La crisis en Villalonga se agrava con el 50% de la policía de baja

La plantilla del consistorio está compuesta «por unas 45 personas», entre ellos los agentes de policía, de las que 10 están de baja médica. Esta situación genera malestar y caos en el ejecutivo local, que tiene que lidiar con la falta de mano de obra para atender todos los servicios municipales.

Esto supone que el Ayuntamiento tiene al 22% de su plantilla de baja, «muchos de ellos por ansiedad laboral», dicen desde el PSPV. Esto se suma a la crisis abierta con la dimisión de José Ripoll, edil del Partido Popular, que ha abandonado el tripartito (Compromís, PP y las exocialistas de Fer Poble), al desconfiar de la gestión de sus compañeros y, en especial, de la titular de Personal, Alícia Gomis.

Ripoll se ha ido al ver poco claro el proceso de consolidación de plazas de policía y al no contar con él en la organización del tribunal, por ejemplo, y ante el «malestar existente en buena parte del funcionariado». El plan ha estado comandado por Gomis.

Pero ante esto, el alcalde, Domingo García, dijo que el proceso se ha hecho desde Personal y que la edil Gomis siempre ha querido llevar las riendas. Añadió, que no ha visto nada turbio y que ante «cualquier irregularidad habría actuado» o actuará. Agregó que el gobierno tiene derecho a reorganizar los departamentos para mejorar el funcionamiento.

García añadió que las bajas de los agentes o del resto de personal son cuestiones personales: «No creo que tengan nada que ver con la situación del gobierno». Y añadió que cuando accedió al ejecutivo había más personal en la misma situación.

Desde el PSPV, el edil Enric Llorca, denunció «una purga» contra los empleados por parte de Gomis. «Es una persecución de una concejal contra funcionarios que no son de su agrado o están relacionados con el sindicato CC.OO.». Hay de baja, además, una educadora de la escoleta, una limpiadora, un peón y tres funcionarios de administración.