Hacienda cobró 68 millones de euros de más gracias al impuesto de transmisiones

El sistema que, al menos hasta ahora, venía utilizando la Generalitat para determinar el valor de los inmuebles de segunda mano, y que le servía para calcular el impuesto de transmisiones patrimoniales que los compradores debían abonar al adquirirlos, ha permitido al Gobierno autonómico cobrar 68 millones de euros de más en poco menos de dos años.

Este modelo de cálculo, que se basa en multiplicar una serie de coeficientes por el valor catastral de viviendas, garajes y trasteros, ha quedado en el aire tras una sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunitat que, indirectamente, anula el citado sistema. En concreto, la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJ ha dado la razón a un vecino de Elche que reclamaba el cobro excesivo de algo más de 5.000 euros, porque el valor que la Generalitat daba a su vivienda estaba por encima del precio fijado en la compraventa.

Por tanto, el problema radica en las denominadas liquidaciones complementarias que, desde 2013, la conselleria ha venido remitiendo a los compradores que abonaron el impuesto de transmisiones en base al precio de compraventa, un valor inferior del que consideraba correcto la Generalitat en función de sus cálculo, y por el que reclamaba un importe adicional al contribuyente.