El Gobierno rechaza prorrogar los plazos para la retirada de cañaverales en el Carraixet

Fuentes de Medio Ambiente señalaron que la financiación total asciende a medio millón de euros a través de los Planes de Impulso al Medio Ambiente (PIMA). Se trata en síntesis de la eliminación de cañaverales en las riberas del citado barranco (el cauce lo hace la Confederación Hidrográfica del Júcar) con el fin de eliminar especies alóctonas.

La Dirección General de Medio Natural es la encargada de esta iniciativa al amparo del compromiso financiero del Gobierno adquirido en una Conferencia Sectorial el 14 de abril de 2021. La Conselleria ya había pedido una prórroga, concedida, para cumplir los plazos de licitación de un encargo que finalmente se llevó la empresa pública Tragsa. La cuestión del calendario es peliaguda dado que el mes de abril se inicia el periodo de restricciones en cualquier actuación de campo por la cría de fauna silvestre, mientras que en verano existe el mismo problema pero en este caso por el riesgo de incendios forestales. Para la labor financiada por el Gobierno se emplea maquinaria como motodesbrozadores, que pueden producir chispas y encender un fuego.

El proyecto se dividió en dos fases. La primera, Olocau y Bétera, se inició antes de la dana, aunque las inundaciones provocaron que Tragsa debiera asumir multitud de encargos de reparaciones. Esto fue el motivo de que se pidiera una suspensión de plazos para la segunda intervención, aunque ha sido denegada con el argumento de que la normativa permite aplazar trámites pero no cuando ya se está en ejecución.

Así las cosas, la parte pendiente del Carraixet tendrá que esperar, dado que en la contestación a la Generalitat se indica que podría hacerse en la Conferencia Sectorial, aunque «lamentablemente no es posible convocar este foro antes de que finalice la vigencia del PIMA». Entre los argumentos de la Conselleria también se indicó que las mismas oficinas de la Unidad quedaron muy afectadas por las inundaciones.