Vecinos de una urbanización de Gilet exigen agua potable y alcantarillado

Los vecinos de la urbanización Balcón de la Peña han presentado un recurso contencioso administrativo contra el Ayuntamiento de Gilet por las múltiples carencias que presenta la zona sin que se solucione. En concreto, han alertado de carencias que no se solventan pero se han ido concediendo licencias hasta 2018.

Así, afirman que están "en una situación insostenible, pues, a pesar de pagar todos los años el IBI, no existe una red de agua potable, sino una instalación de agua de riego donde los reventones son constantes".

A esto le suman la falta de red de alcantarillado, "por lo que se siguen vertiendo aguas fecales al parque natural de la Sierra Calderona. Todo ello, mientras numerosos transeúntes, ciclistas, senderistas…pasan por la zona visitando los atractivos del lugar (a los que el Ayuntamiento si recurre para promocionar el turismo en el municipio)".

Los afectados también han lamentado el mal estado de muchas calles y la necesidad de que se asfalten cuanto antes.

Recordaron que, para hacer frente a esta situación, ya en el año 2002, se constituyó la Agrupación de Interés Urbanístico Balcón de la Peña de Gilet (AIU).

Esta agrupación se formó con el fin de dotar al Balcón de la Peña de las infraestructuras de agua potable y red de saneamiento de aguas residuales.

Para ello, se redactó un convenio, que se firmó con el Ayuntamiento el 27 de diciembre del 2013, "para la redacción del proyecto técnico de obra pública, un proceso que entre fallos judiciales , subvenciones perdidas, cambios legislativos y promesas incumplidas…ya ha superado las dos décadas". Posteriormente, en febrero de 2019, se redactó el correspondiente proyecto de urbanización: "Desde esa fecha y hasta el día de hoy, no se ha procedido a su aprobación".

Por su parte, el alcalde, Salvador Costa, responsabilizó a los propios vecinos de la situación de la urbanización: "Más ganas que nosotros de que se urbanice no tiene nadie. A los vecinos no les han parecido bien ninguno de los tres proyectos urbanísticos. El Ayuntamiento sí que tiene voluntad de que se haga". Recordó que en otras zonas sí se ha urbanizado, como en la Vidriera, "donde los vecinos sí han aceptado pagar lo que les corresponde".

Añadió que esta situación le está costando dinero a las arcas municipales: "Desde 2015 hemos invertido unos 123.000 euros en la red de agua no potable", por lo que insistió en pedir a los vecinos que acepten la compra de las zonas verdes que les corresponden para poder urbanizar esta parte del término.

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