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La cementera abandonada de Benagéber, una fortaleza industrial entre montañas

Lunes, 24 de septiembre 2018, 01:27

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La cementera de Benagéber es un imponente lugar perdido entre la naturaleza del interior de Valencia.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
La cementera de Benagéber es un imponente lugar perdido entre la naturaleza del interior de Valencia.
La cementera de Benagéber es un imponente lugar perdido entre la naturaleza del interior de Valencia.

La enorme construcción todavía se contempla desde lo lejos, como un colosal castillo de hormigón entre agua y maleza.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
La enorme construcción todavía se contempla desde lo lejos, como un colosal castillo de hormigón entre agua y maleza.
La enorme construcción todavía se contempla desde lo lejos, como un colosal castillo de hormigón entre agua y maleza.

Situado junto al pantano de la localidad de Benagéber, es un enclave industrial abandonado y fascinante, cuya historia refleja dos de las secuelas que dejó el franquismo: la migración y el olvido.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Situado junto al pantano de la localidad de Benagéber, es un enclave industrial abandonado y fascinante, cuya historia refleja dos de las secuelas que dejó el franquismo: la migración y el olvido.
Situado junto al pantano de la localidad de Benagéber, es un enclave industrial abandonado y fascinante, cuya historia refleja dos de las secuelas que dejó el franquismo: la migración y el olvido.

Unos enormes silos construidos entre la masa de cemento dan la bienvenida a esta gigantesca formación abandonada, ubicada en un rincón privilegiado y bien pensado: en la misma montaña, de donde se podrían extraer los materiales necesarios para su actividad productiva.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Unos enormes silos construidos entre la masa de cemento dan la bienvenida a esta gigantesca formación abandonada, ubicada en un rincón privilegiado y bien pensado: en la misma montaña, de donde se podrían extraer los materiales necesarios para su actividad productiva.
Unos enormes silos construidos entre la masa de cemento dan la bienvenida a esta gigantesca formación abandonada, ubicada en un rincón privilegiado y bien pensado: en la misma montaña, de donde se podrían extraer los materiales necesarios para su actividad productiva.

Construida en la década de los cuarenta, fue gestionada por la misma empresa que se encargó del embalse, Portolés y Cía, que se convertiría en una de las principales empresas de obras públicas tras la Guerra Civil.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Construida en la década de los cuarenta, fue gestionada por la misma empresa que se encargó del embalse, Portolés y Cía, que se convertiría en una de las principales empresas de obras públicas tras la Guerra Civil.
Construida en la década de los cuarenta, fue gestionada por la misma empresa que se encargó del embalse, Portolés y Cía, que se convertiría en una de las principales empresas de obras públicas tras la Guerra Civil.

La fábrica de cemento Portolés y Cía estuvo operativa entre los cuarenta y setenta del siglo pasado y sus construcciones de aquella época permanecen actualmente como importantes muestras de arqueología industrial.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
La fábrica de cemento Portolés y Cía estuvo operativa entre los cuarenta y setenta del siglo pasado y sus construcciones de aquella época permanecen actualmente como importantes muestras de arqueología industrial.
La fábrica de cemento Portolés y Cía estuvo operativa entre los cuarenta y setenta del siglo pasado y sus construcciones de aquella época permanecen actualmente como importantes muestras de arqueología industrial.

La construcción del pantano de Contreras también corrió a cargo de esta empresa, prueba de su estrecha colaboración laboral con el gobierno franquista.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
La construcción del pantano de Contreras también corrió a cargo de esta empresa, prueba de su estrecha colaboración laboral con el gobierno franquista.
La construcción del pantano de Contreras también corrió a cargo de esta empresa, prueba de su estrecha colaboración laboral con el gobierno franquista.

En aquella época, la mayoría de los habitantes de Benagéber eran los trabajadores de las obras del embalse y la cementera.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
En aquella época, la mayoría de los habitantes de Benagéber eran los trabajadores de las obras del embalse y la cementera.
En aquella época, la mayoría de los habitantes de Benagéber eran los trabajadores de las obras del embalse y la cementera.

