Absuelven a dos policías locales de la detención ilegal de un vecino

Un tribunal ha absuelto a dos policías locales del municipio alicantino de Relleu de un delito de detención ilegal al entender que actuaron correctamente al reducir y arrestar a un vecino que había dejado su coche mal aparcado.

Los hechos, por los que la fiscalía pedía sendas condenas de ocho años de cárcel, ocurrieron sobre las 23 horas del 17 de mayo de 2006 cuando uno de los agentes recriminó al propietario de un vehículo que lo hubiera dejado mal estacionado.

Según ha declarado probado la sección tercera de la Audiencia de Alicante, el interpelado contestó de forma airada al funcionario y se dirigió a un bar para tirar una traca a fin de celebrar la victoria del F.C. Barcelona contra el Arsenal en la final de la Liga de Campeones.

El policía avisó a un compañero, el otro acusado, y a la Guardia Civil, "para evitar posibles altercados dado el estado de excitación" del ciudadano, relatan los magistrados en la sentencia, hecha pública hoy.

La sala sostiene que el hombre respondió "de manera alterada y extrema exaltación" a las indicaciones de los agentes, y llegó a "levantar los puños" a escasa distancia de ellos, por lo que los acusados, "ante el temor a ser agredidos", le redujeron y lo esposaron.

Los policías municipales lo trasladaron luego al edificio del ayuntamiento, pero dos guardias civiles lo evacuaron a un centro médico a continuación donde le diagnosticaron una lesión en la mano derecha producida por los grilletes.

Aunque la fiscalía y la acusación particular sostenían que los procesados detuvieron "sin motivo alguno" al perjudicado, menoscabaron su integridad moral y le causaron lesiones, el tribunal discrepa de estas conclusiones.

Tras aludir a las "divergencias de bulto" y "contradicciones" entre los testigos que prestaron declaración en el juicio, la sala cree que en el bar sólo se produjo un "incidente verbal" relacionado con el estacionamiento.

Pero los magistrados creen que existen "numerosos puntos oscuros" sobre la detención y lo que sucedió después que impiden acreditar que los agentes abusaran de sus funciones y efectuaran un arresto ilegal.

Por el contrario, consideran probado que la supuesta víctima les insultó y mantuvo una actitud de "ostensible alteración", por lo que los acusados decidieron actuar "para evitar males mayores".

Igualmente, el tribunal descarta la existencia de pruebas que apunten a que el detenido sufrió después "una custodia degradante" ni a la posible falsificación del atestado por los agentes.