La Calderona «es un polvorín»

El alcalde de Gátova, Jesús Salmerón, ha lanzado un llamamiento urgente a la Generalitat Valenciana y a la Diputación de Valencia para que refuercen «de inmediato» los medios de vigilancia forestal y prevención de incendios en el entorno del municipio, uno de los más expuestos de la Serra Calderona tras las intensas lluvias de primavera. «El monte ha crecido como nunca, la floración ha sido espectacular, pero ahora ese paisaje se ha convertido en un auténtico polvorín», advierte el alcalde, ya que señala que con las primeras olas de calor, toda esa vegetación se está secando rápidamente y el riesgo de incendio es extremo.

Desde el ayuntamiento, indica Salmerón en un comunicado, se han impulsado numerosas actuaciones a través de subvenciones para la limpieza de caminos rurales, el mantenimiento de cortafuegos y el desbroce de márgenes, así como con la inminente instalación de sensores inteligentes de detección temprana gracias al programa SmartCity. «Es una herramienta avanzada que nos avisará al instante si se detecta humo o un aumento térmico. Pero por muy útil que sea, la tecnología no sustituye a la vigilancia sobre el terreno», explica.

Asimismo, el alcalde manifiesta que, aunque el ayuntamiento está haciendo «todo lo que puede», los medios son limitados, ya que no dispone de Policía Local, ni de brigadas propias, ni capacidad de intervención rápida.

«Necesitamos que Generalitat y Diputación estén a la altura, porque si Gátova arde, arde la Calderona entera», alerta el primer edil.

Salmerón pone en valor la importancia estratégica y ambiental de Gátova, una localidad situada en el corazón de la Serra Calderona, declarada parque natural desde 2002. «Gátova es la puerta de entrada a una de las principales joyas naturales del interior de Valencia. Aquí nace el Carraixet, aquí se conserva biodiversidad única, y aquí se respira cada día el pulmón verde de esta comarca», recalca. Por ello, defiende que «proteger Gátova es proteger la Calderona y todo lo que representa: turismo sostenible, patrimonio, agua, paisaje y vida rural».

El alcalde agradece la labor desinteresada de la sociedad civil, como la del Club de Cazadores Pico del Águila, que está colaborando activamente en la vigilancia del monte de forma altruista, y de los agricultores, que recorren cada día los caminos, conocen el terreno y nos alertan ante cualquier peligro. «Sin ellos sería imposible tener ojos suficientes para vigilar cada rincón del término municipal, pero no podemos sostenerlo solos. Necesitamos refuerzos», subraya Salmerón. «Si queremos evitar una catástrofe este verano, hay que actuar ya, no esperar a lamentarlo después», concluye el alcalde.

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