del PP. «Tiene un margen de vida largo porque se acaba de ampliar». Admiten que el de Algímia dAlfara está asumiendo la tarea del de Onda porque éste «no da más de sí». Creen que la Vega Baja necesita dos vertederos de pequeño tamaño y la zona de La Costera y La Safor otros dos que suplan a Llanera.

Con un grave problema sobre la mesa, la conselleria resume así el futuro de la basura en la región: «No se trata de suplir vertederos como el de Dos Aguas, que ya no es el modelo. Hay que conseguir reducir los flujos progresivamente con mejoras en el tratamiento y en la sensibilización ciudadana».

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