Por ello, cuando en 1955 finalizaron los trabajos para la formación del pantano la mayoría de la población emigró y el lugar quedó sumido en la quietud que, a día de hoy, le sigue caracterizando.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Por ello, cuando en 1955 finalizaron los trabajos para la formación del pantano la mayoría de la población emigró y el lugar quedó sumido en la quietud que, a día de hoy, le sigue caracterizando.
Por ello, cuando en 1955 finalizaron los trabajos para la formación del pantano la mayoría de la población emigró y el lugar quedó sumido en la quietud que, a día de hoy, le sigue caracterizando.

Las cifras hablan por sí solas: en 2012, el censo del municipio registraba una población de 13 habitantes.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Las cifras hablan por sí solas: en 2012, el censo del municipio registraba una población de 13 habitantes.
Las cifras hablan por sí solas: en 2012, el censo del municipio registraba una población de 13 habitantes.

Aunque también ha tenido sus momentos de intensa actividad. El nombre de la localidad le sonará a más de uno por albergar, en la Nochevieja de 2015, la famosa ‘rave’ ilegal que congregó a unas 3.000 personas en el aeródromo de Benagéber.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Aunque también ha tenido sus momentos de intensa actividad. El nombre de la localidad le sonará a más de uno por albergar, en la Nochevieja de 2015, la famosa ‘rave’ ilegal que congregó a unas 3.000 personas en el aeródromo de Benagéber.
Aunque también ha tenido sus momentos de intensa actividad. El nombre de la localidad le sonará a más de uno por albergar, en la Nochevieja de 2015, la famosa ‘rave’ ilegal que congregó a unas 3.000 personas en el aeródromo de Benagéber.

Tras el temporal incidente, el municipio volvió a ser el tranquilo enclave que recuerda un pasado industrial no tan lejano.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Tras el temporal incidente, el municipio volvió a ser el tranquilo enclave que recuerda un pasado industrial no tan lejano.
Tras el temporal incidente, el municipio volvió a ser el tranquilo enclave que recuerda un pasado industrial no tan lejano.

Popularmente, se rumorea que cerca de 500 municipios yacen en las profundidades de los pantanos y embalses que se construyeron durante la dictadura.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Popularmente, se rumorea que cerca de 500 municipios yacen en las profundidades de los pantanos y embalses que se construyeron durante la dictadura.
Popularmente, se rumorea que cerca de 500 municipios yacen en las profundidades de los pantanos y embalses que se construyeron durante la dictadura.

Aunque ya no aparecen en los mapas, forman parte de la memoria colectiva de la población que fue obligada a emigrar. Pueblos sumergidos de los que sigue quedando historia.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Aunque ya no aparecen en los mapas, forman parte de la memoria colectiva de la población que fue obligada a emigrar. Pueblos sumergidos de los que sigue quedando historia.
Aunque ya no aparecen en los mapas, forman parte de la memoria colectiva de la población que fue obligada a emigrar. Pueblos sumergidos de los que sigue quedando historia.

La de Benagéber es una de ellas. El pueblo ‘original’ está sepultado bajo las aguas del embalse. Es uno de esos pueblos ‘sumergidos’ entre el agua y el olvido, contra el que nadan con fuerza las memorias y empeño de quienes un día lo habitaron.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
La de Benagéber es una de ellas. El pueblo ‘original’ está sepultado bajo las aguas del embalse. Es uno de esos pueblos ‘sumergidos’ entre el agua y el olvido, contra el que nadan con fuerza las memorias y empeño de quienes un día lo habitaron.
La de Benagéber es una de ellas. El pueblo ‘original’ está sepultado bajo las aguas del embalse. Es uno de esos pueblos ‘sumergidos’ entre el agua y el olvido, contra el que nadan con fuerza las memorias y empeño de quienes un día lo habitaron.

El embalse, en pleno río Turia, se remonta al año 1931, cuando la -por entonces- Dirección General de Obras Hidráulicas aprobó su creación.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
El embalse, en pleno río Turia, se remonta al año 1931, cuando la -por entonces- Dirección General de Obras Hidráulicas aprobó su creación.
El embalse, en pleno río Turia, se remonta al año 1931, cuando la -por entonces- Dirección General de Obras Hidráulicas aprobó su creación.

