Gabriel García Márquez, en el punto de mira del FBI
El seguimiento al escritor empezó nada más instalarse en Nueva York para trabajar como empleado de la agencia de prensa cubana Prensa Latina, en 1961
R. C.
Lunes, 7 de septiembre 2015, 01:09
El FBI estrechó su cerco alrededor de Gabriel García Márquez durante más de dos décadas, incluso durante los años en que se consagró como escritor internacionalmente. Así lo revelan los documentos que ayer hizo públicos el rotativo 'The Washington Post'. A petición del diario estadounidense, la agencia federal ha procedido a desclasificar 137 páginas (la mitad del total del archivo) de unas pesquisas que arrancaron en 1961 y se prolongaron hasta 1985, cuando el autor de 'Cien años de soledad' ya había obtenido el Premio Nobel de Literatura. De lo que no hay constancia es de que se llegara a abrir una investigación criminal contra el escritor colombiano, uno más en la lista de intelectuales que quitaban el sueño de J. Edgar Hoover, mítico y controvertido director del FBI, que también detestaba a Ernest Hemingway, John Steinbeck y Norman Mailer por su presunto 'antiamericanismo', es decir, posturas abiertamente de izquierdas.
El seguimiento a García Márquez empezó nada más instalarse en Nueva York para trabajar como empleado de la agencia de prensa cubana Prensa Latina, en 1961. Entonces se alojaba en el hotel Webster de Manhattan, con su mujer y primogénito, Rodrigo García. Según se desprende de la documentación desclasificada, los sabuesos del FBI contactaron al menos con «nueve informantes confidenciales» para mantenerse al tanto sobre las idas y venidas del reportero sudamericano. El propio Hoover había firmado la orden para que se le abriera expediente, con la indicación expresa de que «en el caso de que entre en Estados Unidos, el FBI debe ser avisado de inmediato». Así se hizo, aunque no está claro qué peligros podía entrañar.
A principios de 1961, García Márquez había publicado 'La hojarasca' y estaba a punto de lanzar 'El coronel no tiene quien le escriba'. Pero sería en 1967, con 'Cien años de soledad', cuando alcanzaría repercusión mundial y forjaría su amistad con el líder cubano Fidel Castro. Pasó entonces a incomodar al 'establishment' político y económico de Norteamérica. Sea como fuere, el FBI se mostró siempre ajeno a la trascendencia literaria y pública del personaje bajo observación, hasta el punto de que llegó a etiquetarlo en sus archivos bajo el nombre de 'José García Márquez'. Conforme aumentaba su prestigio, el autor de 'El amor en los tiempos del cólera' entabló amistad con dignatarios internacionales, entre ellos el francés François Mitterrand y el propio expresidente estadounidense Bill Clinton, ávido lector de la obra del autor colombiano.
El hijo del Nobel de Literatura, Rodrigo García reconoció que no sabía que su padre hubiera sido objeto de una investigación por parte del FBI, aunque no le sorprendía. «Considerando el hecho de que estaba en Nueva York para abrir una agencia de prensa cubana, hubiera sido inusual que no lo espiaran».