Libertad contra el dogmatismo

Contra los dogmatismos, tengan la raíz que tengan, y para que la democracia no olvide su cometido último de servir a los ciudadanos. Estas fueron las premisas que marcaron el discurso de Julio María Sanguinetti, abogado, historiador, sociólogo, periodista y político uruguayo, al pronunciar su discurso tras ser investido ayer Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alicante.

El acto tuvo lugar en el Paraninfo de la UA y, presidido por el rector de la institución, Manuel Palomar, contó con la presencia de notables políticos, intelectuales y empresarios que quisieron acompañar al expresidente uruguayo aprovechando su estancia en la ciudad con motivo de la celebración de la XXII Reunión Plenaria de la Fundación Círculo de Montevideo, que transcurrirá durante la jornada de hoy en el mismo lugar del campus y que acogerá varias ponencias enmarcadas en el tema 'Crisis de la gobernanza de la democracia representativa'.

Entre otros rostros, destacaron los de expresidentes de España Felipe González; Chile Ricardo Lagos; o Colombia Belisario Betancur; empresarios como Carlos Slim, Alejandro Bulgheroni y Enrique Manhard, políticos y altos cargos de organismos internacionales como Rebeca Grynspan o el conseller de Transparencia de la Generalitat, Manuel Alcaraz, y académicos como Natalio Botana.

En un discurso lanzado sin apuntes, Sanguinetti versó sobre la democracia y la importancia de saber mantenerla en el camino que debe seguir para cumplir con sus objetivos, los dogmatismos como su principal amenaza y la importancia de las universidades y la educación como guardianes de la libertad. «Cuando los dogmatismos se convierten en política son destructivos. Tenemos que luchar contra ellos», expresó casi como introducción tras referirse a Alicante como «tierra de hombres libres y de emprendedores, tierra de libertad».

En referencia a la crisis humanitaria actual, el expresidente uruguayo recordó que «creíamos que habían caído los muros y llegábamos a la paz, pero hoy seguimos hablando de tener que luchar para lograrla», a lo que añadió que «no podemos perder la esencia del pensamiento, de la filosofía y de la tolerancia para seguir hablando de paz y luchar los dogmatismos».

Posteriormente, se adentró en la creación de los dogmatismos a través de la religión, de la política, de la economía y de la ciencia, indicando que cada una de estas vertientes «convertidas en ética y moral llevan a la destrucción». Finalmente se refirió al patriotismo como «el amor por la tierra a la que una persona pertenece», apuntado que «es dogma cuando es exacerbado y excluyente».