Los colegios con jornada continua confían en repetir horario el próximo curso
Incertidumbre en los centros y las familias, que empiezan a moverse ante el retraso de Educación y a falta de una semana para que se abra el periodo de solicitudes
Esther Brotons
Lunes, 2 de mayo 2016, 00:51
A falta de una semana para que se abra el plazo de solicitudes en colegios, las comunidades educativas siguen sin tener novedades sobre la regulación de la jornada continua. Centros de la provincia que ya llevan unos años con el programa experimental confían en repetir el horario intensivo el próximo curso. Deben someterse al mismo proceso que el resto y ya tienen perfilados los programas para adaptarse y que Educación les dé el visto bueno. Como ventajas cuentan con la experiencia y, sobre todo, con el respaldo de las familias. Aun así, hay incertidumbre.
«La regulación de la jornada continua se ha eternizado otra vez, aunque salga la resolución te solaparás con la matriculación», opina David Navarro, profesor del colegio Rafael Altamira de Alicante, en referencia a todo el proceso que se debe llevar a cabo para que las familias voten qué horario quieren, y después, que la Conselleria les autorice. Navarro, quien considera que no es muy razonable que las familias deban matricular a sus hijos sin saber antes la jornada, tiene sus dudas sobre los plazos y tiempos.
El Rafael Altamira es de los colegios que participa en el plan piloto de Educación. Hay actividades extraescolares y el comedor sigue funcionando aunque el número de comensales ha bajado un poco. De 180 a 160, una cifra que es más racional para dar el servicio. Desde pintura, clases de baile, robótica y pintura... la oferta de actividades es muy variada. Los escolares que se quedan al comedor terminan la jornada con los deberes hechos. Llegan a casa menos cansados y con más tiempo libre. La conciliación familiar es un hecho y la comunidad educativa respalda el proyecto.
Víctor Cabrera está más que encantado con la evolución de su hija. Un año y tres meses después de cambiar de colegio, al Rafael Altamira, muestra la evolución en las notas. «De ser una posible repetidora ha aprobado todo» y sus calificaciones van mejorando, explica. Su caso es excepcional. A la pequeña, que ahora tiene 5 años, le costaba adaptarse al entorno escolar y sus padres pudieron cambiarla a este centro pensando en que le beneficiaría concentrar las horas lectivas por la mañana y disponer de toda la tarde para estar con la familia. Así fue.
«Este horario ha ayudado a mi hija; va a clase muy a gusto, sabe que no tiene que volver después y por la tarde reforzamos sus estudios». Víctor muestra las notas de su hija En la primera evaluación de 3º de Primaria, en una clase con horario partido, sacó dos suspensos. La segunda evaluación de 4º de Primaria, todo aprobado y con mejores calificaciones. Aunque reconoce que su caso es «excepcional», lamenta que la oferta actual de jornada continua sea «tan irrisoria» en la provincia y que Educación muestre tanta resistencia. «¿Cuántos colegios tienen jornada continua? Poquísimos. No hay casi opciones y a muchas familias les puede beneficiar, si se fracasa con la partida merece la pena probar el cambio», insiste.
Más racional
El colegio Rajoletes de Sant Joan es otro de los que cuenta con el horario intensivo. Ubicado en un municipio donde todos los centros están en el programa piloto, el respaldo que siempre han tenido de la comunidad educativa y de la Concejalía les ayudó a que el anterior equipo del Consell autorizase todos los proyectos en Sant Joan.
Obdulio Sánchez, profesor y uno de los promotores, confían en que el próximo curso repetirán jornada. Están a la espera de que salga la normativa (ahora mismo solo hay un segundo borrador, del que no se prevén cambios) para perfilar el proyecto, pero cuentan por el respaldo favorable de las familias, que están «convencidas y piensan que el horario es mucho más racional». Sánchez habla de una mejoría en la calidad de vida de la comunidad educativa y en el rendimiento de los alumnos. Menos viajes para ir a casa y al colegio, permitiendo una verdadera conciliación con los padres.
«Al principio había un poco de miedo entre las familias a que desapareciese el comedor, pero han visto que no es así; hay que separar lo que son los servicios y lo que es la calidad educativa», añade.
Marisol Pinillas, de la junta directiva de la Fapa Enric Valor y miembro del consejo escolar municipal de Mutxamel, también lamenta que la normativa «parece que va a salir muy tarde y las familias cuando vayan a votar no sabrán qué horario tendrán en su centro». Pinillas, que es además delegada de CC OOPV en la junta de personal, piensa que la administración se ha podido ver forzada a regular la jornada por la presión que hay en la provincia, pero que no es muy partidaria. De lo contrario, no se entiende otra vez el retraso. En Mutxamel hay consenso de los centros escolares. Las Ampas quieren la jornada continua y, tal y como han recomendado desde la junta de personal, se han activado para intentar adelantar trámites. En el curso 2013-14 ya comenzaron a trabajar en los proyectos.