El 5 de de abril de 1932, Niceto Alcalá-Zamora, presidente de la República, inauguró las obras bajo el nombre de Pantano de Blasco Ibáñez.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
El 5 de de abril de 1932, Niceto Alcalá-Zamora, presidente de la República, inauguró las obras bajo el nombre de Pantano de Blasco Ibáñez.
El 5 de de abril de 1932, Niceto Alcalá-Zamora, presidente de la República, inauguró las obras bajo el nombre de Pantano de Blasco Ibáñez.

Su construcción se alargaría hasta el año 1955, cuando el gobierno franquista rebautizó el proyecto como Embalse del Generalísimo.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Su construcción se alargaría hasta el año 1955, cuando el gobierno franquista rebautizó el proyecto como Embalse del Generalísimo.
Su construcción se alargaría hasta el año 1955, cuando el gobierno franquista rebautizó el proyecto como Embalse del Generalísimo.

Cuando comenzaron las obras, se trataba de la presa más alta de España, con 105 metros.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Cuando comenzaron las obras, se trataba de la presa más alta de España, con 105 metros.
Cuando comenzaron las obras, se trataba de la presa más alta de España, con 105 metros.

Los trabajos congregaron a más de 5.000 personas, entre ellas unos 700 vecinos de la localidad que desaparecería bajo las aguas.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Los trabajos congregaron a más de 5.000 personas, entre ellas unos 700 vecinos de la localidad que desaparecería bajo las aguas.
Los trabajos congregaron a más de 5.000 personas, entre ellas unos 700 vecinos de la localidad que desaparecería bajo las aguas.

Lo que se presentaba como un ‘bien común’ suponía una sentencia que relegaba a centenares de habitantes a la búsqueda de nuevos asentamientos y nuevas vidas.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Lo que se presentaba como un ‘bien común’ suponía una sentencia que relegaba a centenares de habitantes a la búsqueda de nuevos asentamientos y nuevas vidas.
Lo que se presentaba como un ‘bien común’ suponía una sentencia que relegaba a centenares de habitantes a la búsqueda de nuevos asentamientos y nuevas vidas.

Un discutible argumento que reorganizó el destino de los habitantes de un lugar que quedaba a más de 100 metros de profundidad.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Un discutible argumento que reorganizó el destino de los habitantes de un lugar que quedaba a más de 100 metros de profundidad.
Un discutible argumento que reorganizó el destino de los habitantes de un lugar que quedaba a más de 100 metros de profundidad.

Porque aunque la inauguración no llegó hasta casi 20 años más tarde, las casas de este entorno quedaron deshabitadas ante la inminente sumersión.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Porque aunque la inauguración no llegó hasta casi 20 años más tarde, las casas de este entorno quedaron deshabitadas ante la inminente sumersión.
Porque aunque la inauguración no llegó hasta casi 20 años más tarde, las casas de este entorno quedaron deshabitadas ante la inminente sumersión.

Para dar cabida a los antiguos habitantes, se crearon tres núcleos de población alejados entre sí, pero que mantenían sus orígenes en el ‘apellido’:

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Para dar cabida a los antiguos habitantes, se crearon tres núcleos de población alejados entre sí, pero que mantenían sus orígenes en el ‘apellido’:
Para dar cabida a los antiguos habitantes, se crearon tres núcleos de población alejados entre sí, pero que mantenían sus orígenes en el ‘apellido’:

San Antonio de Benagéber, San Isidro de Benagéber y el nuevo pueblo de Benagéber.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
San Antonio de Benagéber, San Isidro de Benagéber y el nuevo pueblo de Benagéber.
San Antonio de Benagéber, San Isidro de Benagéber y el nuevo pueblo de Benagéber.

Formadas tras la movilización, estas aldeas acogieron a familias enteras y vecinos de la desaparecida localidad, junto a la que todavía se alza esta imponente cementera.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Formadas tras la movilización, estas aldeas acogieron a familias enteras y vecinos de la desaparecida localidad, junto a la que todavía se alza esta imponente cementera.
Formadas tras la movilización, estas aldeas acogieron a familias enteras y vecinos de la desaparecida localidad, junto a la que todavía se alza esta imponente cementera.

Es imposible explicar su historia sin tratar la del embalse, porque se construyó para abastecer de cemento a las obras de la presa.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Es imposible explicar su historia sin tratar la del embalse, porque se construyó para abastecer de cemento a las obras de la presa.
Es imposible explicar su historia sin tratar la del embalse, porque se construyó para abastecer de cemento a las obras de la presa.

