El descuartizador de Torremanzanas afirma que se siente «acosado» en la prisión

El hombre condenado a más de 25 años de prisión por asesinar a su pareja en la finca que compartían en Torremanzanas y mutilar el cadáver se siente víctima de un linchamiento mediático y de «acoso» en el centro penitenciario donde se encuentra recluido. Así lo dijo ayer Martín R.S., de 38 años, en la Audiencia Provincial de Alicante, donde se celebró una vista para prorrogar la prisión al haber recurrido el condenado el fallo impuesto a comienzos del mes de octubre ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), como informaron las fuentes jurídicas consultadas.

Un jurado popular lo encontró culpable de asesinato con alevosía y ensañamiento con la agravante de parentesco, profanación de cadáver, tenencia ilícita de armas y daños al acabar con la vida de su pareja, Sorina P., una joven rumana de solo 26 años que acababa de finalizar sus estudios de ingeniería en el campus de Alcoy de la Universidad Politécnica de Valencia.

Tanto el letrado de la acusación particular, Eugenio Barea, como el representante del Ministerio Público defienden que se prolongue su estancia en prisión provisional, una situación con la que se mostró disconforme el procesado. Martín aseguró que lo está pasando «mal», ya que otros reclusos compatriotas de la víctima se refieren a él como «descuartizador», según las fuentes antes citadas. La juez de la Audiencia de Alicante que dirigió el juicio con jurado, Cristina Costa, deberá resolver ahora, mediante un auto, si prorroga su estancia en prisión mientras se tramita el recurso ante el Alto Tribunal valenciano.

El jurado declaró al procesado culpable de los delitos por unanimidad, pese a sus intentos por confundirles con un relato «lleno de referencias fantásticas e imaginarias», como recogía la sentencia con la que se impuso una indemnización para la familia de 250.000 euros.