Borrar

Cárcel por inducir a la prostitución a una menor en una casa de masajes

La mujer dijo que desconocía la edad de la chica cuando la contrató en su domicilio de Alicante, donde podía practicar sexo a cambio de dinero con los clientes

LUIS CANDELA

Miércoles, 16 de septiembre 2015, 00:32

Un juzgado de Alicante ha impuesto una pena de prisión a un mujer por «inducir» a una menor de 17 años a ejercer la prostitución a la que ofrecía abundantes ingresos en un piso del barrio alicantino del Raval Roig, cerca del centro de la ciudad, donde se suponía que se ofrecían masajes terapéuticos. Sin embargo, la empleadas disponían de las habitaciones del domicilio para, si querían, realizar servicios sexuales a cambio de dinero, como ha quedado probado en la sentencia a la que ha tenido acceso este diario.

  • fue cuando se produjeron los hechos denunciados en un domicilio del barrio de Raval Roig, en el centro de Alicante. La procesada contrató como masajista a la menor de 17 años y dos días después le dijo que, según qué cosas hiciera en la cama, con los clientes ganaría más o menos dinero.

  • «Tu familia se enterará»

  • La penada prometió a la menor, además de jugosos beneficios por acostarse con los clientes, discreción, pero según la sentencia, la amenazó con contárselo a su familia si no accedía a hacerlo.

  • Desconocimiento

  • La dueña de la casa aseguró que desconocía que la chica era menor, sin embargo la juez le reprocha que le correspondía a ella la tarea de cerciorarse de la edad de sus trabajadoras. La chica sostuvo en el juicio que ni le pidió el DNI.

Así, por el delito de corrupción de menores, la procesada, S.A.S.M., deberá cumplir una condena de seis meses de cárcel y pagar una multa de 1.080 euros, una pena rebajada por los retrasos que ha sufrido el procedimiento desde su instrucción en 2008. La titular del Juzgado de lo Penal 8 de Alicante entiende que concurre la atenuante «muy calificada de dilaciones indebidas».

Se trata de unos hechos que se remontan a hace más de siete años, concretamente a junio de 2008, cuando se denunció a los dos acusados, uno de los cuales pudo demostrar que vivía allí pero desconocía que las actividades iban más allá de los masajes. Es decir, que era la principal sospechosa quien gestionaba en la vivienda el negocio con el añadido de los servicios sexuales. Semanas antes, la menor acudió a una entrevista de trabajo como masajista que cambió dos días después.

La madame convenció a la joven prometiéndole dinero y asegurándole que nadie se iba a enterar para que mantuviese las relaciones con los hombres que acudían de forma asidua. Pero, según relató la menor cuando ocurrieron los hechos, si no accedía le amenazó veladamente con que «se iba a enterar la gente», tal y como ha quedado probado. Pese a ello, la mujer se defendió en la vista oral celebrada en el Juzgado de lo Penal 8, alegando que desconocía la edad de la víctima.

La declaración de la menor y de su hermana, junto con la prueba documental y las palabras de la imputada le han valido a la juez para llegar al convencimiento de que esta última indujo a la chica a ejercer la prostitución. Según las manifestaciones de la condenada, la chica le mostró «una tarjeta sanitaria» de una empresa de seguros médicos y le dijo «que tenía 19 años». Como contrapunto, el relato efectuado en el juicio de la menor, quien sostuvo que «ni le pidió el DNI ni le preguntó la edad», como recoge el fallo judicial. Es decir, considera la juez que la acusada realiza dichas manifestaciones «en el ámbito de su derecho a no declarar contra sí misma».

Asimismo, le recuerda a la procesada que era precisamente ella quien debía cerciorase de la edad de las chicas, por lo que le afea la defensa basada en el «desconocimiento» de los años que tenía la joven.

Mientras, lo que quedó claro fue que en el domicilio «las empleadas libremente podían mantener relaciones sexuales con los clientes», como declaró en la vista la penada, por lo que la menor «sabía a lo que venía». No obstante, negó que ella recibiese jugosas comisiones por poner la casa para las relaciones y dijo que cobraba solo «por los masajes terapéuticos».

La magistrada tacha dicha versión de «ilógica» y «poco creíble», al tiempo que asegura que «ningún sentido tiene que ceda su casa» para lo que en realidad se utilizaba más allá de los masajes «a cambio de nada». Además, la víctima contradice estas palabras al señalar a S.A.S.M. como la persona que le entregaba el dinero después de cada servicio.

«Le dio todo tipo de detalles sobre la posibilidad de mantener relaciones sexuales con los clientes y, que si hacía unas cosas ganaba más y con otras menos», según declaró la menor y recoge la sentencia condenatoria. De hecho, solo dos días después de la primera entrevista entre la penada y la joven, la primera le espetó que ya «había clientes» dispuestos a llegar a la cama y «que si no lo hacía, su familia se iba a enterar».

Por su parte, el acusado que ha resultado absuelto tan solo se encontraba en la casa cuando le dieron a la joven los horarios para trabajar como masajista durante la primera entrevista y poco más.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Cárcel por inducir a la prostitución a una menor en una casa de masajes