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La Audiencia juzgará un caso de secuestro y robo a dos ancianos

Los autores se hicieron pasar por guardias civiles que buscaban efectos sustraídos para asaltar la vivienda de Mutxamel y amenazar a punta de pistola a los moradores

Luis Candela

Jueves, 19 de mayo 2016, 01:42

Los acusados de asaltar una finca habitada por ancianos en Mutxamel iban tras una caja fuerte que nunca encontraron. Uno de los cuatro sospechosos de entrar en la vivienda haciéndose pasar por guardia civil y amenazar a punta de pistola a las víctimas se sentó ayer en el banquillo del Juzgado de lo Penal 8. Sin embargo, la juez tuvo que acordar la remisión del caso a la Audiencia Provincial, a instancias del Ministerio Público, ya que las penas que se solicitan por el delito de detención ilegal puede conllevar una condena de hasta seis años. No obstante, el procesado se enfrenta a una petición total de trece años entre rejas por el rapto de los dos ancianos y el robo con intimidación.

El suceso ocurrió la tarde del 15 de febrero del 2013 cuando el propietario de la casa de campo se encontraba junto con otro hombre que habita en una caravana dentro del terreno. Mientras, la pareja se hallaba en el dormitorio viendo la televisión, donde se guareció cuando comenzó el asalto, tal y como recoge el escrito provisional de conclusiones de la Fiscalía. En torno a las siete, cuatro sospechosos irrumpieron en la casa con un vehículo ya que la valla se encontraba abierta.

Uno de los supuestos cacos bajó y aseguró ser guardia civil, para lo cual exhibió algo similar a una placa. Decía buscar al dueño de la propiedad, a quien llamaron por su nombre, porque sospechaban que ocultaba efectos robados y debían registrar el inmueble. A partir de entonces, los otros tres acompañantes bajaron del vehículo y todos entraron en casa.

El panorama cambió cuando los supuestos policías se cubrieron con las solapas de la chaqueta, gorros y capuchas para evitar ser reconocidos. Igualmente, se colocaron guantes y arrancaron el cable de teléfono fijo. Las víctimas se temieron lo peor cuando los individuos les ataron las manos y comenzaron a exigir a punta de pistola y exhibiendo un cuchillo que les revelaran el paradero de la caja fuerte. El morador de la casa negó que hubiera tal caja, pero ofreció a cambio dinero y joyas y, según la versión del Ministerio Público, se llevaron dichos enseres por valor de 2.630 euros.

Con el botín en las sacas, los ladrones se marcharon y los apresados lograron liberarse de las ataduras. En esos cordones usados por los sospechosos encontró la Guardia Civil la pista que les condujo hasta el reo que deberá ser juzgado en la Audiencia Provincial, pues se localizaron restos de su ADN, tal y como obra en las actuaciones.

La defensa del procesado, que ejerce el letrado Santiago Talavera, se opuso a la inhibición del juzgado, ya que por la detención ilegal se reclaman cinco años de prisión, que marca el corte para su competencia. Asimismo, solicitó la puesta en libertad de su cliente, maliense y preso provisional, por la demora del proceso y ante el arraigo en el país tras emparejarse de hecho y haber llegado a España bajo petición de asilo.

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