Cáritas convertirá La Finca El Poblet en un centro de fomento del empleo y formación contra la exclusión social

Cuando a principios del pasado año 2020 falleció, a los 103 años de edad, Eliodoro Gras, una de sus propiedades más emblemáticas, la Finca El Poblet, donde Juan Negrín estableció el que sería el último gobierno de la II República entre el 28 febrero y el 6 de marzo de 1939; fue a parar, merced a los deseos mostrados en la herencia del finado, a Cáritas Diocesana de Orihuela-Alicante.

Gras sólo puso para ello dos condiciones. La primera, que la finca no se vendiera y que la misma se destinara a alguno de los fines que desarrolla Cáritas. Algo más de un año después y completados los trámites burocráticos de la donación, el pasado mes de julio, la organización perteneciente a la Iglesia y el ayuntamiento de Petrer comenzaron a negociar cuál era la mejor fórmula para este espacio.

La decisión ha llegado ahora, cuando Cáritas ha informado de que la Finca El Poblet se convertirá el próximo año, una vez que se concreten los detalles del proyecto, en un centro para la promoción del empleo y la formación frente a la exclusión social.

Así mismo, desde la organización han manifestado su interés en promover la conservación histórica del recinto para, de esta manera, poder abrirlo al público y que pueda ser visitado como la pasada semana, previa autorización de Cáritas, hizo el expresidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Víctor Mellado y Javier Rubira, director y secretario general, respectivamente, de Cáritas Diocesana, estuvieron presentes durante la visita de Rodríguez Zapatero y aprovecharon la ocasión para explicar al expresidente del gobierno y al resto de los responsables políticos que se dieron cita en Petrer, el proyecto con el que la organización le dará un nuevo uso al recinto.

La alcaldesa de Petrer, Irene Navarro, confirmó que el ayuntamiento y Cáritas han mantenido varios encuentros para estudiar el proyecto de esta última y se mostró convencida de que «se va a permitir el acceso del público».

Aunque los detalles de cómo se podrán llevar a cabo las visitas todavía están por determinar, Navarro adelantó que «todo apunta a que se podrán introducir la visitas en la oferta turística» del municipio, algo que «atraerá a mucha gente» dado el valor histórico de la finca.

La Finca El Poblet comenzó a construirse a finales del siglo XIX y cuenta con una superficie de 30 hectáreas. Negrín estableció allí su residencia oficial en los meses finales de la Guerra Civil y albergó los dos últimos consejos de ministros de la II República.

El recinto cuenta actualmente con tres edificios, siendo el principal la mansión señorial. Todos ellos, rodeados de un amplio jardín en el que, durante décadas, se fue formando una frondosa pinada gracias a la iniciativa de su propietario anterior, Eliodoro Gras, que celebraba anualmente allí el día del árbol adquiriendo ejemplares de pino e invitando a los petrerenses a plantarlos en la finca.

Durante la Guerra Civil y antes de convertirse en la ‘Posición Yuste’ (nombre en clave desde el momento en el que acogió al gobierno republicano), la finca fue utilizada como hospital de sangre y también como un centro de control aéreo.

Desde 2019 la Finca El Poblet cuenta con el reconocimiento de Bien de Interés Cultural (BIC), algo que ha influido de forma muy importante en que el actual proyecto contemple la opción de que el recinto se abra a las visitas públicas.

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