Se emplazó en plena montaña para poder extraer del mismo lugar los materiales necesarios para la elaboración de hormigón.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Se emplazó en plena montaña para poder extraer del mismo lugar los materiales necesarios para la elaboración de hormigón.
Se emplazó en plena montaña para poder extraer del mismo lugar los materiales necesarios para la elaboración de hormigón.

En su momento, la cementera fue un proyecto pionero en el entramado industrial valenciano.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
En su momento, la cementera fue un proyecto pionero en el entramado industrial valenciano.
En su momento, la cementera fue un proyecto pionero en el entramado industrial valenciano.

Era una planta productiva adelantada, dentro del contexto de la provincia de Valencia a mediados de siglo XX.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Era una planta productiva adelantada, dentro del contexto de la provincia de Valencia a mediados de siglo XX.
Era una planta productiva adelantada, dentro del contexto de la provincia de Valencia a mediados de siglo XX.

La fábrica se creó para elaborar el hormigón junto a la propia obra de la presa, aprovechando la roca calcárea de la zona montañosa, y facilitar así el trabajo en la misma.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
La fábrica se creó para elaborar el hormigón junto a la propia obra de la presa, aprovechando la roca calcárea de la zona montañosa, y facilitar así el trabajo en la misma.
La fábrica se creó para elaborar el hormigón junto a la propia obra de la presa, aprovechando la roca calcárea de la zona montañosa, y facilitar así el trabajo en la misma.

Se integró tanto en los trabajos del embalse que, desde el principio, el producto final de la fábrica llegaba directo a la obra mediante un sistema de vagonetas eléctricas.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Se integró tanto en los trabajos del embalse que, desde el principio, el producto final de la fábrica llegaba directo a la obra mediante un sistema de vagonetas eléctricas.
Se integró tanto en los trabajos del embalse que, desde el principio, el producto final de la fábrica llegaba directo a la obra mediante un sistema de vagonetas eléctricas.

Una mecánica que minimizaba las pérdidas y fabricaba, aproximadamente, «cien toneladas diarias de cemento», según publicaba el ABC en su edición del 15 de mayo de 1947.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Una mecánica que minimizaba las pérdidas y fabricaba, aproximadamente, «cien toneladas diarias de cemento», según publicaba el ABC en su edición del 15 de mayo de 1947.
Una mecánica que minimizaba las pérdidas y fabricaba, aproximadamente, «cien toneladas diarias de cemento», según publicaba el ABC en su edición del 15 de mayo de 1947.

«No hay un solo desperdicio por acarreo», aseguraba el texto del diario sobre la eficacia de la cementera.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
«No hay un solo desperdicio por acarreo», aseguraba el texto del diario sobre la eficacia de la cementera.
«No hay un solo desperdicio por acarreo», aseguraba el texto del diario sobre la eficacia de la cementera.

A pesar de la grandeza del embalse, la cementera destaca notablemente sobre el entorno, simulando un auténtico palacio de cemento perdido entre vegetación y montañas, excavado en la misma cantera.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
A pesar de la grandeza del embalse, la cementera destaca notablemente sobre el entorno, simulando un auténtico palacio de cemento perdido entre vegetación y montañas, excavado en la misma cantera.
A pesar de la grandeza del embalse, la cementera destaca notablemente sobre el entorno, simulando un auténtico palacio de cemento perdido entre vegetación y montañas, excavado en la misma cantera.

La portentosa infraestructura recogía el material por un lado y lo devolvía por otro, convertido ya en cemento y listo para ser empleado en la obra.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
La portentosa infraestructura recogía el material por un lado y lo devolvía por otro, convertido ya en cemento y listo para ser empleado en la obra.
La portentosa infraestructura recogía el material por un lado y lo devolvía por otro, convertido ya en cemento y listo para ser empleado en la obra.

Cuando finalizaron los trabajos para la construcción del pantano, Portolés y Cía continuó con la explotación de la fábrica.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Cuando finalizaron los trabajos para la construcción del pantano, Portolés y Cía continuó con la explotación de la fábrica.
Cuando finalizaron los trabajos para la construcción del pantano, Portolés y Cía continuó con la explotación de la fábrica.

