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La caja fuerte sustraída de la casa consistorial de LA Vall d' Alcalà que los ladrones perdieron en su huida.
Más de 200 municipios carecen de comisaría de policía y de cuartel de la Guardia Civil

Más de 200 municipios carecen de comisaría de policía y de cuartel de la Guardia Civil

Los pequeños pueblos de la Comunitat, casi todos situados en el interior, se ven expuestos con más facilidad a los ladrones al no tener vigilancia diaria

José Manuel Ortuño

Lunes, 31 de agosto 2015, 19:36

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¿Qué se hace cuando en tu municipio no hay Policía Local ni un cuartel de la Guardia Civil? Es lo que se han preguntado al llegar a su cargo más de 200 alcaldes de municipios que no tienen Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. No queda otra que esperar que haya un dispositivo de la Benemérita cerca para que los males sean menores. Sino, sucederá lo que ha ocurrido esta semana tanto en Massalavés o en La Vall dAlcalà, donde los amigos de lo ajeno trataron de hacer su agosto.

«Sólo tenemos un médico dos horas a la semana para los 180 vecinos del pueblo»

  • Los únicos problemas con los que se encuentran los pequeños municipios no sólo tienen que ver con la seguridad de sus ciudadanos, también con muchas otras necesidades básicas que en multitud de casos ni siquiera tienen. Así lo describe a este periódico Pablo Martínez "Estamos fuera de cobertura de todo, de la necesidades más primarias, como el transporte público, la sanidad o las urgencias", advirtió el alcalde de La Vall dAlcalà, quien puso un ejemplo claro de su situación.

  • "Hace un mes, una vecina enfermó. La ambulancia tuvo que llegar hasta aquí y tardó una hora y media. Luego, le costó otra hora y media llevarla hasta el hospital. Necesitamos mejores atenciones en todos los sentidos, porque en muchas ocasiones tenemos que llevar nosotros a las personas cuando tienen que acudir a una revisión", insistió el primer edil.

  • La situación sanitaria no concluye ahí. "Sólo tenemos un médico dos horas a la semana, para los 180 vecinos que residen en el pueblo. Nuestra intención es lograr una atención permanente o, al menos, que vengan más tiempo".

  • Lo poco que funciona bien, según continuó explicando Martínez es "el autobús escolar. Los niños no tienen problemas a la hora de ir al colegio. Sin embargo, no disponemos de ningún tipo de transporte público", de modo que se hallan "prácticamente incomunicados".

  • Todas estas circunstancias provocan que mucha "gente decida abandonar las localidades pequeñas, ya que no encuentra facilidades. Dicen que quieren potenciar lo rural, pero si queremos que vengan a vivir aquí, necesitamos mucha más atención en necesidades primarias", reincidió el alcalde. "Cada vez se van más vecinos. Los mayores aquí no tienen la atención que requiere su salud y se va a grandes ciudades con su familia".

No era la primera vez y, por desgracia, tampoco será la última. Los dirigentes de estos consistorios intentan que mejore la situación en sus poblaciones, pero no es algo sencillo. Entre otros motivos, porque es necesario presupuestar la presencia de agentes, lo que ahora mismo resulta harto complicado.

En estos instantes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la Comunitat cuenta con 545 municipios. 267 se encuentran en la provincia de Valencia, 142 en Alicante y el resto en Castellón, precisamente la circunscripción con un mayor número de poblaciones sin policía ni Guardia Civil. Así se refleja en los datos ofrecidos por la Generalitat a LAS PROVINCIAS. Únicamente un 24% de sus localidades (33 de 136) cuenta con agentes. La situación mejora en Alicante. Más de la mitad de los pueblos tiene seguridad estatal, concretamente 84 (un 59%), mientras que Valencia supera a ambos, con un 62% (168).

En los últimos días han salido a la luz problemas en este tipo de poblaciones. Sin embargo, no son una novedad. Como reconoció a este periódico el dueño del establecimiento, el bar del polideportivo de La Vall dAlcalà ha sufrido cinco robos en los últimos tres años. "He tenido que poner hasta 20 candados, se pasa muy mal". Por si fuera poco desaparecen habitualmente los cables de cobre que les permiten tener línea telefónica y los tienen que ir reponiendo cada vez para no quedarse aislados del resto del mundo.

Los ladrones han ido mucho más allá esta misma semana. Directamente, se fueron a buscar el edificio principal de la población, la casa consistorial, aunque se dejaron el botín por el camino. Como publicó este periódico, la madrugada del domingo al lunes 16, cuando habían terminado ya las fiestas patronales, el ayuntamiento fue saqueado. Con un remolque robado, se llevaron la caja fuerte, aunque la perdieron en la siguiente esquina. Allí se la encontró un vecino cuando iba a trabajar y llamó al alcalde, Pablo Martínez, quien ha atendido de nuevo a este periódico.

"Estamos en un pueblo con muy pocos habitantes y prácticamente incomunicados. A veces falla hasta la electricidad y este invierno se han llevado hasta cinco veces los cables del teléfono. Lo del domingo no es algo esporádico", lamentó.

El primer edil de la localidad alicantina asegura haber "hablado con la Guardia Civil y siempre me comentan que cuentan con pocos medios. Ellos realizan sus labores de vigilancia, pero las considero insuficientes". Ante esta situación, Martínez se plantea "la posibilidad de crear una Policía Local, aunque tengamos que compartirla e instaurarla junto a otros municipios, porque creemos que es importante estar custodiados». Por ello, van «a trabajar para que la situación cambie".

Dos días más tarde, en Massalavés -sin agentes de seguridad- se dio una situación similar. En esta ocasión el (intento de) atraco se produjo en un cajero automático en el que pusieron un explosivo de fabricación casera. Sin embargo, el estallido del artefacto hizo saltar las alarmas y los ladrones tuvieron que huir.

De Xodos a Atzeneta (Castellón), hay 16 kilómetros por carretera. Y, por tanto, son los que separan al primer municipio -de 50 habitantes- del cuartel de la Guardia Civil más próximo. "Si sucede cualquier cosa tienes que llamarlos y que vengan, pero tardan bastante ya que deben de cubrir mucho territorio", lamenta su alcalde, César Segura.

"Ahora en verano hay más gente (llegan 500 personas), pero en invierno, si atracan en algún sitio nadie se entera", admite a este periódico para, de inmediato, añadir que últimamente "se producen muchos robos en las masías que hay en las afueras del municipio y aquí al lado, en Vistabella". Al igual que a su colega de La Vall dAlcalà, a Segura los agentes de la Benemérita le reconocen "que lo tienen muy difícil. Tardan una media hora en llegar". En cuanto a los robos, insiste en que va por "temporadas, unos años se producen más que otros".

Por su parte, Ángel Valero, alcalde durante varias legislaturas de Calles, muestra su disconformidad ante la situación, aunque admite que resulta "muy complicado que lleguen más refuerzos porque para eso hace falta dinero, y no hay".

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