Rojales, sede permanente de las joyas bizantinas halladas en Cabezo del Molino
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Lunes, 13 de octubre 2025, 00:00
El Museo Arqueológico y Paleontológico de Rojales acogerá de definitivamente la exposición del MARQ 'Ajuares para la eternidad. El rito funerario en el Cabezo del Molino', con cuatro conjuntos de joyas bizantinas halladas en la necrópolis del yacimiento del Cabezo del Molino de la localidad. El diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro, inauguró la pasada semana la muestra junto al alcalde de la localidad, Antonio Pérez, el director del Museo Arqueológico de Alicante, Manuel Olcina, el director gerente de la Fundación CV MARQ, José Alberto Cortés, la concejala de Cultura de Rojales, Inmaculada Chazarra, y la arqueóloga y técnico de Exposiciones de la Fundación MARQ, M.ª Teresa Ximénez de Embún.
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Como explicó Navarro, «esta propuesta nace de los resultados obtenidos en los trabajos de investigación llevados a cabo desde el año 2018 en el enclave del Cabezo del Molino, un proyecto que forma parte del Plan Anual de Excavaciones de la Diputación de Alicante, a través del MARQ, con la colaboración desde sus inicios del Ayuntamiento de Rojales y del Museo Arqueológico y Paleontológico de esta localidad».
A través de una novedosa museografía, paneles explicativos y un vídeo narrativo, 'Ajuares para la eternidad' muestra un particular momento de la historia. El Cabezo del Molino es uno de los primeros yacimientos de la provincia en el que se ha podido constatar la presencia de población de época bizantina -siglos VI-VII d.C.-, en este caso a través de una gran necrópolis que, además, es de las primeras manifestaciones en nuestro territorio de comunidades cristinas en el mundo rural. De las excavaciones destaca el elevado número de enterramientos infantiles hallados -seguramente víctimas de la grave epidemia llamada Peste de Justiniano- y la localización de un conjunto de sepulturas femeninas de edades muy jóvenes -entre seis y doce años- que presentaban un tratamiento muy especial ante la muerte. Estas niñas tuvieron una muerte súbita y prematura que les impidió realizar en vida rituales de gran relevancia social, como el casamiento. Por ello, en su muerte, y con el máximo de los cuidados, fueron ataviadas de forma especial, con joyas propias de las novias.
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