Carlos Slim defiende jornadas laborales de once horas durante tres días por semana
El magnate mexicano expone en Alicante diversos ajustes para mejorar la economía y reducir el desempleo
Eneas G. Ferri
Sábado, 17 de octubre 2015, 00:34
El magnate mexicano Carlos Slim, considerado la segunda mayor fortuna del planeta según la revista 'Forbes', insistió en su idea de reducir la semana laboral a tres jornadas de once horas y estirar la edad de jubilación hasta los 75 años para «abrir el campo para que más personas trabajen», «mejorar la calidad de vida» y conseguir que la política de jubilaciones sea «sostenible».
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Estas fueron algunas de las propuestas que Slim desgranó durante su intervención en la XXII Reunión Plenaria del Círculo de Montevideo, de la que es presidente empresarial y que se celebra en la Universidad de Alicante durante las jornadas de ayer y de hoy, donde tendrá lugar otra sesión matinal de ponencias.
El acto de ayer, presidido por el rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, contó, además de la intervención del magnate mexicano titulada 'El valor de la eficacia democrática en el desarrollo', con las ponencias 'Estado de bienestar y el Estado multimedia', del expresidente español Felipe González; 'La necesidad de repensar la democracia y el ejercicio político que la misma implica', del expresidente colombiano Belisario Betancur o '¿La democracia asegura el buen gobierno?', del expresidente chileno Ricardo Lagos; entre otras impartidas por José Antonio Ocampo, Alejandro Bulgheroni, Rebeca Grynspan o Natalio Botana.
Gran parte de la ponencia del empresario mexicano indagó en las formas de reducir el empleo, para lo que propuso medidas como las de reducir los días laborables a tres por semana en jornadas de once horas e incrementar la edad de jubilación hasta los 75 años. Para Slim, con estos «ajustes», las posibilidades de empleo se «abrirían para que más personas tuvieran trabajo».
En el mismo sentido, reforzó sus argumentos indicando que «los cuatro días de la semana restantes, sin trabajo», propiciarían por un lado «una mejor calidad de vida y conciliación familiar» y por otro «que muchas personas buscasen otro trabajo y se creara más actividad económica».
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Además, justificó la reducción de horas semanales en pro de la concentración en pocas jornadas manifestando que «en jornadas reducidas se pierde más tiempo en los 'coffee break' (descansos para el café) y aunque oficialmente las horas semanales son unas 40, se trabajan unas 30 realmente».
Por otra parte, defendió su propuesta de incrementar la edad de jubilación a los 75 años basándose en la experiencia y el conocimiento de los trabajadores, que «es mayor a partir de los 60 años, precisamente cuando se retiran». Con ello, prosiguió Slim, «también se conseguiría ajustar la política de jubilaciones, que es insostenible actualmente».
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Otras de las claves que abordó la conferencia del magnate mexicano fue el papel del funcionariado en las democracias. Refiriéndose a España, expresó que «el sueldo de los funcionarios es muy, muy reducido», algo que, en su opinión, «no permite desarrollar el trabajo con tranquilidad si están preocupados por problemas de recursos». En el mismo sentido, el empresario criticó que algunos políticos apuesten por «rebajas de sueldos a los funcionarios cuando debería ser al revés».
La de Carlos Slim no fue la única conferencia que dejó pautas interesantes. Destacaron otras como la intervención de Ricardo Lagos, que abogó por «proyectos de gobierno a más largo plazo», incluso, prolongándose «hasta veinte años». «Así se podría convocar a la sociedad a un entendimiento común», concretó.
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Por su parte, Betancur centró gran parte de su ponencia en la corrupción y la transparencia, concepto éste último que definió como «debe consistir en que se pueda mirar al trasluz a los partidos y a los dirigentes políticos y se vea el otro lado». Tras manifestar que la democracia debe endurecer sus medidas contra la corrupción y, con ello, fortalecer a los partidos políticos, manifestó que «la Justicia es la que debe imponer la cautela a los políticos, así que ella también debe ser absolutamente transparente».
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