Finalmente, la empresa optó por vender esta planta, junto a la que tenían en Contreras, a Cementos Turia.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Finalmente, la empresa optó por vender esta planta, junto a la que tenían en Contreras, a Cementos Turia.
Finalmente, la empresa optó por vender esta planta, junto a la que tenían en Contreras, a Cementos Turia.

La nueva propietaria mantuvo la cementera en funcionamiento hasta mediados de la década de los setenta, cuando decidió terminar por completo con su actividad industrial.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
La nueva propietaria mantuvo la cementera en funcionamiento hasta mediados de la década de los setenta, cuando decidió terminar por completo con su actividad industrial.
La nueva propietaria mantuvo la cementera en funcionamiento hasta mediados de la década de los setenta, cuando decidió terminar por completo con su actividad industrial.

Tras el cierre de esta colosal construcción, las instalaciones y el lugar pasaron al completo abandono.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Tras el cierre de esta colosal construcción, las instalaciones y el lugar pasaron al completo abandono.
Tras el cierre de esta colosal construcción, las instalaciones y el lugar pasaron al completo abandono.

Desde entonces, la naturaleza ha ido poco a poco recuperando el terreno ‘perdido’ y adentrándose en la infraestructura, que ya forma parte de la propia vegetación.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Desde entonces, la naturaleza ha ido poco a poco recuperando el terreno ‘perdido’ y adentrándose en la infraestructura, que ya forma parte de la propia vegetación.
Desde entonces, la naturaleza ha ido poco a poco recuperando el terreno ‘perdido’ y adentrándose en la infraestructura, que ya forma parte de la propia vegetación.

Su impresionante maquinaria permanece estática y oxidada, decorando un entorno único con su particular toque de hormigón.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Su impresionante maquinaria permanece estática y oxidada, decorando un entorno único con su particular toque de hormigón.
Su impresionante maquinaria permanece estática y oxidada, decorando un entorno único con su particular toque de hormigón.

Benagéber sigue conservando su encanto rural, con un rico patrimonio natural y medioambiental, justo en la comarca de Los Serranos.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Benagéber sigue conservando su encanto rural, con un rico patrimonio natural y medioambiental, justo en la comarca de Los Serranos.
Benagéber sigue conservando su encanto rural, con un rico patrimonio natural y medioambiental, justo en la comarca de Los Serranos.

Parajes verdes albergan este templo de la arquitectura industrial en la Comunitat, vestigio de una España donde el gobierno trataba de dejar la ruralidad a empujones.

FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Parajes verdes albergan este templo de la arquitectura industrial en la Comunitat, vestigio de una España donde el gobierno trataba de dejar la ruralidad a empujones.
Parajes verdes albergan este templo de la arquitectura industrial en la Comunitat, vestigio de una España donde el gobierno trataba de dejar la ruralidad a empujones.
FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Fotos: La cementera abandonada de Benagéber, un castillo industrial en medio de la naturaleza
Fotos: La cementera abandonada de Benagéber, un castillo industrial en medio de la naturaleza
FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Fotos: La cementera abandonada de Benagéber, un castillo industrial en medio de la naturaleza
Fotos: La cementera abandonada de Benagéber, un castillo industrial en medio de la naturaleza
FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Fotos: La cementera abandonada de Benagéber, un castillo industrial en medio de la naturaleza
Fotos: La cementera abandonada de Benagéber, un castillo industrial en medio de la naturaleza
FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Fotos: La cementera abandonada de Benagéber, un castillo industrial en medio de la naturaleza
Fotos: La cementera abandonada de Benagéber, un castillo industrial en medio de la naturaleza
FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Fotos: La cementera abandonada de Benagéber, un castillo industrial en medio de la naturaleza
Fotos: La cementera abandonada de Benagéber, un castillo industrial en medio de la naturaleza
FOTO: TXEMA RODRÍGUEZ | TEXTO: TAMARA VILLENA
Fotos: La cementera abandonada de Benagéber, un castillo industrial en medio de la naturaleza
Fotos: La cementera abandonada de Benagéber, un castillo industrial en medio de la naturaleza
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Fotos: La cementera abandonada de Benagéber, un castillo industrial en medio de la naturaleza
Fotos: La cementera abandonada de Benagéber, un castillo industrial en medio de la naturaleza

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